Existe entre los llamados videojugadores "hardcore" un prejuicio fácil de identificar: el desdén por títulos cuyo público objetivo no sean ellos. Me explico: no dudarán en calificar de "soso" o "infantil" cualquier juego que no esté dirigido a hombres de entre 15 y 25 años de edad y que no tenga cantidades industriales de sangre. Esa actitud me parece equivocada. Si bien no creo en estereotipos, sí existe un prejuicio señalado contra cualquier juego que apunte a un público infantil mixto. El Chavo es un título pensado para jugar en familia y con tus hermanos menores. No se quiebren la cabeza buscando más o menos: el juego está adecuado a su público.
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