Reseña Indie: Cho Ren Sha – Tenacidad Frenética

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No sé ustedes, pero algo que aprecio bastante de la industria de los videojuegos es su diversidad. Es tan rica que podemos encontrar decenas de diferentes tipos de juegos para satisfacer todos los gustos y necesidades de los consumidores. Hay que recordar que un género se define por las mecánicas y el sistema de juego, permitiendo que así podamos fácilmente identificar, diferenciar y clasificar los productos. Así como nosotros esperamos algo de un género en específico, este también espera algo de nosotros. Es una mágica conexión entre el usuario – juego – desarrollador. Hoy tenemos un excelente sinodal de qué es un Shmup-Bullet Hell y de lo que requerimos para disfrutarlo.

Pasen por favor a una nueva reseña Indie: Cho Ren Sha – Tenacidad Frenética

La historia detrás de esta producción es algo enmarañada. En realidad, Cho Ren Sha 68K (su nombre completo) se publicó a mediados de los noventa para la computadora de fabricación japonesa Sharp X68000, pero fue hasta la década pasada cuando se popularizó gracias a una versión para PC. Desde entonces, poco a poco ha ido adquiriendo un lugar en los fanáticos de los dōjin games (nombre que se le otorga a los juegos Indie japoneses). Este título fue desarrollado por Yoshida Koich (diseño, arte y programación) y contó con la colaboración del músico Ruzarin Kashiwagi.

Si lo ubicamos en una línea del tiempo, Cho Ren Sha es anterior a títulos icónicos de esa época como Radiant Silvergun (1998) o Ikaruga (2001), siendo esta producción olvidada uno de los pioneros del subgénero de los Shmups conocido como bullet hell.

Cho Ren Sha 68K tiene el clásico marco de un Shmup: no hay una historia detallada (¿acaso necesitamos de una para disfrutar de la acción?) y lo único que sabes es que eres tú contra mil naves. Los controles son increíblemente accesibles: te desplazas con las flechas direccionales, disparas con Z y activas la bomba con X. No hay más. Desde los primeros segundos te convertirás en uno con la nave y gracias al suave desplazamiento estarás obliterando elegantemente a tus oponentes. Algo que podría ser un poco molesto es que no cuenta con auto fire, por lo que tendrás que estar presionando vertiginosamente la tecla para disparar ráfagas fulminantes. En particular yo me acomodo con la famosa “posición de manos para arcadia” (cruzando la mano derecha para disparar y la izquierda para las flechas).

No hay muchos power-ups en el juego, pero el sistema para mejorar tu nave depende de una mecánica sumamente interesante. Al destruir a un tipo de nave enemiga, ésta liberará un triángulo giratorio con tres diferentes ítems: power-up (mejorar tus balas), bomba (adquieres una bomba más) y shield (obtienes un escudo que te protege de un impacto). Tú podrás tomar el que quieras pero si logras entrar en el centro del triangulo y mantenerte el suficiente tiempo sin moverte, el triángulo empezará a girar y se cerrará en ti, y así se adquieren los tres ítems al mismo tiempo. Esta mecánica hace que te esfuerces por siempre sacar el máximo provecho de cada triángulo de power-ups, sin embargo, tu avaricia puede ocasionarte la muerte ya que los enemigos no dejan de dispararte.

El aprendizaje y dificultad de este juego están chapados a la vieja escuela. Desde el inicio tienes la información completa de tus movimientos pero constantemente estarás siendo introducido a nuevos elementos que deberás aprender si quieres progresar. Es un avance muy lineal y metódico. En todos los niveles aparecerán enemigos con inteligentes patrones de ataque que sin lugar a duda te sorprenderán. Será hasta después de recorrer el mismo camino varias veces cuando tendrás bien memorizado lo que tengas que hacer para salir triunfante. Aunque existe la opción de continuar un nivel después de haber perdido tus tres vidas, el juego está ajustado para que te sea prácticamente imposible acabarlo a menos que hayas adquirido la mayor cantidad de power-ups. Por lo tanto, Cho Ren Sha 68K se convierte en un Shmup que debes terminar jugándolo casi a la perfección, desde el inicio hasta el jefe final.

La intensidad de este juego se hace notoria al pasar el primer nivel. Rápidamente te darás cuenta de la tenacidad que necesitas para estar esquivando los cientos de balas que te disparan los enemigos. El espacio para moverte en tu frenética lucha es milimétrico. Un instante de duda tendrá como resultado tu muerte. Afortunadamente todos los ataques son patrones que puedes (deberás) memorizar, logrando así que no haya nada aleatorio. Aun así habrá momentos en los que sea indispensable que actives tu bomba para limpiar la pantalla de enemigos y balas. Por eso es tan importante que vayas adquiriendo todos los power-ups posibles, tener una bomba de menos en una parte vital de un nivel puede significar reiniciar todo el juego.

Cho Ren Sha 68K tienen un segundo nivel de dificultad que hace las cosas aun más interesantes. En esta nueva meseta de dificultad siempre que destruyas a un enemigo este reaccionará violentamente arrojándote balas. Esto hace que cualquier acción que realices en contra de las naves enemigas tenga una reacción negativa contra ti. Es una situación perder-perder. Este modo es increíblemente difícil ya que literalmente no sabes si es mejor simplemente esquivar los peligros o destruir todo en la pantalla.

Los valores de producción de este Shmup son increíbles considerando su origen y reducido equipo de desarrollo. Los sprites son limpios y llamativos, desafortunadamente el fondo del juego siempre es el mismo, cosa que puede causar un poco de monotonía en el ritmo visual. La música destaca totalmente, ya que tiene esa vibra e intensidad que necesita un Shmup para que te mantenga descargando adrenalina continuamente. Podemos ver una clara progresión y continuidad en las melodías de cada nivel, que transmiten perfectamente esa sensación de avance a través de una misión imposible. Como un todo, el soundtrack de Cho Ren Sha 68K es altamente recomendable.

Cho Ren Sha 68K sigue siendo un título de culto, en grado extremo. Aquellos que son fans de los Shmup encontrarán en este juego una prueba dura de roer. Es muy particular la sensación que genera esquivar cientos de balas para después acertar el golpe final a un jefe. Es un frenesí de acción que literalmente te hace brincar entre momentos de tensión y de relajación. Son pequeños lapsos de intensa acción que forman un todo impecable. Prácticamente necesitas la tenacidad de un piloto suicida, el temple de un bloque de mármol y la precisión de un cirujano para completar esta misión.

¿Estás listo para el reto?

Lo pueden descargar GRATIS aquí.
[NOTA: solamente está disponible para sistemas operativos Windows]

Aquí, unas de las mejores piezas músicales de este juego.