Review – Mulaka

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 Durante los últimos años, el desarrollo de videojuegos en México ha ido ganando varios exponentes; ya sea a través de concursos, financiamiento comunitario (o crowdfunding) a través de plataformas como Kickstarter  e Indiegogo, la iniciativa privada o instituciones gubernamentales, poco a poco el sector económico y cultural ha notado que los videojuegos son una fuente de ingresos interesante que necesita ser explorada por nuestra nación. El equipo Lienzo, originario de Chihuahua, ha querido darnos un nuevo exponente en este sector y, al retomar la cultura Tarahumara, darle una identidad y sentido único a su aventura. Pero, ¿acaso es suficiente tener un trasfondo cultural valioso para ganar notoriedad en esta industria? Mulaka, como le han llamado a este primer, gran intento, busca un lugar en la escena internacional de los videojuegos.

Mulaka llega gracias al cobijo del ICHICULT, que es el Instituto Chihuahuense de la Cultura, una situación en la que se han visto varios videojuegos durante los últimos años, especialmente en Europa, como es el caso reciente de Fe realizado por Zoink! Games y publicado a través del programa EA Originals. Por lo tanto, el equipo de Lienzo no toma la cultura Tarahumara así como así, sino que se ha apoyado en expertos en su cultura, creencias, hábitos, costumbres y, en resumidas, cuentas, de su valor folclórico y su visión de vida. Dicho esto, sabemos que Mulaka es un videojuego que tiene un valor cultural y que representa a una etnia que incluso en su país de origen, no suele ser apreciada lo suficiente; pero trasladarlo a un entorno interactivo y de paso convertirlo en un producto que cumpla con otros aspectos, es diferente.

DÁNDOLE VOZ Y FORMA A UNA ETNIA

En esta jornada, Lienzo nos presenta a Mulaka, un chamán que tiene que comenzar a defender a su tierra de una fuerza que busca controlar su amada sierra tarahumara; por supuesto que, aunque el propósito es noble, Mulaka se irá enfrentado a varios enemigos en el trascurso de su aventura, pues con mecánicas de exploración prestadas de títulos consagrados en la industria como The Legend of Zelda (una referencia que el mismo Lienzo ha dicho claramente en varias ocasiones) y Okami, también inspirado en TLOZ, los niveles son básicamente entornos controlados donde fácilmente podrás saber cuál es el siguiente objetivo. En lo que respecta a la manera en que se nos presenta la historia, existen algunas cinemáticas, pero en general veremos varios trabajos artísticos animados de manera ligera que denotan un presupuesto austero.

Como bien te platicaba, la cultura Tarahumara es la base para todo el universo de Mulaka, por lo que muchas de sus creencias se han visto representadas a través de elementos del título y sus creencias; elementos como tu salud se dividen en tres por la misma filosofía en la que los seres humanos tienen tres vidas, o que la naturaleza provee de todo y no tienes más que recolectar y cultivar elementos como las flores y la salvia para recuperar tu salud, así como otros tres objetos de utilidad en tu inventario rápido. Mulaka tiene un entorno amigable la mayor parte del tiempo y que busca ponerte en contacto con esa naturaleza y espíritu ecológico que no suele formar parte de los videojuegos.

Algunos de los títulos que más nos recuerdan a Mulaka son Never Alone y Spirits of Spring, que representan a las culturas de Alaska y etnias de Canadá, cuyo camino no ha cambiado el panorama de la escena indie o alternativa, pero sí ha buscado un lugar en la industria. Al igual que éstos no resaltan por sus valores técnicos o de mecánicas de juego, Mulaka se ve encuentra en el mismo dilema.

CUANDO LOS HUMANOS Y LA NATURALEZA SE UNEN

Mulaka se juega a través de la exploración de pequeños niveles parcialmente abiertos, que a su vez tienen una estructura lineal, donde tendrás que identificar los objetivos, enfrentarte a ciertos enemigos y llegar a un jefe o subjefe en la zona. El combate se realiza a través de movimientos como correr, evadir, saltar y golpes, los cuales se realizan con un báculo que nuestro personaje porta, al mismo tiempo que los golpes son fuerte y estándar, pero que irán aumentando en su complejidad al crear combos conforme pasan las horas. Así, Mulaka puede crear combos de golpes y hasta movimientos especiales, mientras que la naturaleza también dota de otras formas de exploración al convertirte en un ave o realizar combate a distancia, por ejemplo. Aquí resaltamos que el chamán se apoya en una visión especial, que al presionar un botón te permite ver “más allá de lo convencional”, como algunas plataformas invisibles, los objetivos para continuar tu avance, coleccionables y personajes fantasmales, quienes tienen algo que contarle al buen Mulaka.

