Review – Utawarerumono: Mask of Truth

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El capítulo final de una genial serie de nicho 

Atlus es una de esas pocas compañías que se ha atrevido a localizar algunos de esos juegos que muy probablemente no tendrían éxito fuera de Japón, ya sea o porque pertenecen a géneros que no son tan ampliamente populares en Occidente o, en su defecto, porque cuentan con premisas, ambientaciones y narrativas que le resulten muy ajenas a los gamers de estos lares. Tomando esto en cuenta, no resulta extraño ver que muchos jugadores que aman los títulos nipones la consideren como una de las mejores en lo que hace.

Siguiendo con esta misma tendencia, Atlus nos trae un nuevo juego que cae perfectamente con estas características. Éste es Utawarerumono: Mask of Truth, el tercer y último capítulo de la serie que concibió el estudio Aquaplus y que ha conseguido alzarse con un notable número de seguidores. Si bien el esfuerzo de la compañía por traernos este episodio final es algo loable de su parte, en definitiva esto también se convierte en un gran desafió para ellos debido a la propia naturaleza del juego que no lo vuelven para nada accesible. Déjanos explicarte por qué a continuación.

Una historia profunda… extremadamente profunda

Como ya mencioné, Utawarerumono: Mask of Truth consiste del tercer episodio de la serie homónima y que sirve para dar cierre a su genial y extensa pero fascinante premisa. Ahora bien, cuando digo que éste es una continuación que viene a concluir todo, lo digo en el sentido más estricto que esto conlleva; es decir que éste da seguimiento a una trama ya desarrollada de la que prácticamente da por hecho que quienes lo juegan ya dominan o, cuando menos, conocen a muy grandes rasgos.

Hablar de la historia del juego sin tocar ligeros spoilers resulta algo complicado debido a que ésta parte de hechos trascendentales del título anterior; por ello intentaré no ahondar más que en lo indispensable. La trama de Mask of Truth nos lleva a ver la manera en la que los protagonistas se vieron afectados tras el final del juego previo. Por un lado, Haku se sigue haciendo pasar por el fallecido general Oshtor mientras sus amigos continúan lamentándose su aparente muerte. Por el otro Kuon, quien ahora se encuentra recuperada, decide partir hacia un nuevo viaje en el que buscará salvar al reino de la guerra. Obviamente los caminos de ambos terminarán por cruzarse y derivarán en una trama mucho más compleja en la que se ahonda profundamente en la personalidad e historia de los dos.

Seguramente quienes conocen la serie a profundidad habrán logrado comprender la premisa fácilmente pero, los que nunca la han tocado, es probable que no tengan ni idea de lo que les habló o hasta les resulte algo extraño. A decir verdad no los culpo, Utawarerumono: Mask of Truth es un título poco amigable con los nuevos jugadores. Pese a que éste nos muestra al inicio una recapitulación de los hechos más importantes que ocurrieron en el juego anterior, también cuenta con una narrativa sumamente pesada, plagada de términos y referencias a lugares, momentos y situaciones que ya se abordaron en las entregas previas y de las que no ahondan mucho. Debido a esto, quienes sean primerizos en la serie con esta entrega se toparán con una tremenda barrera que les impedirá ya no tanto disfrutar de su trama sino tan siquiera comprender lo más elemental. Si desean adentrarse en ella, lo más recomendable es que primero comiencen con el juego anterior, el primero de la saga o, en su defecto, viendo alguno de los anime que se han producido.

Parte de lo que le ha dado ese éxito a la serie en Japón consiste en el formato con el que se concibió y que se conforma de dos de los géneros más populares de aquellos lares: la novela visual y el juego de estrategia, aunque el primero de éstos tiene un peso más notorio y predominante que el segundo. Prácticamente, se podría decir que tres cuartas partes del juego (si no es que incluso más) nos la pasaremos leyendo diálogos y viendo interacciones estáticas entre las ilustraciones de los personajes, mismas que de vez en cuando se verán interrumpidas por algunos combates al más puro estilo de un juego de rol estratégico.

Narrativamente hablando el juego es fabuloso. Su complejo, extenso y más que minucioso guión nos permiten disfrutar de una historia profunda en la que se ahonda en todos los aspectos, detalles y personajes, sin dejar casi ningún aspecto descuidado. Sobra decir que los fans de la saga quedarán más que complacidos gracias a la tremenda cantidad de texto y diálogos que nos adentran tanto en su universo.

Aunque la historia es sublime y resulta ser un deleite para los jugadores veteranos, por desgracia e irónicamente, ésta se ve manchada por fallas derivadas de sus propias fortalezas. Por ejemplo, su ritmo llega a sentirse demasiado lento, pasivo y en ocasiones repetitivo; en más de una ocasión te toparás con situaciones en las que retoman temas más que vistos o en los que se andan con rodeos sin llegar a una conclusión clara. Esto a la postre, hace sentir a la narrativa muy tediosa, pesada y confusa, sobre todo para quienes no dominan a la perfección el trasfondo de todo.

Por suerte, la magistral combinación de la temática histórica del Japón feudal con los elementos de fantasía y magia fantásticas, hacen que todo lo que vemos desenvolverse en pantalla sea más llevadero y hasta placentero de ver.

