Movie Review – It (Eso)

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Coulrofobia, es el nombre que recibe el miedo a los payasos, un miedo que, aunque podría parecer ridículo, está bien fundamentado. Todos hemos escuchado o leído alguna leyenda sobre payasos asesinos que viven en los “arcos dorados”, payasos que están al servicio del patas de chivo etc., pero también existen historias reales sobre payasos que debajo del amigable maquillaje escondían un horrendo monstruo.

Es el caso de John Wayne Gacy, conocido también como Pogo, el payaso, un asesino serial que gustaba de violar y asesinar jóvenes; un monstruo detestable que sirvió de inspiración a Stephen King para crear la novela de It, una historia que relata los horrores a los que están expuestos los niños.

A principios de la década de los noventa, Warner Bros. lanzó una serie de televisión basada en la novela del popular autor, la cual, posteriormente, se convirtió en una cinta de dos partes que prácticamente todos los que tenemos más de 20 años hemos visto.

Personalmente me costó bastante trabajo superar el miedo y ver la “cinta” por completo. La idea de que un payaso come niños habitaba las alcantarillas y que tenía la capacidad de surgir por la coladera de mi propio baño, era algo que a más de uno nos orilló a evitar la ducha, o bien, a tapar la coladera e inundar el baño.

Pennywise, el payaso bailarín, marcó a una generación por completo. La interpretación de Tim Curry se convirtió en un ícono del cine de terror y más de uno –después de superar el miedo– nos enamoramos del personaje. Por eso, cuando Warner Bros. anunció una nueva adaptación, muchos pegamos el grito en el cielo: ¿Cómo se atreven? Pensé; ¡esto es un ultraje, una blasfemia! Grité; ¿Quién chingados es Bill Skarsgård y cómo se atreve a personificar a mi querido Pennywise?

Tal vez a ti te sucedió lo mismo y tal vez también recapacitaste al ver el primer adelanto de la cinta. La nueva adaptación cinematográfica de la novela despertó mi curiosidad y después de haber visto la cinta puedo decirles que el remake de It cumplió e incluso superó mis expectativas.

¿No quieres un globo?

It –o Eso, como la conocemos en México y otros países de Latinoamérica– es una película de terror que cuenta la historia del Club de los perdedores, siete niños que viven en el pueblo de Derry, un lugar en donde han sucedido extrañas desapariciones. Los miembros del club descubren que el responsable de las desapariciones es un ente maligno llamado Pennywise, el payaso bailarín, quien acosa a los niños provocando vívidas visiones de sus más grandes temores para así lograr alimentarse de ellos. Los perdedores tendrán que enfrentar sus miedos y combatir al horrible payaso.

En 2 horas 15 minutos, el director Andy Muschietti, conocido por su trabajo en Mamá, nos plantea una trama profunda con un desarrollo muy agradable, fácil de entender y bien ejecutado. Aunque utiliza el peligroso recurso del flash forward (prolepsis) para cubrir un buen lapso de tiempo dentro de la cinta, éste no se siente forzado ni fuera de lugar, de hecho todo lo contrario.

La dirección del elenco hace que, en gran medida, It no se perciba como una adaptación pastosa y aburrida, sino como una nueva versión que logra retratar el significado de la amistad, llegando a tocar de manera íntima a los espectadores, quienes permanecerán atentos a todos los detalles que suceden en pantalla. Si fuiste un niño “raro” te sentirás identificado, como yo. Es una montaña rusa de emociones: será fácil que sientas tristeza, alegría y hasta asco.

Aunque no es muy de mi agrado, en ocasiones la tensión se rompe con momentos de comedia bien ejecutados para descansar de tanto suspenso, después de todo es una historia que gira alrededor de un grupo de niños siendo justamente eso, niños. Si viviste la época, estarás de acuerdo conmigo cuando digo que eso significa ir a las arcades, nadar en el lago y dominar las calles en bicicleta. Además, las referencias a cintas y videojuegos del momento te van a encantar. El fenómeno de la intertextualidad siempre será bienvenido en este tipo de cintas.

Una de las diferencias más marcadas en la nueva adaptación es el gore o la exquisita cantidad de sangre que hay en la cinta. Si leíste la novela, viste la cinta anterior y te sentiste decepcionado, me complace anunciarte que en ese sentido, la nueva It cumple. El sangriento recurso es importante para el desarrollo de la trama, pues encrudece los  acontecimientos que viven los niños y revela –desde el principio– que ésta es una adaptación con personalidad propia.

Estamos frente a un producto completamente nuevo. Sí, hay un trabajo previo que sirve de comparación y hasta de referencia, pero la nueva versión logra hacerse de un lugar propio. El director utiliza encuadres y desplazamientos de cámara que te producirán una sensación de extrañeza, o bien, te harán percibir el brisa veraniega y el olor del circo. Adicionalmente, los juegos de luz y color me dejaron sorprendido. Normalmente, esperaría que todo fuera un tanto gris y sin vida, pero, como mencioné más arriba, Muschietti nos lleva a un viaje de color que produce una amplia gama de emociones. Detalles como el brillo en los ojos de Pennywise o la forma en la que se iluminan ciertas zonas del encuadre, se sienten bien logrados y para nada exagerados, salvo por una o dos secuencias que cayeron en el cliché. Todo esto se presenta bien sazonado con un uso adecuado de planos, lo que se traduce en un producto interesante, para nada complejo y que cumple su objetivo: generar tensión en los espectadores.

