Dicen que todos tenemos un amigo así, o conocemos a alguien así. La verdad es que yo nunca he visto a nadie enloquecer por perder una partida en un videojuego. A lo más que he llegado es tal vez a aventar el control sin tanta fuerza y hacia un montón de cojines o sillón en donde es seguro que no se dañará, y eso es en casos extremos.
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