Movie Review – Operación Red Sparrow

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Cuando una figura femenina protagoniza una película de acción, la crítica sobre el poder y la forma en que se representa ha ido aumentando de manera exponencial durante los últimos años. Jennifer Lawrence, una de las actrices más prolíficas en la actualidad y que más comentarios genera, tuvo un 2017 muy difícil cuando Mother! o Madre!, dirigida por Darren Aronofsky, recaudó cerca de 16 millones de dólares en los Estados Unidos de los 30 millones que costó; la película fue todo un suceso para la actriz, pero el cambiar de aires y plasmar su huella en una cinta de espionaje es lo que seguía para Lawrence. Esto es lo que experimentamos al ver Operación Red Sparrow (Red Sparrow).

En años recientes, una de las series que se han ganado las palmas de la crítica es nada menos que The Americans, una serie realizada por FX y que nos lleva a la década de los 70 en los suburbios de clase media en los Estados Unidos, donde una familia oculta una serie de horrores bajo su techo: Philip y Elizabeth Jennings, encarnados por Matthew Rhys y Keri Russell (quienes son pareja en la vida real) son espías rusos, infiltrados en plena Guerra Fría y trabajando al servicio del Kremlin. La serie de horrores y desarrollo de tramas es verdaderamente impactante; desde tener dos o tres familias en paralelo, hasta la dualidad de ser un títere y la pérdida de la identidad propia, la serie ha sido muy aclamada.

LA TRANSICIÓN DE LOS JUEGOS DEL HAMBRE AL ESPIONAJE

¿Por qué saco esto a tema? Precisamente porque, en la actualidad, me es imposible que las figuras de los Jennings no me vengan a la mente al ver a nuestro hermoso gorrión Jennifer Lawrence en pantalla. La historia de Operación Red Sparrow no le es ajena al mundo del espionaje y mucho menos a este subgénero que combina drama y acción en cantidades sustanciosas, pero sí por la declaración personal y femenina que se realiza a través del rol de Lawrence. Basada en la novela homónima de Jason Matthews, un ex agente de la CIA, la combinación entre su director Francis Lawrence y la joven Jennifer no es una coincidencia, pues ambos trabajaron mano a mano durante la saga Los Juegos del Hambre (The Hunger Games) y, por supuesto, buscaban algo más que un blockbuster de Hollywood.

Bueno, de blockbuster no le quitamos mucho a Red Sparrow, pues los valores de producción no han sido nada bajos; de hecho, tan solo la adición de Jennifer Lawrence a la película ya significa un alto costo para cualquier producción. Dicho esto, tanto la obra en papel como en la pantalla grande nos llevan al helado Moscú, donde la bailarina de ballet Dominika Egorova sufre un accidente en plena función que la deja al borde del fracaso personal y profesional. Es el primer tipo de fracaso el que más le pesa a Dominika, pues su madre se encuentra enferma y necesita ayuda profesional, todo el tiempo, algo que, acompañado de una renta que paga la propia compañía de danza, tiene a Dominika más que preocupada.

¡OH! HERMOSO GORRIÓN

Nuestra hermosa bailarina es prácticamente acorralada por su tío Vanya (Matthias Schoenaerts) un agente de inteligencia al servicio de Rusia, quien le propone convertirse en un instrumento “útil” para la federación, lo cual la llevará a un camino de depravación y pérdida del control de su vida en una escuela que, según Jason Matthews, sí existió. Esta escuela rusa se especializa en convertir a jóvenes señoritas (y en la cinta, jovencitos también) en objetos irresistibles para varios blancos alrededor del mundo, con el objetivo de satisfacer sus más oscuras necesidades y perversiones y obtener información clasificada o, peor todavía, eliminarlos.

Como ninguna película de espionaje puede estar completa sin un romance, Jennifer Lawrence lo tiene en la figura de un espía norteamericano (¡qué raro!) a quien Joel Edgerton da vida. Hasta aquí las motivaciones de Dominika van siendo bastante claras, pero con cerca de 140 minutos de duración, el espectador debe estar listo para ver mucha violencia y desnudos frontales (de personajes masculinos y femeninos) en pantalla, algo que nos lleva de nuevo a un punto crucial en Operación Red Sparrow. Sí, por un lado es evidente que esa línea de privacidad y pudor en la escuela de Gorriones es evidente y, a la vez, toman tanto protagonismo en la primera mitad de la cinta, que el resto se desenvuelve de una forma anticlimática. Es más, pasamos de ver una golpizas brutales y monumentales, así como momentos verdaderamente perturbadores de la hermosa Dominika, a “chistes” y “bromas” que se sienten fuera de lugar. Cuando Dominika es enviada al campo e investigar a este agente americano, es donde “realmente” comienza la acción.

Operación Red Sparrow presenta un dilema sobre la figura de Jennifer Lawrence.

Operación Red Sparrow retoma muchos de los elementos clásicos del subgénero, como ya te indicábamos, pero al final, te deja pensando qué tanto sucedió a lo largo de sus dos horas con 20 minutos de duración; sí, tuvimos brutalidad, sensualidad y sexualidad, golpizas y una que otra persecución, pero principalmente, un dilema sobre la figura de Jennifer Lawrence en la película. En un inicio, podría creerse que Dominika se siente acorralada y hasta obligada a convertirse en una Sparrow, pero conforme pasan los minutos, se da cuenta de su propia ingenuidad y vulnerabilidad ante un gobierno implacable. Las cosas son así: Dominika parece que nunca está en control de lo que hace, que en Rusia siempre van un paso adelante, pero ¿será que al final, su director le da una leve oportunidad?

Las locaciones son majestuosas y, en general, te envuelven en ese espiral en el que Dominika parece estar toda la película; mientras que la fotografía cumple, la música acentúa de manera astuta los tiempos de tensión y mayor drama. La secuencia inicial de Operación Red Sparrow sin duda tiene un aire de Black Swan (El Cisne Negro) con música apoteósica y una secuencia de ballet preciosa y que terminará en tragedia, pero se quedará grabada en tu memoria.  Entre los demás personajes, tenemos secretos oscuros de senadores, empresarios multimillonarios y ese mundo de ostentosidad que va de la mano con el mundo de los espías y, por supuesto, un soplón que le ocasionará dolores más allá de lo terrible a Dominika.

Operación Red Sparrow (Red Sparrow) se estrena este viernes 2 de marzo en salas de cine tradicional (2D) y IMAX.