Desde la primera vez que jugué Hearthstone anhelé con ansia experimentarlo en una tablet. Hoy puedo decir que las mecánicas del juego cobran más sentido ante la accesibilidad y rapidez de las partidas en las palmas de tus manos. Como es de esperarse, las cartas se controlan con los dedos para desplegar sus estadísticas o ponerlas en la mesa.
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