Los videojuegos deportivos, que empezaron como simples imágenes pixeladas rudimentarias, han progresado enormemente y ahora adoptan la forma de deportes que son tan buenos como los eventos deportivos reales. Esta evolución no solo cautiva a los jugadores, sino que también crea una zona gris en el deporte y moldea a quienes participan en las apuestas deportivas. Con cada juego posterior, estas expectativas se vuelven más atrevidas y, a su vez, afectan las percepciones y la forma en que los apostadores viven en el mundo deportivo real.
LEER +