La promesa finalmente se ha cumplido. Desde que fue anunciado y confirmado, Asobo Team y Microsoft aseguraron que la entrega 2020 de su famoso simulador de vuelo, también tendría una versión para consolas. Luego de meses de duro trabajo, Microsoft Flight Simulator finalmente debutó tanto el Xbox Series X, como en el Xbox Series S. Por supuesto, existía un importante escepticismo por lo que podría ser su desempeño en estas máquinas, sobre todo considerando que es uno de los juegos de PC más demandantes de la actualidad, esto sin mencionar lo complicado que sería traducir una experiencia tan pensada para la plataforma para la que nació, a algo como una consola de videojuegos casera. Pues bien, llevamos ya varias horas en el aire con esta nueva versión de MSFS y te podemos decir que estamos encantados y sumamente sorprendidos, por lo que hemos decidido prepárate esta lista en la que te contamos sobre cinco puntos específicos que brillan intensamente del simulador.
Impresionante rendimiento
Empecemos por lo que más preocupaba. Como todos sabemos, Microsoft Flight Simulator de 2020 es uno de los juegos más sofisticados y avanzados en términos gráficos de la actualidad, por lo que para correrlo adecuadamente en una PC, debes de contar con equipo de última generación considerablemente costoso. Debido a lo anterior, existía bastante escepticismo sobre cómo podría ser su rendimiento en las nuevas consolas de Xbox. Pues bien, te contamos que hay muy buenas noticias, pues el trabajo de optimización que hizo el estudio desarrollador es simplemente sensacional. Tanto en Xbox Series X, como en el Xbox Series S, el simulador se desempeña a 30 cuadros por segundo mayormente estables. Sí, hay caídas por momentos, pero nada que arruine la experiencia de ninguna forma. Sobre todo en el caso del Series S, estamos sumamente sorprendidos por lo bien que corre.
Gráficas de alarido
Como ya te lo comentábamos, Microsoft Flight Simulator de 2020 es uno de los juegos más impresionantes en temas visuales que jamás nos haya tocado ver. El nivel de realismo y fidelidad de sus escenarios y naves, es algo que simplemente dejará con la boca abierta a cualquiera. Se sabía que si el simulador quería llegar a consolas, se iban a tener que hacer algunos sacrificios importantes en este apartado, sin embargo, Asobo logró tenerlos al mínimo. Es cierto que en el Xbox Series S, se pueden apreciar texturas de no tan alta calidad y algunos modelos genéricos que dejan bastante qué desear, sin embargo, en gran parte luce sensacionalmente bien, y ni qué decir de lo que se consiguió con el Series X, consola que finalmente está demostrando de lo que es capaz, consiguiendo desplegar el juego a una resolución de 4K que nos deja ver un absurdo nivel de detalle en cada una de sus partes. Simplemente impresionante.
Controles que simplemente funcionan
Al ser una serie nacida en PC y que toda su existencia justamente ha funcionando dentro de esta plataforma, la manera en la que interactuamos con Microsoft Flight Simulator está fuertemente ligada con un teclado y un mouse, y poco con un control convencional de Xbox. Por supuesto que es completamente posible conectar cualquiera de estos dispositivos a tu consola y listo, pero el equipo desarrollador sabía que para tener una versión de Xbox verdaderamente completa, debía de encontrar la manera de que el usuario no necesitara nada más que su mando tradicional para poder tender una buena experiencia. A pesar de que en efecto, sigue siendo mucho más eficiente moverse dentro de cualquier sencilla o compleja cabina con un mouse y teclado, la realidad es que se hizo un espectacular trabajo con con cómo es que usando un control de Xbox, puedes ejecutar cualquier acción. La idea de presionar el stick izquierdo para pasar a un modo de puntero es poco elegante, pero indudablemente funcional.
Interfaz bien implementada
De la mano del punto anterior, tenemos el trabajo que se hizo a nivel de interfaz. Llevar algo como Microsoft Flight Simulator a consolas no se limitaba a retos a nivel técnicos y de controles, sino que también, debías crear una interfaz que fuera funcional con lo que el dueño de un Xbox iba a tener a la mano. Desde el inicio, una de las principales preocupaciones tenía que ver con la manera en la que íbamos a interactuar con la cabina de cualquier avión dentro del simulador, esto sin importar qué tan compleja o sencilla es. La practicidad de un un puntero de mouse que hace las veces de nuestras manos cuando estamos comandando cualquiera de esta naves, se reemplazó inteligentemente por un puntero artificial que controlamos con el control y que tiene la habilidad de transformarse en varias cosas dependiendo de la función que tenga el botón o switch con el que queremos interactuar. Es algo que al inicio puede ser un poco confuso, pero que con algo de paciencia, te terminas acostumbrando y sí, funciona de muy buena forma.
Gran comodidad
Una de las grandes características de esta reciente versión de Microsoft Flight Simulator, es que es bastante ajustable al tipo de experiencia que quieras tener. Desde un simple vuelo visual completamente asistido para disfrutar de la vista, hasta encargarte de cada uno de los pasos al momento de pilotear un complejo A320, tú decides hasta qué punto llega tu experiencia. Por supuesto, esta versión para consolas está sumamente enfocada en entregar una forma casual que cualquiera pueda tomar, y es algo que se ha conseguido, sobre todo para quien solo quiere sentarse en la comodidad de su sillón a pasar un gran rato sin demasiadas complicaciones. Asobo logró que todo eso se consiguiera y por ende, que MSFS tenga una versión para consolas en toda la extensión de la palabra. Enciendes tu Xbox y ya estás volando sin problemas. Nada de estarte preocupando por optimizar el simulador para corra bien en tu PC. Acá, ya todo está listo.