Gameplay de estrategia preciso, pero demasiado básico

El gameplay sigue pasando a segundo plano y se postra más como un complemento o medio de descanso de la profunda historia que como el principal motor de juego en si. Como ya mencioné, las partes con jugabilidad pertenecen al género de estrategia y en ellas tomamos el control de un pequeño ejército con algunas unidades – todas ellas especializada en algún tipo de arma o ataque – a las que debemos de desplazar a lo largo de un mapa cuadriculado para que así se enfrenten a las unidades del bando enemigo.

Como tal el esquema de juego es muy básico y se limita a erigirse con los aspectos más indispensables que se esperarían de un título como éste. No obstante, tiene algunos pocos elementos que lo hacen relativamente dinámico. Para empezar, todos los ataques que hacemos se ven regidos por un sistema en el que la fuerza de nuestras agresiones se verá influenciada por lo preciso que sea nuestro presionar del botón dentro de un minijuego de acción rápida (Quick-time); entre más exacto seamos y le atinemos al blanco una vez que inicia la secuencia de ataque, mayor será el daño que causaremos.

El esquema anterior también aplica para las magias (tanto de ataque como de soporte) de cuyo grado de efecto y/o alcance derivarán de lo bien que dejemos presionado el botón dentro el mencionado minijuego; o hasta de los momentos de contrataque en los que, si presionamos justamente previo a un ataque rival, podremos evitar recibir daño o hasta regresar el embate.

Fuera de lo anterior, Utawarerumono: Mask of Truth no ofrece nada nuevo ni revolucionario a la fórmula. Sin embargo, es esa genial manera en la que implementa los mencionados minijuegos de precisión los que lo alejan de ser un título de estrategia simplón o hasta burdo. Si juegas al puro botonazo y sin poner mucha atención a lo que haces o a las secuencias de acción rápida, podrías meterte en serios aprietos.

Si bien el gameplay resulta ser muy básico y hasta lento, en definitiva éste no es malo por ningún motivo. Aunque no voy a negar que éste bien pudo hacer uso de otros aspectos presentes en títulos propios del género (como debilidad entre armas o tipos de unidades, manipulación del daño causado dependiendo del lado que ataquemos o hasta la opción para combinar ataques entre soldados), las batallas me mantuvieron entretenido y siempre atento.

Se ve bonito, pero….

En cuanto a su presentación, el juego luce hermoso pero muy simple y en cierta forma desperdiciado. Mientras que algunas de las ilustraciones como lo son las de los fondos, escenarios o los personajes están más que detallados, su pobre manejo no los deja lucir de la manera que se esperaría. Las interacciones y momentos de dialogo se ven demasiado estáticas y no hay mucho movimiento o dinamismo y eso, a la larga, acaba por hacer que la trama se torne más pesada de lo que de por sí ya es. Si, es cierto que los personajes llegan a cambiar de postura o expresiones dependiendo de lo que dicen o del momento que viven, pero en definitiva se quedan cortas si las comparamos con otros títulos que recurren al formato de novelas gráficas para relatar su historia.

Hay un detalle con el que Utawarerumono: Mask of Truth juega para complementar su presentación y esas son las ilustraciones con fanservice. Al igual que los otros artes presentes en el juego, éstas también están bien detalladas y lucen magnificas; infortunadamente, muchas de ellas resultan intrascendentes para la trama y hasta parece que sólo se usan para retener la atención del usuario de manera barata. Vaya, no tienen justificación alguna.

Del lado musical, su banda sonora no es pésima, pero tampoco es destacable. Cumple con el cometido de ambientar al juego en esa era feudal del antiguo Japón y en un contexto dramático plagado de magia y fantasía, pero solamente se queda en eso.

Este juego fue reseñado en PS4. También se encuentra disponible en PS Vita.×

Utawarerumono: Mask of Truth es claramente un titulo pensado y dirigido para los fans más clavados de la serie. Éste ofrece una historia tan profunda y altamente detallada que, en definitiva, disfrutarán todos aquellos que quedaron maravillados con su premisa de los juegos anteriores. Además, sus pocos momentos con gameplay se convierten en un gran complemento que amenizan la experiencia.

Dicho esto, resulta obvio que no recomendaría el título para cualquier otro tipo de jugador. En verdad me duele reconocer que un juego tan profundo e interesante como éste requiera de contar con un contexto que solamente puedes conseguir en las entregas previas o en los anime. Si nunca has tenido un acercamiento con la serie, es un hecho que aquí te la vas a pasar mal y que no vas a entender prácticamente nada.

Finalmente y como detalle adicional, me resultó imposible no pensar que éste es un juego que se disfruta más en portátil. Por la manera en la que éste se estructura y por su propia naturaleza, resulta ser un título que se acopla mejor a un formato como el del PS Vita que te lo puedes llevar a todos lados para proseguir, y no tanto así en PS4. Yo lo jugué en ésta última y, créeme, es sumamente tedioso tener que mantenerte pegado a la TV para seguir leyendo una historia que fácilmente podrías disfrutar en cualquier lugar.