Si el mundo realmente se acabara hoy 21 de diciembre sería difícil decidir en qué invertir nuestras últimas horas: unos buscarían abrazar a sus familias, algunos dar un último beso, y otros aun más cursis, buscarían por Facebook a aquel amiguito de la primaria, al que no invitaron a su fiesta de cumpleaños, para rogar por su perdón. En cambio, más de un miembro de la comunidad de Atomix pondría cara de Yao Ming y diría “¡Por favor! Yo sé exactamente qué haría en mis últimas horas: jugar”. En caso de tener que elegir tres juegos que uno debe experimentar antes de morir, aquí les dejo mi humilde y —quizá un poco cursi— recomendación.
LEER +No quedan muchas horas para nuestra anunciada debacle. No sé si los Sinistrals bajarán de su fortaleza para destruir nuestras ciudades, si un virus se soltará para volvernos seres descomunalmente fuertes sin conciencia o la luna irá a caer sobre nuestras cabezas en tres días —el hecho inamovible es que se acaba el mundo y con él nos queda poco tiempo para jugar. Éstos son los últimos tres juegos que deberían jugar antes de que todo termine.
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