La visión de un autor en cualquier forma de arte siempre será piedra angular. Los videojuegos AAA, al tratarse de producciones que requieren de cientos de personas involucradas, tienden a perder ese toque personal de una sola persona. A pesar de estas condiciones, en 2019 vimos cómo es que varios directores sí consiguieron presentar una producción de gran envergadura y a la vez, no dejar de lado una visión muy particular y hasta íntima en sus obras. A continuación te presentamos a nuestros nominados y ganador a Mejor Dirección.
Los nominados son…
_ Sam Lake (Control)
_ Stig Asmussen (Star Wars Jedi: Fallen Order)
_ Tetsuya Nomura (Kingdom Hearts III)
_ Hideo Kojima (Death Stranding)
_ Takahisa Taura (Astral Chain)
_ Koji Igarashi (Bloodstained: Ritual of the Night)
_ Hidetaka Miyazaki (Sekiro: Shadows Die Twice)
Y el ganador es…
¡Hideo Kojima!
Odiado por algunos, amado por muchos otros. En lo que todos estamos de acuerdo es que Hideo Kojima jamás pasará desapercibido, pues sumado a su fuerte personalidad que siempre está buscando protagonismo, tenemos a un creativo verdaderamente especial que desde sus inicios, solía salirse fuertemente de la caja para pensar en cosas completamente nuevas de cómo es que se debe presentar una experiencia interactiva al jugador. Su salida de Konami fue un punto de inflexión en su carrera y por supuesto, todo un reto. Luego de que Sony lo recibiera con las puertas y cartera abierta, el padre de Metal Gear se embarcó en una arriesgada, pero muy loable aventura que desembocó en el título llamado Death Stranding.
Sí, mucho se le criticó al japonés cuando se comenzó a mostrar el concepto de su nuevo juego, pues fiel a su estilo, mostraba un montón de imágenes sin contexto que no hacían ningún sentido; sin embargo, desde las primeras horas con Death Stranding, es fácil darse cuenta de que la visión de Kojima estaba perfectamente aterrizada y pensada para funcionar bajo sus propias reglas, reglándonos una experiencia inolvidable. La innovación dejó en shock a todos, algunos entendiendo el paso y otros rechazándolo por completo. Es normal, así siempre pasa cuando algún autor se sale del molde y rompe con convenciones. Solo el tiempo nos dirá si esta aproximación tendrá eco en el futuro o si se quedará como ese juego de culto que probablemente no recibió el aprecio que merecía.
