Como les comentaba en el podcast, he seguido The Order: 1886 desde mayo de este año y en cada evento que lo he jugado y lo he visto desde otra perspectiva. E3, TGS, EGS, siempre me emociona jugar algo nuevo y en PlayStation Experience, The Order: 1886 era, quizá, el juego más buscando por la gente durante la expo. Las filas eran de más de dos horas para probar el nuevo demo de 45 minutos. Y creo que valía la pena la espera. Ahora les digo por qué.
Creemos haberlo visto todo. Ya sabemos que The Order: 1886 es un juego de disparos en tercera persona ambientado en el Londres neo victoriano. También sabíamos que Nikola Tesla es el encargado de diseñar las armas y más importante aún que los hombres lobo serán los enemigos a combatir –lo cual me parece fantástico–; sin embargo, lo que no habíamos visto y jugado tampoco es que el título tendrá un estilo de juego enfocado a la infiltración como parte de sus mecánicas. Esto le da un buen toque a la experiencia.
El demo era el que mostraron durante la conferencia de PlayStation Experience. La misión se sitúa dentro de lo que es una especie de zeppelin. No voy a contar mucho de la historia, pues prefiero que ustedes la descubran pero en términos generales el objetivo es rescatar a un alto burgués y desactivar artefactos explosivos ubicados dentro de esta nave. Bajo el mando de Galahad (el protagonista) y tu compañero francés Lafayette, tenían que explorar cada rincón del zeppelin. Pero el juego se pone interesante al mostrar la dinámica de infiltración en escenarios cerrados en los que debes evitar que te descubran para llamar la atención. Basta con ver el principio del demo en el cual los miembros de la Orden están haciendo lo que parece rappel para entrar a la nave.
El sistema de cobertura es bastante intuitivo y responsivo. Apretar el botón de “círculo” hace que nuestro personaje de inmediato se pegue a una superficie para evitar ser detectado. Tendrás que ser muy precavido al acercarte a los enemigos por detrás y presionar el botón adecuado para ejecutarlos a tiempo o de lo contrario morirás. Sí, muy al estilo God of War.
No es una novedad que este juego tenga Quick Time Events, de hecho hace todo el sentido considerando que una experiencia enfocada en lo cinemático y lo dominan a la perfección después de haber trabajado con God of War en varias entregas. La intensión del juego es nunca romper el ritmo a menos que sea necesario y eso se consigue gracias a las transiciones en tiempo real entre el cinemático y gameplay. Ésta es una de sus mayores virtudes y, evidentemente, uno de sus mayores logros técnicos como juego y para el estudio Ready at Dawn.
Aunque el juego está diseñado de una forma lineal de punto A al B, no llega a sentirse como algo aburrido. A menos así es lo que me ha aparecido después de jugarlo ya varias veces. Los Quick Time Events además de ser utilizados para reaccionar antes situaciones como ataques de enemigos frontales y traseros.
Al menos 10 minutos de los 30 que duré jugando, tuve que estar encubierto para llegar al siguiente punto. La acción comenzó justo en el momento adecuado dándome la oportunidad de probar varias de las armas que vetemos en el juego. Además de recogerlas del piso, parece que el jugador podrá portar hasta 4, siendo una de ellas las granadas.
Metralletas, escopetas, rifles sniper, pistolas. Considerando que el juego está ambientando en los mil ochocientos, cada una se siente con un balance entre lo experimental y lo que podría ser el funcionamiento adecuado de cada una para su época. La metralleta tiene recoil, mientras que la escopeta sólo funciona a corto alcance y las granadas de humo para desorientar los enemigos. Una de las funciones más útiles que veremos en cuanto a los disparos, es que tiene un “bullet time”, con el cual se puede acabar con varios enemigos al mismos tiempo aunque la duración del efecto es de poco tiempo. Así que afina tu puntería.
Una de las cosas que más positivas encuentro que tiene The Order: 1886 es que el personaje, en este caso Galahad es ágil, se siente, responde y mueve de manera rápida. El control de este juego me parece que es algo que muchos podrían amar ya que no se siente como un juego de disparos pesado o torpe sino todo lo contrario.
The Order: 1886 cuenta con puzzles. De hecho serán parte fundamental. Usando los análogos puedes desconectar un switch de luz para distraer a enemigos o abrir una cerradura, muy al estilo Splinter Cell, pero adecuado a la época y con dispositivos un tanto rudimentarios.
De lo que más recato en cada demo, además de la jubailidad, es que puedo darme cuenta que la trama y narrativa entre personajes será fundamental y algo en lo que más trabajo y espero ha puesto el estudio. Recordemos que The Order es un grupo especial conformado por 4 miembros que están al servicio del gobierno para hacerse cargo de situaciones un tanto “especiales” como enfrentar a estos licántropos. Sir Perceval, como líder de la Orden está entrenando bien a este grupo de jóvenes que tiene una responsabilidad mayor a la que se imaginan. Los momentos y conversaciones entre cada uno, toma de decisiones e interacción son brillantes. Es como estar viendo una película. De hecho, todo el contexto e historia de The Order: 1886 pareciera como una gran oportunidad para el cine de Hollywood.
Sólo nos queda espera un poco más. Será en febrero cuando tengamos este juego ya en nuestras manos. Lo único que puedo decir es que una de las más interesantes propuestas que le he visto a Sony en muchos años. Y aunque el juego brilla en muchas cosas, no podemos adelantarlos hasta jugar el producto final. Muy buenas impresiones las que nos llevamos del juego durante PlayStation Experience. No olvidemos que mostraron un pequeño fragmento de cómo será el combate cuerpo a cuerpo con los hombres lobo, aunque todavía queda muchas cosas por ver de este juego.