Hace poco más de un par de años, tras la caída de THQ, 2K Games recibió la licencia de la World Wrestling Entertainment. Uno de los puntos por los cuales la WWE decidió que el Publisher estuviera a cargo de la franquicia en consolas fue la intención de lograr entregas a la altura de NBA 2K, la saga deportiva más prestigiosa en nuestros días.

Luego de heredar WWE 2K14, la serie entró a la nueva generación con WWE 2K15. El Juego resultó un desastre entre la crítica, dadas las limitaciones técnicas y de contenido que dejó ver. Sin embargo Yuke’s, estudio japonés responsable de los juegos de WWE desde hace varios años, se comprometió a tomar esta experiencia como base y entregar un mejor título.

¿Qué tanto ha podido la desarrolladora construir un mejor punto para la franquicia?

“Él tiene al mundo entero en sus manos”

Los fundamentos del juego, a nivel de gameplay, permanecen intactos. Tienes un botón para llaveo, uno para arrojar a tu oponente contra las cuerdas con el látigo irlandés, uno para golpear y el último para ejecutar los movimientos personales. Cuentas con una barra de vida que marca tu resistencia a una caída por conteo de tres y una barra de stamina. Hasta ahí, supongo, si has jugados los títulos anteriores no tendrás mucho problema en saber cómo controlar a tu personaje.

Sin embargo, hay cambios a nivel técnico que afectan el gameplay de forma importante. De entrada, los developers han buscado retratar de forma más realista el juego. Ofrecen animaciones nuevas al momento de levantarte, por ejemplo. Incluso algunos movimientos cuentan con cuadros de animación adicionales que intentan retratar de forma más exacta cómo lucen en la televisión. Esta labor claramente se agradece, pero impacta en el ritmo de juego. Se siente más lento que en entregas anteriores, aunque los desarrolladores han intentado hacer también que sea más fluido. Aunque el hecho de que buena parte de los movimientos sean animaciones semiautomáticas no ayuda mucho.

¿Por qué decimos que lo intentaron? Porque han establecido novedades como el limitar los contraataques, aquel recurso en el que podías contrarrestar un ataque de tu rival con un botón. O que puedas tener más recursos para atacar a tu rival mientras se levanta. Por desgracia, el control no es tan responsivo como debería. A veces no responde bien al counter, otras veces falla de manera importante al momento de acciones críticas como el salir del cuadrilátero e incluso dificulta detalles como el tomar un arma en una lucha extrema. Terminas acostumbrándote, pero claramente no es lo ideal. Menos en un juego donde la acción es permanente y cada momento cuenta rumbo a la victoria.

A lo poco responsivo del control hay que sumarle los problemas en la detección de impactos al momento de atacar, así como en la precisión de los mismos. Golpes claramente dados al rival que no afectan como deberían o movimientos que se dirigen a cualquier lado sin control son recurrentes y frustrantes. De igual forma te llegas a acostumbrar, pero no es algo que debería suceder.

Para ganar, como hemos dicho, necesitas rendir al oponente por conteo de tres. En caso de que quieras escapar del mismo, debes de acertar en un quick time event. En él, debes detener el medidor en un parte determinada. Dicho espacio es más reducido entre más daño recibes y, si tu barra de vida está agotada, funciona prácticamente al azar. Digo, por aquello de los comebacks milagrosos.

El juego rescata el minijuego de piedra papel o tijera en la toma del réferi, que es cuando los estetas se entrelazan en el llaveo buscando la mejor posición para atacar. Debes elegir una llave y, al hacerlo, buscar con el stick el mejor punto para seguir la secuencia de movimientos contra tu rival.

De igual forma, los años en que Yuke’s hacía los juegos de UFC nos brindaron un componente interesante al momento de los sometimientos: en un minijuego, una zona representándote a ti y a tu oponente están en un círculo. Si quieres rendir, debes mover este recuadro con el stick y hacer que toque al de tu rival hasta llenar el medidor. Si quieres escapar, debes evitar que ambos espacios se junten. Son sencillos pero alcanzan a darle sabor al juego.

El apartado gráfico sigue siendo uno de los problemas cruciales de la serie. Se agradece una mejor resolución y el intento de modelos más detallados. Pese a esto, es notorio que estas mejoras fueron limitadas. Los luchadores parecen de plástico, con facciones lejanas en muchas ocasiones a su aspecto en la vida real. El cabello sigue siendo un problema, dado que no termina de lucir bien.

Es claro que se ha trabajado en hacer de las entradas al cuadrilátero un detalle espectacular, con toda la parafernalia que rodea a dicho componente del show. Desde los nombres de los luchadores hasta los videos de entrada. Sumemos una correcta recreación de los escenarios, tanto recientes como de antaño, con un publico vivo aunque no tan bien modelado como en otros títulos.

Pese a lo anterior, resulta notorio que el estudio no trabajó de la mejor forma posible la interfaz. El menú principal recicla el de la anterior entrega. Ya en el juego, los medidores se ven simplemente colocados, sin ningún diseño que los haga lucir más estéticos. El medidor para los movimientos especiales está en porcentajes, así nada más.

