Movie Review – Macbeth

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unnamed-4Hay que agradecer a Justin Kurzel por su descarado atrevimiento al decidir adaptar una obra de más de 400 años, en una lengua que constantemente está evolucionando por lo que su comprensión e interpretación mutan a través del tiempo, y más aún con el valor agregado de uno de los literatos más representativos en la historia de la humanidad y el más importante en lengua inglesa: William Shakespeare.

En el cine, cuando adaptas una película, siempre estás a expensas de que el espectador juzgue y compare con la obra original; tomando en cuenta de que Macbeth es una obra escrita a entre 1599 y 1606, el resultado final se resume a lo que el director entendió de la obra teatral y el mensaje que nos quiere comunicar, que básicamente es el mismo pero con una comunicación ad hoc al siglo XXI.

Cabe destacar que las obras de William han sido traducidas y adaptadas de manera escrita en varias ocasiones para que el contexto vaya avanzando conforme lo hace la humanidad; imagínense intentar leer Macbeth o Hamlet en su idioma original, sería una empresa bastante complicada. Pero bueno, yendo al grano, Kurzel (sí, el director que prepara la película de Assassin’s Creed en 2016) hace lo que pocos, atreverse a ser criticado por la academia pero con un filme sólido y con fórmula ganadora.

Que no les extrañe que después de ver esta película –un poco pesada, por cierto– los protagonistas estén envueltos en alguna nominación para ser galardonados en los diferentes festivales de cine, o al menos como deseo personal, sí deseo verlos contendiendo por algo importante.

LA HISTORIA

Macbeth (Michael Fassbender) es un hombre justo, honesto, valiente y bravo General del ejército escocés que al finalizar una desgarradora batalla, es visitado por tres mujeres, brujas, entes, profetas o representaciones metafóricas del destino. Macbeth compartía batallas con su mejor amigo Banquo (Paddy Considine), sin embargo, la aparición de esta extrañas mujeres cambia el panorama de Escocia ya que augura el reinado de Macbeth y a Banquo un nuevo honor y descendencia con esperanzas de realeza, en pocas palabras, engendrará reyes.

A su regreso a casa, Macbeth va directo con su esposa, Lady Macbeth (Marion Cotillard), y le cuenta acerca de las profecías que estas extrañas apariciones le vaticinaron. La esposa de este valiente general es fomentada por estos relatos para tener un hambre enfermo de poder, tanto que busca persuadir a su marido para realizar acciones barbáricas en contra de su rey.

Duncan (David Thewlis), Rey de Escocia, es agradecido con Macbeth, ya que el guerrero dio su espada y valor a favor de la monarquía, por lo que se convierte en uno de los hombres de confianza de Duncan, el thane de Cawdor. Macbeth está a sólo un peldaño para ser rey de Escocia, sólo le falta asesinarlo, aún sabiendo que si fallan pueden ser condenados a muerte.

El resultado final es un hombre incorruptible que termina siendo corrompido por su mujer, toda la honestidad y esos valores fueron suprimidos junto con el asesinato a sangre fría de Duncan en sus propios aposentos y frente a la mirada pasmada de su hijo Malcolm (Jack Reynor), quien logra escapar lejos.

Obviamente Macbeth debe de tener una coartada, pero Macduff  (Sean Harris), thane de Fife, sospecha que algo no anda bien, sospecha de un atentado al rey de Escocia, así que decide emigrar a otros territorios.

Tras este episodio, Macbeth toma el control de la monarquía, siendo acechado constantemente por fantasmas que empujarán a la obsesiva demencia al otrora hombre honesto y que hará todo lo que sea necesario con tal de conservar su prosapia.

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LA INSANA MENTE DE MACBETH

Interpretar a cualquier personaje de Shakespeare es un honor para los actores, sobre todo en teatro, y más si hablamos de Macbeth, ya que la bondad minada a través de las palabras de una mujer, sabiendo que  el único responsable de sus acciones es él mismo. El amor que le tiene a ella, a su futura descendencia y a su futuro inmediato lo obliga a cometer contra su voluntad el regicidio.

Su mente está condenada a sufrir los constantes atisbos de espectros que cayeron en sus manos y las epifanías que buscan atormentarlo con cada movimiento estratégico que hace para que su culpa crezca, evidentemente es demasiado tarde. Todo esto sólo lo obliga a ahogarse en su propia locura hasta que ocurra su destino final.

Michael Fassbender consigue dividir por completo las diferentes etapas de personalidad que sufre su personaje durante el largometraje, que por cierto por su mismo dinamismo no necesita estar dividida en actos a pesar de ser una adaptación bastante apegada.

Michael no es el único que evoluciona durante el filme, su compañera Marion Cotillard también tiene una destacada participación al pasar de ser la mala influencia a la mujer arrepentida. A Lady Macbeth la culpa sí la corroe, de ser una cómplice del siniestro se convierte en una testigo de las atrocidades de su marido, atrocidades en serio, tan impresionante como para alcanzar la redención ante la desesperanza. Ambos actores lo hacen grandioso.

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DE LA VISTA NACE EL AMOR

Los diálogos de la película son pesados, propias de la obra literaria, pero van acompañados por una fotografía muy exquisita y meticulosa. La mezcla del slow motion, uno que otro flair bien hecho, mucha corrección de color y filtros fríos, van justificados de buena manera mientras procesamos el guión que estamos escuchando, de tal manera que llega a ser una delicia visual que acompaña lo lenta que puede llegar a parecer a algunos la cinta.

Me agradan los encuadres que le realizan a Fassbender para enaltecer su actuación y sobre todo las acciones clave de la trama que desencadenan la ira de Macbeth. Al ser una película cruda, la narrativa visual también se centra en el sufrimiento de las personas, víctimas, sentimientos, sensaciones, un trabajo muy humano y empático.

Claro que hay peleas, distan de ser hollywoodenses –gracias por eso–, pero los combates son breves y épicos; no esperen ver una coreografía al estilo de El Señor de los Anillos o de 300, esto es más real, hechos que sí podríamos ver en una batalla, pero con el temple de guerreros necesario para dar espectáculo. No sólo el guión es drama, también lo es visualmente.

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CONLUSIÓN

scoreatomixmovies4Macbeth es la muestra de que sí se pueden llegar a hacer adaptaciones buenas de obras literarias a cine. Hay que estar conscientes de que no es lo mismo consumir un producto destinado a la lectura que uno destinado a la televisión o cine, son cosas totalmente diferentes. Justin Kurzel logró realizar algo dificilísimo, el guión es súper fiel a la obra, y aún así nos entrega un trabajo de calidad con actores a la altura.

Revivir uno de los clásicos del escritor inglés hacía mucha falta a pesar que ya la hemos visto en repetidas ocasiones por grandes directores como Roman Polanski o la de Orson Welles, es una historia universal que no le es ajena a nadie, por lo que ustedes podrán sacar sus propias conclusiones acerca de lo similar de la película a la tragedia. La película es estética, te podría parecer cansada si no estás familiarizado con el lenguaje que se utiliza, y su lentitud podría llegar a pesar en algún momento del filme, pero retoma su camino con energía. Una película cruda, fría, algo sádica, con música ambiental (o a veces nada de música) y con actuaciones precisas. Está llena de monólogos que se hacen dinámicos gracias a los cambios de tomas, elemento clave para no hacer difícil la comprensión del filme.