Review – Toy Soldiers: War Chest

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Cuando los juegos de Tower Defense, estrategia, acción y los juguetes de nuestra infancia colisionan de manera impresionante

atomix_review_toy_soldiers_war_chest¿Quiénes de nosotros no jugamos a los soldaditos y a la guerra cuando éramos niños? No importaba si contábamos o no con un set especial dedicado para jugar a ésta, cualquier tipo de juguete, incluso los que nada tenían que ver con lo bélico, servían para llevar a cabo nuestras propias batallas.

Si tú fuiste de esos niños que contaba con una imaginación tan amplia  que ni siquiera este factor te importaba, entonces seguramente usabas cuanto muñeco y vehículo tenías para formar tus propias armadas. Si haces una retrospectiva, seguramente te alegrará recordar esos momentos de diversión, aunque también te aseguramos que hasta ahora te percatarás de lo extrañas y únicas que eran tus guerras.

Precisamente sobre esta misma temática que solamente un niño podría llevar a cabo en su mente es como se han estructurado todos los juegos de la serie Toy Wars de Signal Studios. Títulos que buscan llevar a los jugadores a vivir guerras repletas de acción pero con personajes y elementos propios de cualquier baúl de juguetes.

Con dos exitosas entregas en su haber, el estudio situado en Seattle nos trae ahora un tercer título de su exitosa serie: Toy Soldiers: War Chest. Más allá de ofrecernos un juego que cuenta con las mismas mecánicas que le hemos conocido a la franquicia hasta ahora, lo que Signal Studios intenta con esta nueva apuesta es llevar a los jugadores, sobre todo a los que crecieron en las décadas de los 80 y 90, a revivir los conflictos bélicos con los que dejábamos volar nuestra imaginación.

Oye pero ¿qué fregados es Toy Soldiers: War Chest?

Review_ToySoldiersWarChest06¿Qué es Toy Soldiers? Para todos aquellos que nunca han tocado una entrega de la serie, ésta consiste en títulos que combinan varios aspectos de géneros como lo son los Tower Defense, la estrategia en tiempo real y hasta la acción en tercera persona. Si esta mezcolanza te resulta un tanto extraña, no te preocupes, ya que el estudio norteamericano se ha encargado de forjar una propiedad intelectual que combina de una manera más que adecuada a cada uno de estos.

Al ser este un Tower Defense, las mecánicas principales del juego recaerán en la instalación de equipo y armamento militar dentro de un mapa determinado con el único objetivo de defender un punto en particular, en este caso nuestra base, o mejor dicho nuestras cajas de juguetes. Conforme avance el tiempo, diversas oleadas enemigas se lanzarán a nuestro ataque y será nuestro deber hacerles frente mediante la instalación de diferentes armas y artillería en puntos determinados y específicos del mapa.

Mientras vamos derrotando a los soldados, iremos consiguiendo dinero que nos permitirá, entre otras cosas, instalar más unidades de defensa y agresión a lo largo del campo o, en su defecto, para mejorar y fortificar a las mismas. Es precisamente en este aspecto en donde brillan los elementos de un juego de estrategia, puesto que el buen análisis y la colocación y/o  sustitución adecuada de nuestras unidades serán factores determinantes que nos conducirían a una victoria tranquila o a complicarnos la existencia por completo. No será lo mismo intentar derrocar a un tanque de guerra con ametralladoras que con un cañón especializado en el daño a los mismos.

Ahora bien, si lo tuyo es más vivir las guerras desde una perspectiva más personal, entonces Toy Soldiers también tiene algo para ti. Mientras nos encontremos administrando nuestra artillería y naveguemos por el mapa, será posible acudir a cualquiera de nuestras unidades y tomar el control de la misma por nuestra cuenta. Al hacer esto, la perspectiva aérea cambiará por una en tercera persona y podremos ver qué es lo que ocurre de manera más cercana en el campo de batalla. Seremos nosotros quienes decidan lo que los soldados al mando del cañón o torreta deberán de hacer y no la inteligencia artificial que, dicho sea es demasiado pertinente y se controla muy bien a sí misma.

Y como si tomar el control de una base de ataque no fuese motivo suficiente, también existe la posibilidad de adentrarnos a la misma acción que ocurre en el campo de guerra por medio del control de un soldado o unidad de movimiento especial que puede desplazarse de manera libre y por tiempo limitado. Para ello, requeriremos de una barra especial que se encuentra a un costado de la pantalla y que se irá llenando conforme eliminemos enemigos en el modo de tercera persona. Entre más soldados, tanques y aviadores derroquemos, más rápido aumentará el llenado de nuestra barra y, por consiguiente, más pronto podremos acudir al control de nuestros muñecos o vehículos.

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El fanservice de los juguetes de los años 80 hecho videojuego

Review_ToySoldiersWarChest09Si por algo brilla Toy Soldiers en comparación a otras series de guerra es por su variedad única ejércitos. En lugar de contar con milicias de diversas naciones, aquí elegiremos un tipo de bando de juguetes únicos. Inicialmente, existen 4 diferentes tropas básicas: Kaiser (soldaditos basados en la armada alemana), Phantom (fuerzas armadas del espacio), Star Bright (el set de muñecos y juguetes para niñas) y Dark World (temático a los juegos de mesa y de rol). A la par de estos también se encontrarán cuatro brigadas adicionales especiales basadas en líneas de juguetes reales de las décadas de los 80 y 90: G.I. Joe, Cobra, He-Man y Assassin’s Creed. ¡Todo un amplio repertorio si nos lo preguntan!

Eso sí, cabe mencionar que las armadas especiales forman parte de un conjunto por separado. Si queremos acceder a estas entonces una de dos: o las compramos por separado o en paquete si es que contamos con la versión simple del juego (de $15 dólares); o adquirimos la Hall of Fame Edition, versión completa que cuenta con los ocho ejércitos, pero que tiene un precio de $30 dólares.

Aunque en concepto todas y cada una de las divisiones cuentan con una estructura similar, es decir que cuentan con el mismo acceso a armamento de tipos similares, cada una de éstas se siente diferente y cuenta con algunas diferencias respecto a las demás. Por poner un ejemplo, mientras que en los ejércitos Kaiser, Phantom o de G. I. Joe se especializan en el manejo de armas de largo alcance, los grupos de Star Bright, Dark Wold, He-Man y Assassin’s Creed cuentan con mejores habilidades en el combate cuerpo a cuerpo.

Además de esto, también se encuentra la opción para poder personalizar a nuestras brigadas con el equipo, unidades y armas que más se acomoden a nuestras necesidades. Para tener acceso a más de dichas adiciones, deberemos de conseguirlas a través de la tienda del título por medio de diversos paquetes temáticos a cada división.

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Puede que hasta ahora el juego pudiese parecer un tanto complicado y hasta lento, pero para sorpresa nuestra, éste es todo lo opuesto. