PS VITA
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Atlus
Atlus
29/09/2015
Si hay algo que Atlus hace increíblemente bien con la serie Persona es implementarle buena música. El sublime nivel de pop que maneja es un ingrediente indispensable para la personalidad cultural que sus juegos expresan. Para los fans, la llegada de un spin-off musical del legendario Shin Megami Tensei: Persona 4 fue al mismo tiempo natural e impresionante. Debido al apartado sonoro no es de sorprender que un juego de ritmo explotara dicho aspecto de la franquicia, y el resultado es sorprendente.
Al igual que muchos, me dejé engañar al pensar que Persona 4: Dancing All Night sería un juego de ritmo y nada más. Pero viniendo de Atlus, es solamente predecible que incluyeran un modo historia tan oscuro como cualquier entrega de la serie. Tan pronto como accedemos al menú después de su espectacular rola de introducción, podemos adentrarnos en el Story Mode que por más de 6 horas nos tendrá avanzando de episodio en episodio en una narrativa que se vuelve cada vez más densa, misma que es canonica y ocurre después de Persona 4: Arena Ultimax.
La manera en que funciona la historia es bastante lineal, casi como si estuviéramos viendo una novela gráfica. Después de una larga introducción donde conocemos las bases del argumento y a los nuevos personajes como las chicas del grupo idol Kanamin Kitchen, avanzamos de escenario en escenario presenciando más de la historia solamente interrumpida por canciones por completar.
El Investigation Team completo está de vuelta, invitados por Rise para el concierto Love Meets Bonds Festival. La idol desea que sus mejores amigos sean sus bailarines, por lo que después de exhaustivas sesiones de práctica todos se encuentran listos para el gran evento. Junto a nosotros se presentarán otros grupos, entre ellos Kanamin Kitchen y su líder Kanami Mashita.
Como es de esperarse, los problemas comienzan a ocurrir después de que rumores de un video de una idol supuestamente muerta apareciendo en la página web del festival comienzan a circular. Justo antes del festival varias cantantes desaparecen y es nuestro deber entrar al Midnight Stage (remanente del Midnight Channel del juego original) para combatir sombras y rescatarlas. Midnight Stage es un universo donde la violencia no se puede practicar, por lo que la única manera de derrotar a las sombras es… bailando. Sí, así de ridículo, las invocaciones de los personajes dejan a un lado las armas para cambiarlas por guitarras, bajos, saxofones, trompetas, arpas y más con tal de darte el ritmo perfecto para ganar.
Por más sosa que suene la manera en que progresamos en la historia, cabe destacar que su valor cultural es altamente preciado. Pequeños detalles como el funcionamiento de la industria pop en Japón y la manera en que actúan las idol y sus alter ego para mantener cautivos a los fans son exquisitos para un entusiasta del J-Pop y K-Pop, por ejemplo. Nos encontramos con productores abusivos, agencias de entretenimiento corruptas, idols explotadas y conceptos cada vez más descabellados para atraer la atención del público; simplemente un reflejo del mundo real.
Lamentablemente, la historia podría alienar a muchos en primera instancia por sus conceptos clavados en la industria del pop. Por otro lado, la progresión ocurre simplemente a través de diálogos donde no existe interacción alguna, además de que el tiempo entre partidas musicales es demasiado largo. Esto podría provocar que perdamos el interés y saltemos directo a la acción en el Free Mode.
En cuestión de jugabilidad, Persona 4: Dancing All Night hace algunas cosas bien y otras no tanto. Como en cualquier juego de ritmo, debemos presionar botones correspondientes a los símbolos en pantalla en cuanto lleguen a un marcador. La manera en que se presentan los niveles es bastante visual, con el impecable diseño gráfico que caracteriza al equipo desarrollador. En medio tenemos al personaje ejecutando sus espectaculares pasos de baile en escenarios coloridos mientras botones van apareciendo del centro de la pantalla en camino hacia los extremos.
Los botones que utilizamos son Arriba, Izquierda y Abajo en el lado izquierdo de la pantalla y Triángulo, Círculo y “X” en el lado derecho. Adicionalmente se encuentran los sticks, a los que debemos darle un golpecito cuando un marcador especial aparezca en pantalla. En conjunto pueden presentarnos retos muy complicados en las dificultades más altas. El modelo puede ser un poco difícil para quienes estamos acostumbrados al esquema de series como Project DIVA o Theathrythm Final Fantasy, donde los botones a presionar siempre están a la vista en la pantalla; aquí debemos estar al pendiente de los dos extremos para saber qué presionar en qué momento, lo que podría naturalmente distraernos del lado contrario.
De ahí en fuera, el diseño de los retos es bastante gratificante. Contrario a otros juegos, Hard Mode aquí no sólo trata de ponernos retos difíciles con miles de botones en pantalla y sin sentido, la combinación de los seis botones y los sticks análogos realmente nos harán sentir como si estuviéramos controlando el ritmo tanto de la canción como de la coreografía del personaje. Hubiera sido increíble que de alguna manera adaptaran el uso del botón Cuadrado y Derecha, aún así lograron crear partidas suficientemente sofisticadas para lograr que nos olvidemos de ellos. Si se nos complica mover los pulgares hasta los sticks y de vuelta, también está la opción de usar L y R como alternativas.
Persona siempre ha tratado temas sobre la amistad, el compañerismo y la aceptación de uno mismo ante los demás. Aquí no es la excepción ya que para lograr las mejores puntuaciones debemos generar combos suficientes y así llamar a un compañero para que baile con nosotros. Por otro lado, otros personajes nos motivarán y celebrarán nuestro éxito a lo largo de cada canción, logrando así que sintamos que estamos en un verdadero show.
Desafortunadamente en cuestión de variedad se queda un poco corto con apenas 30 piezas en su catálogo (algunas de las cuales se repiten), aunque existe un gran catálogo de DLC disponible para comprar. Los personajes nuevos también dejan mucho que desear, ya que los conocemos por corto tiempo y no logran conectar con nosotros debido a que resultan algo huecos y faltos de personalidad. No obstante, los personajes que ya conocemos lucen más espectaculares que nunca, además de que podemos comprar todo tipo de vestuarios y accesorios para hacer de la experiencia más variada.
Persona 4: Dancing All Night es una verdadera fiesta de principio a fin. La música es increíble y los remixes de piezas emblemáticas de la serie son suficientemente valiosas para que adquiramos el título solo por ellas. El diseño de la interfaz, de los personajes y de los escenarios son un deleite visual, y de tener una historia más dinámica con mayor profundidad en los personajes sería un juego perfecto. Estamos quizás frente a uno de los últimos títulos de esta categoría para PlayStation Vita.