El score (música instrumental) de It, a cargo de Benjamin Wallfisch, no es precisamente legendario. Mentiría si les dijera que estoy tarareando alguna melodía de la cinta al momento de escribir esta reseña. Sin embargo, es una excelente compañía para lo que se nos presenta en pantalla, incrementando la tensión y sí, regalándonos un par de buenos sustos al ser escoltado con sonidos estridentes. Hubiera sido la cereza del pastel, un score que se quedará grabado en la mente y que cada vez que lo escuchará recordará el diálogo entre Pennywise y el buen Georgie.

Es entonces cuando te ahogas. Cuando es real

Ahora, la producción es estupenda. Warner Bros. nos llevará en un viaje en el tiempo que hará que nos veamos a nosotros mismos –si es que lo viviste– explorando lugares prohibidos y hasta en una guerra de rocas –¡Carajo, qué gran época!

Creo que lo más destacado, es Pennywise y su hogar, la alcantarilla. La caracterización del actor Bill Skarsgård, quien mide 1.92 cm., es imponente, realista y bastante escalofriante. Al verlo en pantalla desafiando la leyes de la gravedad, haciendo gestos extraños y retorciéndose, me sentí bastante incómodo, sobre todo al final de la película.

Por otro lado, los escenarios son increíbles. No he visitado muchas alcantarillas, pero estoy seguro de que si lo hiciera, tendrían un aspecto similar a la que se presenta en la cinta llena de humedad, aguas grises y un olor bastante peculiar.

Quizá algo que pudo mejorar son los efectos generados por computadora. No me malinterpreten, son buenos, pero creo que para que sean impresionantes no deben de notarse y en esta nueva entrega de It, se perciben fácilmente. Para mí, la combinación de efectos prácticos con CGI siempre será la mejor alternativa para dar una sensación verosímil de realismo.

Uno de mis temores más grandes –y supongo el de muchos– es que las actuaciones no tuvieran su propia esencia, que intentaran asemejarse a las anteriores y que quedarán por debajo de lo planteado por el elenco anterior.

Afortunadamente, en la nueva adaptación de It son excelentes. Empezamos con los niños; el Club está integrado por Jaeden Lieberher, Jeremy Ray Taylor, Sophia Lillis, Finn Wolfhard, Chosen Jacobs, Jack Dylan Grazer, Wyatt Oleff, quienes dan vida a Bill, Ben, Beverly, Richie, Mike, Eddie y Stanley respectivamente. Los jóvenes actores se encargaron de crear en pantalla una relación de amistad que se percibe real, pura y orgánica, como si hubieran nacido para interpretar a sus personajes. Además, la forma en la que cada uno de ellos afronta las visiones de terror y sus conflictos personales te dejará impresionado. En cada una de sus actuaciones podrás percibir el miedo a cosas como el bullying, el abuso y hasta el miedo a defraudar a alguien.

Tal vez, las más destacadas sea la de Finn Wolfhard, conocido por su papel en Stranger Things y que en esta ocasión interpreta a un personaje completamente opuesto al de la famosa serie. Me tomaré la libertad de mencionar lo mucho que me gustó el personaje de Jeremy Ray Taylor, ese niño sí que tiene potencial.

En cuanto a la nueva versión de Pennywise, Bill me dejó impresionado. No sólo marcará a una nueva generación de niños, sino que estoy seguro de que se convertirá en un personaje de culto que fascinará a una generación. Su interpretación es completamente distinta a la Curry, logrando crear un payaso con diferente y único.

Sí, Georgie, todos flotan

Aunque tiene algunas cosas que pudieron ser más cuidadas, como los efectos y la música, la nueva adaptación de It es cumplidora en todos sentidos. Sin duda es una de las mejores adaptaciones del trabajo de Stephen King y estoy seguro de que marcará a toda una nueva generación. Las actuaciones se sienten orgánicas y se desarrollan en escenarios realistas que te harán viajar en el tiempo, mientras que la visión de Andy Muschietti no se siente forzada ni saturada de elementos clásicos del género, al contrario, el director logró encontrar un balance entre gore, suspenso, comedia y terror para reflejar los elementos presentes en la niñez de la obra.

Si sufres de coulrofobia y no estás dispuesto a afrontar tus miedos, no veas la cinta porque vas a quedar traumado y sólo vas a pensar en los horribles ojos de Pennywise. Si eres todo lo contrario, es una cinta que debes de ver OBLIGATORIAMENTE. Como fan del género, es una de las mejores cintas que he visto en 2017 y cuenta con el satánico sello de aprobación del Dr. Vikingo. Muero por ver la segunda parte.