Reseña: Colour Bind

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Colour Bind es un puzzle muy particular. La mecánica principal del juego está basada en torno a cambios de color y en la gravedad. Tal vez les duela el cerebro luego de jugarlo, pero no podemos dejar de recomendarles leer la reseña para averiguar si este título es para ustedes. ¡Pásenle!

Según un señor llamado Newton, se afirma que un cuerpo en reposo o en movimiento recto y uniforme permanecerá en esta situación hasta que una fuerza externa lo cambie. De esta manera, los planetas del sistema solar están siendo atraídos en todo momento por el Sol. La gravedad es responsable de la formación de la Tierra y del movimiento de todos los cuerpos celestes. Debido a que es proporcional a las masas de los objetos que lo experimentan, los diferentes cuerpos celestes ejercen fuerza gravitacional más fuerte o más débil. Por esta razón, un objeto tiene peso diferente en distintos planetas, siendo más pesado en los planetas más grandes y más ligero en planetas chicos. también la gravedad es responsable de que Edgar sufriera una caída de gravedad.

Y aunque esto contradiga las creencias de algunas personas, esta interacción no afecta la atracción entre los seres humanos o, en palabras del propio Albert Einstein, “la ley de la gravedad no es responsable de que la gente se enamore”.

Ahora, hagamos un ejercicio con la tercera ley de Newton: F= (GmM) /R2. Es decir, G es una constante de gravitación universal, M se refiere a la masa del cuerpo que provoca la aceleración y R es la distancia entre éste y el cuerpo atraído. Si tomamos la aceleración provocada por la masa y la cambiamos por el modelo de color “RGB”, obtendremos algo como F= G x RGB x RGB /R^2 o, lo que es lo mismo, Colour Bind.

Creado por Finn Morgan, Colour Bind es un puzzle/plataformer en el que tenemos que cambiar nuestra perspectiva de la gravedad tradicional. Básicamente, tú controlas una especie de auto a control remoto por un mundo bidimensional y monocromático donde las reglas funcionan en relación al color que tienen. Tu misión es recuperar el prisma todopoderoso en cada uno de los 40 niveles y para lograrlo tienes que superar diferentes obstáculos. ¿Parece sencillo verdad ? ¡Pues no lo es! Los acertijos de cada escenario fueron pensados meticulosamente para exprimir tus neuronas al máximo, tu habilidad con el control y, sobre todo, tu nivel de frustración.

La música en Colour Bind es limitada, pero no aburrida. En especial, si tienes tendencias ambient o chillwave. Algo que me agradó fue que cuando el vehículo cambia de color, pues el juego agrega un nuevo sonido a la música causando una ilusión de progreso dentro del problema a resolver.

Algo característico de los juegos desarrollados por una sola persona es la predisposición a tener un estilo visual limitado. Esto sucede con Colour Blind, donde Finn Morgan optó por formas geométricas básicas y colores simples que van bien con el juego, pero de alguna manera lo hacen demasiado frío. Esto ocasiona una nula empatía por el mundo que te rodea.

Creo que las personas que comparan el precio de un juego con las duración del mismo están mal, pero aquí tienen un juego muy completo, no solo en la parte de un solo jugador, pues Colour Bind también cuenta con 20 niveles para dos jugadores en modo cooperativo y un editor de niveles (algo complejo, pero funciona). En este último punto quiero enfatizar que parece que introducir un editor de niveles funcional significa sacrificar algunos aspectos dentro de la física del juego. Esto me parece un punto negativo en varios juegos como Colour Bind, Little Big Planet o SoundShapes. Curiosamente, todos son plataformas en 2D.

Colour Bind es un buen puzzle que se atreve a innovar en el género. Está claro que su desarrollo fue pensado para un nicho y no pretende ser un juego para las masas creado en alguna junta de marketing. Siete punto cinco.