Quizá el clima no ha estado tan favorable como para andarse mojando por diversión, pero por lo general la Semana Santa cae en días de la primavera en los que el calor provoca que la gente recurra al agua como uno de los mejores medios de diversión. Derivado de una tradición religiosa relacionada con la víspera de la Pascua, en países como México la gente tiene la costumbre de que el Sábado anterior a esta fiesta se mojan con agua que obtienen de sus casas o la asistencia a lugares como balnearios.
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