El nuevo Mario Kart está entre nosotros y después de algunos días de más de juego les puedo dar mi opinión sobre esos pequeños ajustes que convierten a esta entrega en algo realmente memorable. Después de más de dos años de jugar Mario Kart 7, juego que es prácticamente una tesis de lo mejor que vimos en la serie hasta 2011, no pensaba en que ajustes sencillos podrían transformar la experiencia en algo que conservara al mismo la diversión y magia de la serie de manera tan balanceada.
¿Por qué nos gusta Nintendo? Algunos podrían atribuirlo a la nostalgia, puesto que sus juegos se encuentran plagados de referencias a los primeros videojuegos con los que la mayoría crecimos; otros podrían decir que se debe a la dedicación de la compañía japonesa y el cuidado que tienen con sus franquicias principales. A mí me gusta llamar a ese toque especial de Nintendo como su “magia”, a esa serie de elementos que le dan identidad y que cuando se materializan en productos como Mario Kart 8 nos provocan sonrisas difíciles de borrar del rostro, escalofríos al escuchar las melodías que acompañan nuestros viajes, e incluso una lágrima que brota del rostro con la emoción inocente que podría compararse con el sentimiento de un niño que recibe el regalo deseado la noche de navidad.
La primera vez que jugué Mario Kart 8 traté de quitarme todo el hype que podría ser dañino para mirar el juego de forma objetiva y sin prejuicios, pero me di cuenta de que todas las expectativas que se habían levantado por el juego eran completamente válidas al estar ante un producto que cumplió con un título visualmente atractivo y nuevos elementos que hacen de la experiencia algo que consolida su autoridad en el género.
Las primeras partidas que disfruté fueron nostálgicas al ser multijugador a pantalla dividida, en las que recordé que es quizá este modo la mejor manera de convivir entre amigos; también me di cuenta de que a pesar de la práctica que hemos desarrollado después de dos años de jugar sin parar Mario Kart 7, Mario Kart 8 nos han hecho aprender de nuevo y comenzar casi desde cero a familiarizarnos con esta nueva entrega.
Ya en solitario me sumergí en un placentero viaje a rincones desconocidos del Reino Champiñón que no pude apreciar en el multijugador. Mientras que a pantalla dividida algunos elementos no fueron tan notorios, y quizá se redujo un poco el framerate, en solitario pude disfrutar del juego como sé que Nintendo quiso ponerlo en las manos del consumidor. Me encontré con pistas cuidadosamente diseñadas con múltiples caminos y atajos. Más que cualquier cosa, Mario Kart 8 resultó ser un viaje que les recomiendo ampliamente, también en solitario: sólo basta conducir en las pistas, observar los logos en los espectaculares, en los espectadores, así como como en la arena y el mar de las pistas de playa.
Incluso las pistas clásicas que creemos que ya conocemos resultan ser reinvenciones completas. Es completamente notorio que Mario Kart 8 es el resultado de mucho tiempo de minucioso desarrollo, en el que Nintendo tenía que apostar el todo por el todo para impulsar las ventas de su consola. Me di cuenta de que mucha de esa magia reside en crear un producto pensado para ser disfrutado por gente de cualquier edad, raza y género; a diferencia de otros juego muy enfocados en ciertos mercados, productos como Mario Kart 8 tienen un gusto universal que hacen que trascienda las fronteras y sintamos que está hecho completamente pensado en nosotros.
A pesar de que estamos ante un juego de carreras en el que lo que más importa es cruzar la meta antes que los rivales, al igual que en los demás juegos de Mario Kart lo que sucede entre el inicio de la carrera y el final se verá afectado por las habilidades de conducción de los participantes. Les recomiendo revisar la reseña, donde Asher nos describe en qué consisten los nuevos objetos que le ponen el toque de diversión a esta entrega de la franquicia.
Adicionalmente en la reseña les prometimos que hablaríamos del modo batalla, y puedo confirmarles que a pesar de que resulta muy divertido es el único aspecto que no me pareció un acierto.
El modo batalla en esta ocasión no tiene arenas especiales, sino que se desarrolla en las pistas. Lo anterior resulta negativo considerando que algunas de ellas son demasiado extensas como para andar buscando a los demás personajes, y aunque tarde o temprano se juntarán en el camino, era mucho mejor tener una arena especialmente diseñada para este fin, que sólo correr alrededor de la pista en el sentido que elijas. A lo anterior se le suma la ausencia de un mapa en pantalla que te indique la presencia de los jugadores. Todo lo anterior hará que este modo sea abandonado por los jugadores, quienes ya desde otras ocasiones quizá no le han prestado la atención debida a este modo que está presente desde los orígenes de la serie.
Esto tampoco demerita la experiencia total que ofrece Mario Kart 8, y aunque quizá se hubiera agradecido que al igual que en los demás elementos nos encontráramos con una evolución positiva, sigue siendo muy divertido, sobre todo al jugarse entre amigos, pues de lo contrario sólo en difícil te supondrá un buen reto al que quizá no regreses muy a menudo.
Resulta algo poco complicado decir que un juego de Mario Kart es justo, sobre todo por el factor sorpresa de los ítems que supone parte de la esencia del juego y de su toque divertido. Aún así, hemos visto cómo se ha refinando la fórmula cada vez más, para que además del papel que toman los objetos en el juego, sea la habilidad al volante lo que defina quién se queda con el primer puesto, y de esta manera se pueda convertir en algo muy factible para las competencias formales.
