El hecho de que Batman: Arkham Knight se haya retrasado hasta el próximo año deja un lugar vacío en la competencia por coronarse como mejor juego de 2014. No hay duda de que el estudio RockSteady ha logrado perfeccionar su fórmula hasta el punto en que después de años de excelentes entregas aún nos sigue sorprendiendo. Este último capítulo de la saga de Arkham aprovecha de forma excelente las ventajas de las consolas de última generación, mostrando un juego que –a pesar de no haber sido desarrollado exclusivamente para alguna en particular– logra un refinamiento visual digno de los juegos exclusivos. Éste pertenece a ese pequeño grupo de videojuegos que realmente dan sentido a la demeritada expresión “next-gen”.
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