Review – Exodus: Gods and Kings

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Por: Javier Cortés (@Jeips)

atomix_movies_exodus_gods_and_kings_dioses_reyes_exodo_christian_bale_ridley_scottCuando escuchamos hablar de Ridley Scott, seguro vienen a nuestra mente grandes clásicos de ciencia ficción como Blade Runner o Alien; no obstante, el director inglés siempre ha mostrado un gran interés por los épicos de historia. Muestra de ello, fue su trabajo en cintas como 1492: Conquest of Paradise, Kingdom of Heaven, y por supuesto Gladiator, que en su momento marcó el regreso a las producciones monumentales de época.

En este 2014, Ridley apostó por dar continuidad a la iniciativa que se planteó Darren Aronofsky el año pasado, cuando trajo a la pantalla grande la historia del Arca de Noé, que si bien causó más controversia por sus diferencias con la Biblia y sus efectos descomunales, retomó el increíble arte de retratar historias bíblicas.

La historia de Moisés es conocida por todos: un esclavo hebreo que se crió entre faraones y regresó a su pueblo para convertirse en el patriarca que los liberó y guió a la Tierra Prometida. Si nunca viste el gran clásico con Charlton Heston un sábado de gloria, muy probablemente fuiste al cine a ver El Príncipe de Egipto, pero si de plano no conoces esta historia, ahora es buen momento para que te acerques a ella.

UN ÉPICO MONUMENTAL

Para trasladarnos al paraíso desértico en el que vivieron los egipcios hace 33 siglos, Scott apostó por realizar el shooting en el desierto de Almería, España, una locación de culto para los fanáticos del Spaghetti Western, además de haber albergado entre sus dunas la filmación de un gran clásico como lo fue Lawrence de Arabia.

Después de ver el tráiler, quizás puedas imaginar un flick de acción al por mayor, pero la verdad es que las escenas de batalla están perfectamente bien posicionadas en el filme, sin caer en los excesos de varios blockbusters.

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Un presupuesto de 140 millones de dólares, le permitió a Ridley echar mano de 4 mil extras, además de un trabajo en efectos visuales bastante fino que no roba protagonismo a la historia.

Claro ejemplo de esto, es la manera encarnizada en la que se retratan las plagas que cayeron sobre el pueblo egipcio, pues más allá de la desgracia, se nos plantea un verdadero caos social por la insalubridad y desabasto que causaron, transmitiéndonos una sensación de peste y crisis muy desesperante.

LOS SONIDOS DE ORIENTE

Parte clave de la ambientación, es la música de Alejandro Iglesias, un fiel colaborador de Pedro Almodóvar que ahora se adentró en el mundo clásico de Scott, regalándonos sonidos similares a los que nos dio Hans Zimmer en Gladiator.

Aunque si tuviéramos que escoger una comparación directa, creo yo que el espíritu de este score va más con el de La Pasión de Cristo de John Debney, retomando el mood bíblico con sonidos muy característicos del Medio Oriente.

MOISÉS, EL BÁRBARO

La ya impresionante carrera de Christian Bale, lo ha visto pasar de cocainómano (The Fighter) a superhéroe (Batman), de vaquero (3:10 to Yuma) a estafador (American Hustle), y de insomne (The Machinist) a líder de la resistencia (Terminator Salvation). Ahora, Bale tomó el papel de un redentor bíblico que está lejos de ser el hombre bondadoso y siervo fiel de dios.

Con todo el orgullo y el prestigio de un egipcio militar, podemos ver a un Moisés sanguinario y dominante en el arte de la guerra, que antes de asumir el rol de ser libertador, se muestra escéptico de dios, entablando así un continuo enfrentamiento con el ser divino en vez de obedecerlo ciegamente, lo que nos hace percibir a un hombre conflictuado que parece estar al borde del delirio; casi opuesto al Moisés sabio e iluminado de Heston.

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“I think the man was likely schizophrenic, and was one of the most barbaric individuals that I ever read about in my life”, comentó Bale tras leer el guión.

Pero la barbarie no termina ahí. Todos sabemos de los métodos opresores y la falta de escrúpulos en el Egipto de aquella época, pero el Ramsés que nos retrata Scott, deja en claro su faceta ególatra; su racismo y odio a los esclavos. Este personaje fue encarnado por Joel Edgerton, a quien quizás recuerdes como el tío Lars de Luke Skywalker en los Episodios II y III.

Finalmente, las sensaciones de resentimiento e ira no se limitan a los humanos, pues el mismo dios es quien comanda el hundimiento egipcio, un pueblo al que ve con gran rencor y que merece la desgracia. Este dios no es benevolente, es vengativo y hasta sadista, pues más allá de encomendarle una misión libertadora a Moisés, lo lleva al límite de la cordura hasta sembrar en él todo el enojo de un pueblo oprimido que grita por su libertad; es un dios guerrero.

LO MALO

Si bien el carácter y los designios de dios en esta película están lejos de lo que viste en catecismo, la idea de utilizar a un niño como su intermediario con Moisés no convenció. Particularmente, me recordó a la niña que Scorsese utilizó como un ángel en The Last Temptation of The Christ, o a la misteriosa mujer de La Pasión que representa al diablo; aunque en esas películas la imagen iba de acuerdo a su significado, y aquí más bien fue contrastante.

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Por otro lado, está la situación del prestanombres Ben Kingsley. Este actor se consagró hace más de 30 años con el papel de Gandhi que le valió un Oscar, por lo que continuamente es parte de proyectos orientalizados como The Prince of Persia y la misma Noah de Aronofsky. Cuando se confirmó dentro del cast, la mayoría apostamos a que daría vida al gran Seti, padre de Ramses, pero no, Kingsley simplemente fue un hebreo que pasó a segundo o quizás tercer plano de la película.

Finalmente, creo yo que cuando se planea la producción de un filme épico, la duración no debe estar sujeta a los estándares de Hollywood. En comparación directa con Los Diez Mandamientos de Cecil B. De Mille, y muchas otras de antaño como Ben Hur, Cleopatra y Quo Vadis, el tiempo no es problema, las historias se desarrollan y se ilustran lo más fielmente posible, dotando incluso de un sabor muy especial con sesiones maratónicas de casi cuatro horas. Y precisamente, fueron cuatro horas las que salieron del primer corte, pero por diversos acuerdos comerciales la película se redujo a solo dos y media, por lo que sin haberla visto, apuesto a que el director’s cut será una maravilla para los que disfrutamos de este gran épico.

RIP TONY SCOTT

Un gran detalle, es la dedicatoria especial que Ridley hace en esta película a su hermanoScreen Shot 2014-12-10 at 10.28.10 AM Tony, quien cometió suicidio en agosto de 2012 a causa del cáncer terminal que sufría en el cerebro.

Si bien Ridley siempre ha sido más ortodoxo y fino en sus realizaciones, Tony fue muchísimo más dinámico y pop en sus realizaciones, entre las que podemos encontrar Top Gun, The Last Boy Scout, True Romance y The Fan.

“I’m more classical and he’s rock’n’roll”, dijo alguna vez Ridley.

CONCLUSIONES

Si eres un fanático de las producciones bíblicas de antaño, probablemente encontrarás esta película con mucha acción y poco tiempo, pero no podrás negar que el acercamiento a la psicología de Moisés es sublime, pues más allá de dar por sentado que es un escogido por dios para realizar milagros, comprenderás la transición entre un rey opresor y un líder rebelde.

Ahora que si vas en busca de acción y un blockbuster de Hollywood con Bale como galán, probablemente encuentres aburrida la peregrinación por el desierto y los dilemas morales de opresión y libertad.

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