En Mario Kart 8 el factor suerte con los objetos sigue siendo importante, pero hay una serie de puntos que debemos señalar que hacen que la experiencia esté mucho más balanceada que antes y pueda ser más disfrutada por quienes por mucho tiempo estarán jugando con fines competitivos.
Fue notorio un balance general, lo noté cuando en una de mis primeras carreras iba por debajo del octavo lugar y, en lugar de obtener una concha azul o una bullet bill, la ruleta de objetos me “castigaba” con conchas verdes u otros objetos débiles, obligándome a usar mis habilidades de conducción en lugar de sólo los objetos para llegar de nuevo a los primeros puestos.
A continuación listo una serie de elementos que me parece que han vuelto la experiencia en algo mucho más equilibrado y disfrutable a largo plazo:
⦁ Reducción de la frecuencia en que aparecen súper objetos (concha azul, bullet bill, super horn, etc.): Aunque me han tocado dos impactos de concha azul al momento de tomar mucha ventaja en una carrera para mantener el equilibrio, es muy notorio que la frecuencia en que aparecen los súper objetos se ha reducido significativamente. Serán varias las carreras en que no te toque el temible impacto del rayo o el impacto de la concha azul, por poner un par de ejemplos
⦁ Importancia del sistema de monedas: Al igual que en Mario Kart 7, las monedas tienen un papel muy importante en Mario Kart 8, siendo que al completar diez de ellas tu velocidad incrementará significativamente. La lucha por las monedas en la pista será una vez más una de tus principales concentraciones en la carrera, y habrá ocasiones que en la rueda de objetos ni siquiera te den un ítem ofensivo o defensivo, sino una moneda que puede hacer la diferencia a la hora del sprint en la recta final.
⦁ Cambio significativo en el sistema defensivo: Cuando te encuentras en las primeras posiciones, la prioridad es defenderte de los ataques de objetos enemigos, por lo que tus estrategias de defensa son muy importantes. Anteriormente podías dejar detrás de ti objetos como el plátano o alguna concha para que sirvieran a manera de un escudo protector. Adicionalmente ya tenías de repuesto en tu casilla de objeto uno adicional para que nunca te quedaras desprotegido en la carrera; lo anterior significaba que había personas que quizá usando sólo defensas tomaban mucha ventaja a menos de que llegaran golpes inevitables como el de la concha azul. En esta ocasión sólo tienes un objeto, y aunque lo traigas como escudo en la parte trasera del kart, no desaparece de tu casilla de objetos evitándote que tomes uno adicional para reponer tu defensa en caso de perderla. Este aspecto provocará que sean muchísimas las veces en que te encuentres completamente desprotegido, lo que a su vez provocará que pienses mejor tus estrategias y evitar que haya usuarios imbatibles al tener siempre fija una defensa en su espalda.
⦁ Caídas que no rompen el ritmo de la carrera: Te enfrentarás a algunas pistas en las que si no eres preciso caerás por el borde, como el caso de Rainbow Road. Anteriormente cuando caías en un precipicio, la recuperación podía ser lenta y se veía rota por los cortes de cámara en lo que te recuperabas. En esta ocasión cuando cometes este tipo de errores, Lakitu actuará más rápido de lo normal, y aunque se queda con su respectiva propina de tus monedas, no te rompe el ritmo de la carrera al no haber cortes y fomentar una reincorporación muy pronta.
⦁ Castigos más severos ante errores de conducción: En Mario Kart 8 he sentido por primera vez castigos muy fuertes ante errores como chocar o salirme del trazado principal de la pista. Llega un momento en que tu kart llega a tener muy buena velocidad que se pierde al rozar una pared con un choque o permitir que alguna de tus ruedas salga de la pista. La recuperación ante estos errores se llega a sentir mucho más lenta y apegada a la realidad, lo que te obligará a dar vueltas prácticamente perfectas ante la competitividad de tus amigos o la inteligencia artificial.
⦁ Estadísticas de los vehículos con mejores efectos en la pista: Al igual que en Mario Kart 7, tú podrás combinar entre una carrocería, ruedas y un ala para obtener las estadísticas del vehículo que más se adapten a tu estilo de juego. Me parece que en esta ocasión este sistema está mucho más refinado dándote el control sobre la manera en que quieres jugar y los aspectos del juego que más se adapten a tus necesidades.
Con todo lo anterior, sumado a físicas reajustadas de los karts más apegadas a la realidad, tenemos una entrega que funciona muy bien como juego de carreras y es más justo aun considerando que los ítems siempre dan un factor sorpresa que le dan el toque característico de diversión y estrategia a la serie.
Lo único que me queda agregar, estimados lectores, es que Mario Kart 8 conserva todo el legado de más de 20 años de historia de la franquicia, convirtiéndose una vez más en la versión definitiva de la serie. Me gustaría volver a ver Mario Kart en formato portátil y sé que sucederá, pero, por el momento tenemos la versión de la serie en Wii U.
Podría seguir escribiendo cientos de palabras en torno a aspectos como la experiencia competitiva y la fantástica banda sonora del juego, pero prefiero invitarlos a que lo prueben por ustedes mismos el próximo 30 de mayo y nos compartan sus experiencias.
Un aspecto que nos queda por revisar es el modo en línea, puesto que por el momento no hay una buena base de usuarios al ser sólo la prensa quienes tenemos el juego. Ya llegará el momento de discutirlo después de probarlo a profundidad y es seguro que si hay algún hueco en el juego que no hayamos descubierto, la comunidad en línea lo encuentre y lo haga evidente.