Alternado con el combate también encontramos algunos acertijos y que, a nuestros ojos, son bastante sencillos. Uno de los aspectos que podrían molestar a uno que otro usuario, es que Mulaka no representa un gran reto en términos de modo de juego, pues como que contábamos, su visión especial siempre te dirá a dónde ir, mientras que los combos son fáciles de realizar. Y aunque éstos son sencillos de hacer (el juego te los recordará de vez en cuando incluso en pleno combate) sentimos que los controles no están tan pulidos como esperaríamos; ya que es un juego que gráficamente no es demandante, sí percibimos que existe una especie de retraso entre el instante en que presionamos el botón para cierto movimiento y el momento en que lo vemos en pantalla. Es por ello que, de manera natural, verás a Mulaka ejecutar uno que otro golpe “de sobra” y que corta con la fluidez de sus enfrentamientos.

Y ya que hablamos de otros detalles, nos hubiera gustado que Mulaka tuviera una cámara más dinámica, pues en los combates te verás moviéndola innumerables veces para poder hacer frente a tu adversario; ya que no se puede fijar a un enemigo por defecto, el ritmo de las batallas suele caer en lo anticlimático cuando no te sientes verdaderamente en control de ti mismo. Como la exploración está bastante guiada y no cuenta con muchos caminos alternos, la inclusión de un mapa no es algo que se eche de menos, pero sí se agradece que en el menú de pausa, se marque el lugar en que te encuentras y puedas realizar viajes a otras zonas descubiertas, al mismo tiempo que muestra cuál fue tu progreso en dicha región.

UN ENTORNO CLARAMENTE POLIGONAL

El apartado artístico de Mulaka es rico en colores sólidos y polígonos, que ciertamente se sienten inspirados en juegos como Okami, The Legend of Zelda: Majora’s Mask y Journey, pues este último hace énfasis en el contraste entre el color dorado de las tierras cálidas y la frialdad del agua y el desierto en la oscuridad; por la locación de Mulaka, es una inspiración clara y una buena decisión de diseño. Pero si estás buscando algo ínfimamente realizado, será mejor que busques en otro lado, ya que su aspecto poligonal suele dar mucha rigidez a las dunas y colinas, así como a las expresiones de sus personajes, mientras que la gran mayoría del tiempo hace que sus escenarios carezcan de capas de complejidad. La música es sencilla y crea un ambiente aceptable, que a su vez se inspira en los sonidos e instrumentos de la cultura Rarámuri, aunque esto le afecta a las batallas importantes o que definen una buena parte de tu jornada debido a que no dejarán huella. En lo que respecta a otros detalles técnicos como cuadros por segundo y resolución, Mulaka no suele tener problemas de este tipo, salvo que en algunas ocasiones y en la versión que jugamos para esta reseña (PS4) los cuadros en pantalla bajaban, pero ya que éstos son inconstantes, no nos parecieron frustrantes ni que empeoraran otros aspectos del combate.

VISIÓN CULTURAL VS. LA IDENTIDAD DEL VIDEOJUEGO

La primera vez que pudimos probar un juego de Lienzo fue a mediados del 2016 con su “plataformero” Hunter’s Legacy; el cambio que realizaron de ese proyecto a uno como Mulaka sin duda es importante, pero también es una decisión astuta al dotarlo de todo este contexto cultural y noble que suele encantar a un gran público consumidor de los videojuegos indie o alternativos. La importancia de encapsular a una cultura, visión y filosofía de vida como la Tarahumara es, sin duda, gran parte del atractivo de Mulaka, pero en términos de historia y modo de juego nos topamos con varios detalles que denotan el estado en que se encuentra el desarrollo de videojuegos en México, es decir, en pleno crecimiento.

Es aquí donde el jugador se verá en un dilema al encontrarse con Mulaka en los aparadores este 27 de febrero; es visualmente rico en colores y con un aspecto artístico interesante, aunque denote un trabajo técnico que necesita varios ajustes para disfrutarse con todas sus letras. Si recordamos el caso de otro proyecto donde el folclor y las mecánicas retro han sido combinadas en el desarrollo hispanohablante, Maldita Castilla EX podría venir a tu mano, o incluso un homenaje tan claro como el que los venezolanos de La Cosa Entertainment realizaron a Jonathan Blow y Braid con su juego –KLAUS– nos dan un ejemplo más que estar “inspirado en” es cosa de todos los días, pero aportar tu sello propio hará que acapares las miradas de la escena internacional.