Pokeweek: El lado oscuro de la competencia en Pokémon

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Por: Grow (@Grow1)

Hace muchos años era un jugador constante. Como buen entrenador Pokémon me dedicaba intensivamente a la crianza sacando IV’s perfectos, haciendo cadenita de movimientos, analizando estrategias y hasta redactando artículos de combates. Incluso en el juego de cartas coleccionables me envicié bastante. Entrando a torneos competitivos, comprando cajas enteras de booster packs para armar mis decks y reuniéndome casi cada fin de semana para las retas. La fiebre amarilla me pegó y me pegó con todo.

Y de hecho era casi obligatorio que lo hiciera. Cuando eres administrador de una de las comunidades de Pokémon más importantes a nivel Latinoamérica (Pokémex), la misma comunidad espera que seas alguien de alto nivel competitivo. Irónicamente, eso mató mi espíritu competitivo. Cuando tienes las miradas sobre ti, el margen de error que te puedes permitir es muy poco. Es casi como un estándar impuesto por la comunidad. Y cada derrota, cada resbalón, cada inconsistencia, era rápidamente usado en tu contra. “Creí que los de Pokémex eran buenos, ya vimos que no tienen nivel”, era la clásica cuando eras derrotado.

Claro, éramos chavos y nunca faltaba la rivalidad entre otros grupos. Al inicio era bastante divertido y claro que se tomaba con calma. Todos esos comentarios servían como combustible para mejorar y dar la revancha. Pero cuando las retas llegaban por docenas en un mismo día, te empieza a consumir bastante y gradualmente te preguntas si esto sigue siendo divertido como cuando empezaste. Y cuando uno se salía del estándar, la reacción era peor, una vez me mandaron un correo insultándome porque un día quise probar usar una Illumise en mi equipo. Yo era una deshonra para los jugadores de todo el país por usar un Pokémon inútil, según la persona que me escribió. Es cuando después de muchos años y cientos de combates decidí tomar una decisión; retirarme del juego competitivo.

Y creo que ése es el verdadero punto de ruptura entre el jugador casual y el jugador competitivo. El ámbito competitivo es demandante. Necesitas estar actualizado, jugar constantemente, formarte un tipo de pensamiento lógico y táctico para reaccionar rápido en el combate y, sobre todo, subirte a un estándar de metajuego predefinido donde a raíz de prueba y error se ha determinado cuáles son las combinaciones que maximizan la probabilidad de conseguir una victoria. El jugador casual, cuando se enfrenta ante eso, muchas veces ataca con la misma frase: “qué flojera, nunca usan nada original”. Jugar casualmente es una zona de confort difícil de dejar. Yo no la he podido dejar en años, aunque a veces si lo quisiera.

Pero la originalidad no es un factor de victoria, al menos que apeles al factor sorpresa y una combinación muy buena de tu equipo, como el Cresselia Skill Swap que le abrió camino al Machamp de Mark McQuillan en la final Senior del World Championship 2015 (que era diferente, pero ya habíamos visto unos Machamp antes) o el Pachirisu de SeJun Park, campeón Masters 2014. Hay que considerar que cuando tienes en puerta un premio que implica ser uno de lo representantes de tu país en el torneo más importante a nivel internacional o incluso ganar dicho torneo, de pronto lo estándar suele patear la originalidad e imponerse en el estilo de juego de las personas. Y no está mal, ganar es ganar y cuando el reglamento lo permite, hay que usar todo lo que puedas a tu favor.

arte-pokemon-fan-art-pixivNos cala a los casuales, lo sé. Nos encantaría ver cosas “originales”. Pero es el punto de vista de un espectador, no de un jugador abriéndose camino a la final. Nosotros queremos ver algo diferente como un Houndoom, Aurorus, Lilligant, cosas poco vistas. Ellos quieren tener en mano un Landorus y un Thundurus listos para el máximo hax y control del Pokémon oponente. Para nosotros es un espectáculo. Para ellos es un esfuerzo impresionante y un sueño que alcanzar.

¿Qué cuál es el lado oscuro si tanto los defiendo? Ah, pues aquí es dónde me haré el hípster poético. El juego competitivo es demandante, pesado, requiere constancia, disciplina, análisis y muchos jugadores incluso empiezan a perder el rumbo de tanta expectativa alta que se les tiene (vean a Ray Rizzo). Ese es su lado oscuro que asusta a muchos jugadores de avanzar en ese ámbito. Es el Yang de su Ying. Afortunadamente todo eso puede fácilmente transformarse en algo positivo, sabiéndolo canalizar. Hay gente muy competitiva, que a pesar del estrés, de la mala suerte, del coraje y a pesar de tener que jugar diario a todas horas contra una gran cantidad de adversarios, se mantienen en algo que les gusta. Digamos que sabiendo controlar tus sombras, puedes usarlas como motor para mejorar y divertirte.

mea-kangaskhan-pokemonMe gustaría que los jugadores casuales entendieran un poco más la friega que se llevan los que juegan competitivo. Yo sé que mucha de la adversidad sale de la toxicidad de los jugadores, en cuanto los ultra-competitivos hacen menos a los jugadores casuales e incluso a otros de su mismo nivel, y es cuando contra-atacan con comentarios de la falta de originalidad. Afortunadamente, la toxicidad de la comunidad de Pokémon es una de las más bajas que he visto, al menos en VGC, en comparación de otros juegos. Pero tampoco es perfecta y a veces tienen sus roces.

Así que cuando veas a un Mega Kangaskhan, en vez de decirle “niño rata” al jugador veterano de 28 años que está peleando, racionalicemos que lo que buscan no es entretenernos, sino buscar su boleto de avión y hotel pagado al Pokémon World Championship 2016 en San Francisco y que cuando esté ahí, quiere llevarse un título histórico y un buen premio en efectivo ($10,000 dólares). Y que si uno quiere ser original, bien puede hacerlo. El VGC nos ha dado algunos espectáculos especiales y cualquiera puede ser esa persona que a base de entrenamiento y disciplina pueda jugar un anti-meta y destacar. Pero jugar “a la segura” es igual de válido. Esperamos con ansias ver lo que nos depara. Después de todo se acerca el Regional Championship que se llevará a cabo el 29 de noviembre en la Pikashop. ¿Habrá sorpresas en el metajuego?

Conoce al colaborador

Fernando Riveroll “Grow” (Distrito Federal, 1985) es mercadólogo y videojugador que combina ambos mundos para potencializar el mercado gamer en México. Actualmente es administrador de Pokémex, ejecutivo de marketing en Playful Interactive, miembro de la mesa directiva de IGDA México y editor en Vida Extra México.

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