AtomixAnime – Los Caballeros del Zodiaco: La Leyenda del Santuario

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SaintSeiyaMoviesEs indudable que una generación completa, tanto en Oriente como en Occidente, mantiene en un altar a Saint Seiya, historia creada por Masami Kurumada y que conocemos en este lado del mundo como Los Caballeros del Zodiaco. Ya sea que represente su primer acercamiento a la animación japonesa o meramente sea un gran recuerdo de infancia, tan sólo mencionar el nombre de algún personaje le saca una sonrisa a muchos aunque estén alejados del fenómeno otaku.

Es por ello que en nuestro país se ha generado una gran expectativa por la película Saint Seiya: Legend of Sanctuary (Los Caballeros del Zodiaco: La Leyenda del Santuario), la cual es producida por Toei Animation y dirigida por Keiichi Satou (quien ya había participado en cintas como Asura). Se trata del proyecto dedicado a conmemorar los 40 años de Masami Kurumada como mangaka (quien funge como productor ejecutivo), el cual lleva su creación más popular a los entornos CGI.

Por todo lo anterior, está claro que es un proyecto fílmico muy especial. Sin embargo, eso no lo salva de diversos claroscuros. Vamos con la reseña.

 

Los guardianes del universo

10492027_807998259212818_873218690401107513_nDesde hace miles de años, una clase especial de guerreros protege a la diosa Athena. Dicho linaje de combatientes no lucha con armas, dado que la divinidad rechaza la guerra. En lugar de ellos, entrenan para dominar y dominar el poder de su cosmos. Cubiertos con la armadura de su constelación guardiana, en sus manos está el futuro de nuestro mundo.

Hace 16 años una conspiración amenazó la vida de quien encarnaría a la diosa en nuestro presente. Aioros, caballero de Sagitario, la protegió con su vida y la entregó a Mitsumasa Kido. El guerrero le reveló al aristócrata la verdad acerca de los caballeros de Athena, y le advirtió que en el futuro vendrían a reclamar su vida. Aunque, como también le explicó, habría jóvenes dispuestos a todo por salvarla a ella, así como a la humanidad.

Mitsumasa Kido dedicaría los últimos años de su vida a reclutar jóvenes para convertirlos en caballeros. Murió antes de que el Patriarca del Santuario regresara para asesinar a su nieta adoptiva, Saori Kido, acusándola de ser una impostora frente a la verdadera Athena.

Tampoco pudo ver como Seiya, Shiryu, Hyoga y Shun iniciaron una batalla fiera y desigual para  cumplir su juramento y protegerla.

Este es el argumento básico de Los Caballeros del Zodiaco, tanto del anime como de la película. Y justo aquí terminan las similitudes entre ambas.

 

El legado del Pegaso

saint-seiya-001Más que una adaptación del manga de Kurumada lo que esta cinta representa es una reimaginación de dicha historia. No sólo debido a la búsqueda por llegar a un público mucho más joven, sino por la evidente necesidad de hacer lucir la animación en CGI en pantalla. Es justamente la forma en que se reconstruyó el concepto original lo que más ruido va a hacerle a los fans veteranos. Al menos en este lado del mundo.

Eso sí, no es la primera vez que Toei rescata un clásico utilizando la técnica de la animación por computadora. Ya Captain Harlock pasó por este mismo tratamiento, generando opiniones encontradas. En el caso de Saint Seiya, quizá las disputas por el apartado visual queden de lado respecto a otros aspectos.

A diferencia del anime que conocimos en nuestra niñez, aquí se asume completamente que Seiya y sus amigos son adolescentes. Son muchachos de 16 años que apenas están comprendiendo lo que representa portar una armadura, que bromean entre sí y que presentan una actitud más jovial respecto a las versiones anteriores de la historia.

Incluso Saori aprende en el camino acerca de los motivos por los cuales se embarca en una misión hacia el Santuario y las razones por las cuales su vida corre peligro. De igual forma es más emocional que la dama de paz inquebrantable que conocimos en los noventa, reaccionando ante los riesgos que la rodean como lo haría una chica de su edad.

Lo anterior le brinda a buena parte del filme un todo mucho más ligero y juvenil, cercano al de series contemporáneas como Naruto o Bleach. Llegamos a tener situaciones cómicas que no desentonan dada la psicología de estos nuevos personajes. Por fortuna, cuando llega la hora de la acción las cosas se ponen serias en todos los sentidos… al menos en la mayoría de los combates.

Todos los personajes que ya conocíamos pasaron por un trabajo de reconstrucción. Todos tienen cambios importantes. Los protagonistas, por ejemplo, fueron rediseñados para lucir como adolescentes de nuestra época (incluyendo a Saori, quien ya dejó su irónico vestido blanco para ponerse mallas y faldas más juveniles).

Los cambios más drásticos ocurrieron en algunos Caballeros Dorados. Si bien la mayoría sólo pasó por ligeros ajustes para que reflejaran de mejor forma la personalidad que conocemos, en casos muy particulares llegaron a transformar su forma de ser e, incluso, hasta su sexo. Sí, hay una mujer entre los doce. Seguramente será polémico, pues aunque esta nueva identidad es consistente con la narrativa de la cinta cambia de forma importante la mitología de la saga.

Las armaduras también fueron objeto de una reconceptualización importante. En primera instancia, funcionan más como un exoesqueleto robótico muy al estilo de Iron Man que ropajes divinos. Por lo anterior, aunque conservan detalles característicos (especialmente las armaduras doradas), es notorio que fueron repensadas para lucir de la manera más impresionante posible en pantalla. Hasta la manera en que los guerreros las transportan y las invocan para el combate fue modificada con dicho fin. Eso sí, a veces será más fácil relacionarlas con el vestuario de algún personaje proveniente del sci-fi que con los diseños tradicionales.

