Por: Julián Rodríguez (@julihann)
Alguna vez en nuestra infancia (e inclusive hasta el día hoy lo seguimos haciendo) vimos la película de Toy Story en la cual, los juguetes del pequeño Andy cobraban vida. Al igual que Andy, algunos de nosotros siempre imaginábamos que nuestros juguetes tenían vida; donde nuestros muñecos de Saint Seiya se ponían la armadura, nuestros Transformers se transformaban solos o que nuestros Zords se fusionaban en un Megazord. Ésa es la primicia de Super Smash Bros, un título de bajo presupuesto que no pretendía salir de Japón, donde un niño juega con sus muñecos (en este caso los héroes de las franquicias de Nintendo) y estos cobran vida enfrentándose en diversas arenas.
A su vez, pocos juegos nos han hecho pasar ratos inolvidables en nuestra infancia, si naciste en los años 80s seguramente este juego te saca un aire de nostalgia. Era el año de 1999, el Nintendo 64 carecía en su catálogo juegos de peleas que realmente nos ofrecieran una experiencia gratificante tanto en single player como en modo multijugador. Gracias a su creador, Masahiro Sakurai, es que hoy jugamos la excepcional serie de Super Smash Bros.
El origen de Súper Smash Bros., como ya muchos saben, se remonta a 1999, donde Masahiro Sakurai y Satoru Iwata (actual presidente de Nintendo) desarrollaron el juego Dragon King: The Fighting Game (kakoto-Geemu Ryuoh. Ryuoh fue el nombre clave de ese proyecto en el cual Sakurai e Iwata buscaban ofrecer una alternativa a los juegos de lucha en 2D y realizar un juego donde cuatro jugadores se enfrentaran simultáneamente.
En un principio, el juego desarrolló con sólo cuatro personajes sin rostro enfrentándose en combate, posteriormente Sakurai pidió permiso para utilizar los personajes de Nintendo para que protagonizaran el juego. Una vez ya con los personajes de Nintendo, se eligieron los personajes de las franquicias más importantes y se elevó el número de los mismos que como bien sabemos, hoy en día aumentan con cada entrega.
La primera vez que leí algo sobre este título, fue por allá en 1998 en las revistas especializadas que en aquel entonces cubrían los eventos que realizaba Nintendo (como el Space World y sus apariciones en E3). En ese tiempo, sólo se nos mostraban imágenes de lo que sería el juego y qué personajes tendría, además de las reseñas que trataban de transmitir todo ese feeling que a ellos les generaba en ese momento (recordemos que en aquellos tiempos, el internet no era tan masivo y/o accesible y por lo tanto la información tomaba tiempo en llegar). Tampoco no podemos dejar de lado, ese maravilloso comercial donde las botargas de los personajes de Nintendo se goleaban entre sí.
El hype generado por ver a los personajes de las distintas franquicias de Nintendo batiéndose en escenarios recreados o extraídos de las mismas, había sido inimaginable hasta aquel entonces. Vimos por primera vez a varios personajes trasladados del 2D al 3D, nos maravillamos por ver a Donkey Kong, Yoshi, Captain Falcon, Luigi, Samus, Ness y Pikachu en gráficos totalmente en 3D y ¡peleando entre ellos! La emoción sólo aumentaba al ver, después de jugar Super Mario 64 y The Legend of Zelda: Ocarina of Time a sus protagonistas luchando entre sí.
Por otra parte, también nos mostraban personajes de franquicias que no tuvieron su adaptación al Nintendo 64 (como Samus y Luigi, que tuvo que esperar al GameCube para tener su propio juego) y de algunas que no volvieron a tener versión alguna, como Earthbound. En el caso de Ness, perteneciente a esta serie, hay que decir que no era realmente conocido en América, sólo Earthbound llegó al SNES mientras que el resto de Mother se quedó en Japón. Habría que reflexionar al respecto: ¿cómo hubiera sido el futuro de Ness de no haber salido en Smash Bros?
Cada personaje contaba con sus movimientos característicos que a veces eran un dolor de cabeza. Si bien cada uno se caracteriza por venir de diferentes franquicias con temáticas y géneros distintos, en Smash Bros. encontraban cierto equilibrio, aunque claro, había cierto orden en el tier ranking –en aquel entonces, antes que Final Destination y Fox, Pikachu dominaba el listado. Los Smash Attack variaban dependiendo del personaje que eligiéramos, por ejemplo, Mario tenía las bolas de fuego, Link el ataque en espiral, Pikachu el thunder jolt, que en realidad todos nombrábamos “el attack trueno”, vaya pues, estoy seguro de que cada movimiento está lleno de historia.
Pocos juegos nos han hecho pasar un rato sumamente enriquecedor con nuestros amigos, y uno de esos es Smash Bros. La idea original, y que cambiaría la forma de ver los juegos de peleas, nos permitía combatir entre cuatro jugadores al mismo tiempo, sobre todo porque estamos hablando de un juego que también ha llegado a ser considerado como un fighting. Ya sea que todos los jugadores participen o se incorporaran más controlados por el CPU, lo mejor es que cuatro de tus amigos estén sentados en el mismo cuarto o en el mismo sillón.
Mucho del éxito de este juego se debe en parte a la convivencia generada con la modalidad de multijugador. El sentir esa carrilla, esas groserías y esas humillaciones que propinabas (o te las propinaban) no tenía comparación.
Otro éxito que se suma a la primera entrega es el modo de un solo jugador. Aquí, escogías el personaje que mejor te acomodaba y luchabas uno por uno contra cada peleador en su propio stage, había escenarios especiales como pelear con Giant DK, Metal Mario, la horda de Yoshis y el inolvidable Fighting Polygon Team.
El stage final de Súper Smash Bros. es la cúspide que nunca pudo tener Andy con sus juguetes. El jefe final del juego es la “Master Hand” la cual es, podemos imaginar, la mano del niño que juega con sus muñecos. Aquí es cuando debemos de poner en práctica nuestras habilidades que aprendimos durante el juego y al vencer a los jefes del mismo y vences la mano que nos da vida (entendiendo como que es la mano que nos mueve durante todo el juego recuerden que somos juguetes).
Super Smash Bros. fue y sigue siendo una experiencia formidable hoy en día en cada uno de sus modos. Smash Bros tiene más juegos en diversas consolas con muchos más personajes en todas sus versiones, pero con la diferencia que carecen con un modo de “historia” y simplemente se centra en las peleas entre los personajes, dejando de lado ese toque maravilloso que hacia especial a ese juego, regresándonos a nuestra niñez donde todos nuestros juguetes tenían vida.
¿Recuerdas tu primera experiencia con Smash Bros?
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