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Casi todo el mundo parece odiar el nuevo logotipo y nombre de Twitter, con la excepción de Elon Musk. La semana pasada, el multimillonario dueño de la compañía se deshizo del icónico icono azul y blanco que había representado a la empresa durante 17 años. El cambio no sería tan problemático para los usuarios si hubiera mantenido cualquiera de los colores, logotipo o nombre tradicionales, pero Musk reemplazó todo eso con una X en blanco y negro que hace que encontrar la aplicación en el teléfono sea un gran problema.
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