Es claro, por ende, que el gameplay tiene fallos. Algunos de los cuales viene arrastrando la serie desde hace años y, por lo cual, el seguirlos encontrando resulta increíble. Sin embargo, son los modos de juego y diversas opciones las cuales dan realce al título.

“Austin 3:16 dice que te acabo de patear el trasero”

Pocas estrellas han tenido una trayectoria tan brillante como Stone Cold Steve Austin. No sólo abarcó varios años en las empresas más importantes del wrestling, sino que además cimentó la mejor época de la WWE en cuanto a popularidad. Por ello, no extraña que la modalidad Showcase (equivalente a un Story Mode) se enfoque en dicho personaje.

La modalidad funciona bien, aunque no hay mucho cambio respecto al concepto. Se trata de cumplir objetivos para recrear los mejores momentos de Austin en el pancracio estadounidense. Al hacerlo como se debe desbloquearás escenarios, personajes, ítems y, de paso, conocerás más de la historia a través de videos documentales. Cinemáticos diversos hacen de esta modalidad algo más llevadero aunque hemos de ser honestos: Si no eres fan de Stone Cold quizá te incomode un poco jugar con el mismo personaje un buen rato. De cualquier modo, es un aspecto divertido.

Otro detalle destacado es la tradicional presencia de modos de juego muy diversos. Desde un combate tradicional de uno contra uno, con reglas en jaula, batalla real, en parejas, entre muchos otros. Es un título lleno de opciones para el juego local y, claro, ante el abandono en tiempos recientes de esta posibilidad por diversas franquicias vale la pena señalarlo.

El modo de creación está de regreso en toda su gloria. Estamos hablando, básicamente, de una modalidad que ha mantenido viva a la serie. No sólo tienes opciones muy variadas de atuendos, sino que además puedes modelar el rostro y el cuerpo de tu atleta a tu gusto. Sumemos a esto una biblioteca de movimientos realmente amplia, la cual permite imitar de forma un tanto certera los sets de habilidades pertenecientes a luchadores que no están en la WWE. Por ello, no resulta extraño que los fans de la lucha recurran a este apartado para hacer luchas de ensueño.

Puedes crear una diva, un luchador, un campeonato o una arena. Por supuesto, al poder construir a tu personaje viene de la mano con el modo de carrera. Es la historia de la entrega anterior casi calcada, con tu luchador luchando por escalar de NXT a los planos estelares de WWE, para ganar todos los campeonatos posibles. Hay novedades como tu relación con La Autoridad, el poder al mando de la compañía, al tiempo que el decidir si eres rudo o técnico interviene un poco más en la trama. Pero no esperes una renovación amplia de esta modalidad, la cual terminará hasta que estés listo para el salón de la fama.

La modalidad Universo WWE está de vuelta. Tiene la intención de funcionar como un modo de temporada, aunque más bien se trata de tener un control total de cómo funciona la WWE. Tú decides quién lucha contra quién, de qué forma y qué títulos hay en juego. Suena interesante, aunque, llega a aburrir luego de un rato.

El róster de personajes es amplísimo y, de hecho, se nota que fue uno de los puntos que más atención recibieron. Sin embargo, muchos de los luchadores son versiones repetidas. Otras veces, son atletas reconocidos en el wrestling estadounidense pero básicamente desconocidos fuera del entorno. Finalmente, se echan en falta estetas que han ganado fama en el último año y que no estarán ni entre los DLC. Sí, nos referimos a Bayley, Sasha Banks, Charlotte y Becky Lynch. Si has seguido las luchas en los meses recientes, entenderás que han tenido encuentros espectaculares. Sorprende que se diga que la aprobación de su presencia no estuvo lista a tiempo, cuando en los descargables veremos al ídolo de la escena independiente Samoa Joe. Quien, por supuesto, llegó a WWE después que las chicas.

“Para ser el hombre debes vencer al hombre”

WWE 2K16 es un juego mejor realizado que su antecesor, de eso no hay duda. Tiene novedades técnicas, especialmente en el apartado de la animación, y cuenta con mayor contenido para ofrecer. Sin embargo, el que siga arrastrando fallos básicos no habla bien de los desarrolladores aún con una posible excusa acerca de los tiempos de desarrollo.

Puede que sean los ciclos anuales de desarrollo, la necesidad de crear para las consolas de anterior generación o, simplemente, que Yuke’s no da para más. Hasta la ausencia de una competencia real (¿Recuerdas AAA: Héroes del Ring? Pues ha sido la mayor competencia de la serie en años. A ese grado). Sí, hay elementos que levantan el juego y se notan. Pero extraña que, con la misión de alcanzar los máximos niveles de calidad, se queden un tanto lejos una y otra vez.

Pese a todo, lograron hacer un juego claramente entretenido. Con modos de juego dignos de compartir y contenidos valiosos, especialmente en el área de creación. WWE 2K16 debe agradecer que las Monday Night Wars, el periodo en que se competía más por el rating en la lucha libre, terminó. Pese a sus aciertos, si existiese un competidor digno quizá terminaría rezagado. O, tal vez, lo empujaría a entregar juegos notables como WWF No Mercy o los Smackdown de PlayStation. Aun así, si eres fan del wrestling es una oportunidad interesante de escalar en los ránkings y levantar el cinturón. Contra todo pronóstico.