Los videojuegos son productos culturales. Aunque su naturaleza como experiencias enfocadas en vender millones de copias ha hecho que este factor no sea el centro de atención de algunos proyectos, no hay que olvidar que estos productos, a veces, reflejan un punto específico al que no estamos expuestos todos los días. Un ejemplo de esto es The Witcher, el cual llevó el folclore polaco a las masas. Títulos como Okami, Mulaka, Black Myth: Wukong y otros más se han encargado de hacer lo mismo a diferentes escalas. Uno de los casos más sonados en los últimos años ha sido South of Midnight, el siguiente gran trabajo de Compulsion Games, el equipo canadiense que hace tiempo nos entregó We Happy Few. Ahora, bajo el logo de los Xbox Game Studios, el estudio se ha dado a la tarea de explorar un territorio poco conocido, y que tiene apenas un siglo de existencia: el gótico sureño.
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