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Los combates son cortos. Sin embargo, son espectaculares en lo que a efectos visuales se refiere. Batallas aéreas que bien podrían ser de una película espacial, peleas que quedarían a la perfección en Avengers, y con el cosmo transformado por momentos en rayo láser. Por fortuna, se respetan momentos claves de la saga de Santuario y habilidades como el Gran Cuerno, el Cometa de Pegaso o la Ejecución de Aurora lucen impresionantes bajo el CGI. Esto no quita que algunos otros duelos luzcan como algo de sobra, colocado sólo para impresionar al espectador y no aporten nada más.

 

Hacia el séptimo sentido

Hasta este momento no me extrañaría en lo más mínimo que más de un purista esté dando el grito en el cielo. Y razón hay, muchos de los cambios transforman de manera radical conceptos que muchos amamos de la saga. Sin embargo, entendiendo esta cinta como un universo completamente nuevo, la historia es consistente sin ser un modelo de argumento durante buena parte de la película. Incluso se da el lujo de sortear agujeros argumentales y de explicar mejor a qué mal se enfrentan al viajar al Santuario. Sin embargo, hay puntos muy claros en los que esta consistencia empieza a decaer.

saint-seiya-003De entrada, personajes clave son desaprovechados de manera importante. Caballeros de bronce y de oro que podrían dar grandes momentos a la cinta sólo aparecen para abrirle paso a Seiya y sus amigos. Incluso se dan el lujo de reducir la presencia de algunos a sólo una anécdota o sólo mencionarlos de paso. Lo cual, por supuesto, termina desperdiciando el potencial del concepto y claramente provocará la molestia de varios fanáticos.

Hacia la mitad de la película es claro que cuesta resumir una temporada completa de televisión en un solo espacio. Se siente un ritmo muy acelerado, con peleas apresuradas que no cierran de manera correcta los conflictos entre los personajes. Es más, revelaciones importantísimas como la dama entre los santos de oro pierde relevancia muy rápido por la urgencia de pasar a lo que sigue.

Lo anterior contrasta con escenas innecesarias de combate, e incluso una secuencia muy particular que rompe la consistencia de la trama dado lo incoherente que resulta respecto a la misma. Aun así, el argumento presenta esfuerzos plausibles por justificar cada una de estas secciones, aunque no logra evitar que sean excesivas para la experiencia completa.

Tuvimos la oportunidad de ver la cinta con el doblaje que conocimos a inicios de los noventa. De hecho, sabemos que la totalidad de las copias a distribuirse en México de manera comercial estarán dobladas. Fuera del factor nostalgia, el trabajo de Jesús Barrero, René García y compañía está muy bien realizado y no queda fuera de tono con lo que la cinta presenta. Aunque, claro, siempre existirá quien la prefiera en su idioma original.

 

¡Dragón Ascendente!

Tenemos ante nosotros un esfuerzo muy respetable por reimaginar (palabra clave) en tan sólo unos minutos una mitología entera como la de Saint Seiya. Más allá de las diferencias que presenta frente al material original, las cuales para muchos serán de escándalo, este mismo universo es lo suficientemente coherente. Incluso plantea cuestiones como la psicología de los personajes que la serie que conocimos pasó por alto.

saint-seiya-004Incluso el ritmo más juvenil que presenta podría considerarse un acierto, dado que no sólo puede dirigirse a los veteranos que se enamoraron del anime hace ya varios ayeres. Está al nivel de lo que disfruta en el anime un público más joven y para su fortuna se mantiene en dicha línea sin mucho problema.

Sin embargo, eso no le quita que tenga fallos en el ritmo y en la consistencia del argumento, especialmente hacia el final de la cinta. Tampoco se salva de desperdiciar personajes, a los cuales se les nota el potencial pese al poco tiempo que están en pantalla, o de no poder concretar momentos que pudieron ser notables. Son justamente estos errores los que evitan que dé el siguiente paso en cuanto a calidad.

Visualmente es atractiva, aunque el rediseño de las armaduras y la intención de plantear los combates como película de súper héroes será motivo de crítica. Dependerá de la reacción que tenga el espectador la forma en que este apartado será materia de disfrute o de decepción.

El trabajo en el apartado musical permite darle cuerpo a las escenas de manera correcta, aunque claramente llega a pasar desapercibida. Está lejos de los acordes épicos de las diversas series televisivas y OVAs. Claro, llama la atención el tema Hero, compuesto por una leyenda del rock nipón como Yoshiki y con la voz de Katie Fitzgerald, el cual da cierre a la película bajo una melancólica tonada de piano.

No es una mala película para nada, simplemente es mediocre. Pero es cierto que los cambios que plantea van a hacer mucho ruido mental y emocional a los fans más clavados. Por ello, para disfrutarla plenamente es necesario comprender que el material fuente es una base para esta nueva historia. Pero, definitivamente, no está obligado a responder con toda fidelidad ante el mismo.

Justo de esa actitud dependerá, estoy convencido, qué tan disfrutable sea la cinta para más de uno.

Ernesto (Neto) Olicón
Colaborador en Atomix.vg. Amante de la pelea videojueguil, en cualquiera de sus presentaciones. Aventurero en mundos mágicos y contador de historias. Periodista de tiempo completo.