Reseña: Madden 13

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Madden es más que un juego de deportes. La experiencia construida en torno al juego en sí resulta lo suficientemente vasta como para constituir un aspecto igual, o incluso más, que importante que un partido de americano. Bromeaba con un amigo aquí en la oficina sobre que Madden 13 ya era un MMORPG debido al nuevo modo de Connected Careers. Exageraciones aparte, sí resulta una brillante promesa para el futuro.

Fanáticos del futbol americano, esto les interesa.

La experiencia no comienza con el pie derecho. La complejidad del título exige que actualices las listas de jugadores, sus estadísticas y demás antes de comenzar a jugar. A veces, aparecerá una petición de encuesta. A fin de cuentas, seamos comprensivos, los desarrolladores quieren mejorar la experiencia por medio de la retroalimentación directa; sin embargo, tantas capas entre la acción y el jugador afectan negativamente el título.

Ahora, vamos al punto central del juego y al aspecto que articula cada nueva característica de Madden 13: la autenticidad. Vamos, lo que es lo mismo: la verosimilitud. En EA Tiburon hay un equipo que se dedica exclusivamente a verificar que los uniformes de los jugadores virtuales coincidan con los los reales. Es más, hay alguien dedicado a mantener actualizadas las listas de jugadores y sus estadísticas todo el año.

Esta búsqueda por la verosimilitud ha invadido todas las áreas del juego. Sus dos nuevas características más importantes lo denotan: el Infinity Engine y el Connected Careers Mode. Lo primero es el nombre del nuevo motor de física del título y lo segundo un monumental modo de juego que viene a reemplazar a las anteriores ofertas.

Pero vamos por partes. Uno de los aspectos más espectaculares y criticado al mismo tiempo está relacionado con la falta de animaciones o situaciones predeterminadas en las colisiones de los jugadores. En el momento en que dos jugadores chocan, el Infinity Engine se hace cargo del resultado. En la teoría suena estupendo y revolucionador; sin embargo, todavía hay algunos aspectos que podrían mejorar. Por ejemplo, a veces la simulación no produce resultados muy certeros. Esto ocasiona comportamientos extraños y que algunos jugadores salgan volando una distancia exagerada. Infinity Engine da un paso muy grande, pero todavía hay detalles por ajustar para que el motor de física funcione perfectamente. El frame rate del título sufre un poco, a veces, cuando dos jugadores se tocan. Supongo que esto ocurre porque debe realizar una infinidad de cálculos para determinar el resultado de la colisión. En fin, son detalles.

El Connected Careers Mode es, por mucho, la empresa más compleja que el equipo de desarrollo de Madden se ha impuesto. No sólo hay toques de autenticidad por todos lados, sino que el esfuerzo es explícito. Por este modo, mi amigo y yo hablábamos sobre cómo Madden se ha ido transformando en una especie de RPG de futbol americano. Este modo de juego es la combinación de modalidades anteriores bien conocidas como el Superstar Mode y el Coach Mode. La estructura del juego no había cambiado en más de diez años, es por esto que los desarrolladores decidieron emprender el reto de implementar un modo todopoderoso capaz de atraer tanto a novatos como a los más clavados.

Hay dos formas de aproximarse a Madden 13: pueden ir directo a la acción o pueden gastar horas enteras administrando a su equipo, entrenando, fichando jugadores, etcétera. El espectro que abarca este juego del deporte es cada vez más amplio. En el Connected Careers Mode, por ejemplo, hay un Twitter virtual y un centro de noticias. Todo, hasta la nueva presentación, está pensada para emular las ya clásicas transmisiones de este deporte. Aunque algunos tal vez se quejarán porque las repeticiones no muestran partes importantes de la jugada. ¿A qué se debe esto? A que los desarrolladores querían presumir con lujo de detalles su nuevo bebé, el Infinity Engine. Es por esto que en las repeticiones verán muchos acercamientos.

Esto empapa, como ya he dicho, cada aspecto del juego: desde la apariencia y comportamiento de los jugadores hasta la interfaz y los comentaristas. El sistema de juego también ha sido mejorado, sobre todo la recepción de los jugadores. Aunque alguien que no esté muy clavado seguramente no notará la diferencia, los veteranos seguramente agradecerán varios detallas y mejoras que han sido incorporados. Aspectos como la mejorada inteligencia artificial de la defensiva son añadidos que se agradecen muchísimo.

Ahora bien, regresemos a Connected Careers. Este modo pueden jugarlo tanto en línea como desconectados y les permitirá asumir un rol como jugador o entrenador y desempeñarlo. Si eligen jugar en línea y consiguen juntar unos 15 amigos (el máximo son 32), el título realmente se pone interesante: intrigas, contrataciones, traiciones y demás delicias del deporte se harán presentes. El aspecto administrativo del juego ya es tan complejo que bien podría constituir su propio título por separado.

Si bien el juego no está completamente optimizado, es entendible que esto se debe a las complejas mejoras que han introducido este año. Esperemos que con un parche solucionen estos problemas técnicos y de rendimiento, pues el juego se me trabó en un par de ocasiones.

Un aspecto que me molestó un poco es la cantidad de anuncios que tiene el juego. Comprendo que la publicidad es una parte esencial del deporte, pero cuando vemos nombres de Power Ups relacionados con cierta bebida energética, los anuncios comienzan a ser algo molestos. Digo, todos saben cómo se llama la bebida que le tiran encima a los entrenadores y sabemos que en las plecas de presentación de los jugadores hay publicidad, como en una transmisión real. Tal vez peco de quisquilloso, pero hubiera preferido un poco menos.

Hay una innumerable lista de mejoras: desde el scouting que ahora es más interesante y estratégico (deberás planear bien el draft), hasta los nuevos atributos de los jugadores, pasando por los tipos de entrenador que puedes ser y las estrategias que deberás adoptar, todo está pensado para darle más autenticidad al título. Hasta la integración con Kinect, por ejemplo, permite evitar ese engorroso proceso de cambiar de jugada justo antes de comenzar la acción. Ahora puedes simplemente gritar lo que quieras y problema resuelto. ¿Qué tal está tu pronunciación en inglés?

En cuanto a la banda sonora, ya no escuché las típicas canciones licenciadas. Ahora todo es más instrumental, al estilo ESPN. Aunque sabemos que hay equipos que ya tienen su “canción”, es agradable ver un cambio e dirección en este sentido. Escuchar lo mismo cientos de veces no está padre.

Madden 13 en sí mismo constituye una experiencia buena y ambiciosa, aunque algunas características nuevas necesitan algo más de trabajo. A fin de cuentas, EA Tiburon nos está entregando una promesa y la representación patente de su ambición: emular a la perfección el futbol americano. Fanáticos de hueso colorado del americano: éste es el juego que deben comprar. Principiantes: también hay algo para ustedes. Todos están invitados a participar en el emparrillado. Ocho punto cinco.