Review – Goat Simulator [Móviles]

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review_goat_simulator_iosSi son amantes del internet, y están familiarizados con el fenómeno de Goat Simulator, seguramente saben que ya existe una versión para móviles. No se trata de un spin-off o un complemento para el juego completo, sino de un port muy bien logrado que imprime el alma del juego original, ahora para llevar.

Después de traernos expansiones gratuitas, un nuevo modo multijugador, y bastantes características que fácilmente le sacan una sonrisa al que navega por internet diariamente, Goat Simulator da el salto hacia las plataformas móviles para llevar su mensaje de amor, paz y tolerancia a todo lo que tenga un botón de encendido.

Si son nuevos en esta experiencia, es necesario explicar que este título consta de todos elementos opuestos a un simulador, vamos, hasta va en contra de la esencia de un “videojuego”. Básicamente nos enfrentamos a una caja de arena donde controlamos a una cabra, misma que guiamos a través de una serie de actividades donde la principal diversión consistirá en provocar caos, y caer en glitches absurdos.

No se espanten, de eso se trata esa experiencia. Tan pronto como accedemos a este sandbox hecho posible gracias a Unreal Engine 3, tendremos ante nosotros un mini mundo risible que nos invita a pelearnos contra otras cabras en una arena, a escalar grúas de construcción para lanzarnos a un trampolín, y deslizarnos por un tobogán para salir disparados por los aires.

goat-simulator-skinsSi hablamos de los elementos que sí hacen de Goat Simulator un videojuego, podemos destacar las estatuillas que se encuentran ocultas por todo el escenario, mismas que si recolectamos, nos ayudarán a desbloquear más opciones del juego como skins para nuestro caprino protagonista. Por otro lado, tenemos una puntuación constante que crece conforme realizamos trucos al más puro estilo de los juegos de Tony Hawk Pro Skater, sólo que aquí de maneras locas y extravagantes. Podremos volar gasolineras enteras con una explosión gigante para ganar el premio “Michael Bay”, tendremos la oportunidad de destruir construcciones de piedra para llevarnos el trofeo de “Goathenge”, o buscar participar en un ritual satánico en un pentagrama para sacrificar nuestra alma al diablo. Básicamente todo nos dará puntos, y tendremos que buscar constantemente algo que hacer o destruir para lograrlo.

Esta propiedad intelectual se hizo famosa desde su estado alfa por las físicas de muñeco de trapo, mismas que se hacen presentes cada vez que tocamos a un ser humano. La cabra siempre traerá la lengua de fuera y con la facilidad de un botón (virtual) podremos lamer prácticamente cualquier objeto a nuestro alrededor. Con ello, este objeto se pegará a nuestra lengua y podrá ser arrastrado a donde quiera que vayamos.

Con otro botón (también virtual, como todo el control) podremos dar cabezazos, con ello se abre otra capa de gameplay que nos invitará a buscar qué objetos pueden reaccionar ante nuestro golpe. Gracias a este elemento podremos reventar tanques de gas, explotar carros, gasolineras, otras cabras, y demás objetos que no revelaré en esta reseña.

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Existe cierta progresión en Goat Simulator que le dará algunas horas de vida para el que esté aburrido, como los logros de Game Center en iOS, por ejemplo. Recolectar las estatuillas nos permitirá desbloquear skins que nos permitirán convertirnos en un pingüino o en una jirafa, por ejemplo. Cada personaje cambiará ligeramente nuestro gameplay, y nos permitirá realizar acciones diferentes dependiendo del lugar en que nos encontremos. También podremos darle poderes de doble salto a nuestra cabra, o convertirlo en una cabra-araña para columpiarnos entre los edificios. En fin, el juego cuenta con bastantes elementos que si bien no replican la experiencia de PC, sí la sintetizan bastante bien en una tablet.

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Si de por sí los controles no eran el fuerte del juego, aquí representan el más grave problema. Enfrentarnos a un control táctil no ayuda para nada a la experiencia del juego, por más ridícula que sea. Lograr con precisión escalar una grúa o acercarnos con cuidado a algún ser humano se torna bastante difícil, y a más de uno lo exasperará lo acartonado de los controles.

Lo más destacable del juego es que a diferencia de muchos juegos para dispositivos móviles, este no incluye micro transacciones. Tampoco es gratuito, pues cuenta con un precio de 65 pesos mexicanos que no suenan nada mal para un experimento al que muchos si le pueden agarrar el gusto. Nada de tiempos de espera, nada de misiones diarias, fuera las micro transacciones, esto se trata de diversión pura, acceso fácil, y mucho, pero mucho caos.

Para esta reseña se utilizó la versión de iOS, pero también está disponible para Android.×

score-55Más allá de los errores, Goat Simulator imprime la misma esencia de su versión de PC, en formato reducido. Si son fans de lo absurdo le encontrarán cierto gusto por algunos minutos. Tal vez sea recomendable para los más pequeños, quienes se puedan entretener fácilmente por un juego que les de la libertad de hacer y deshacer a su antojo.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg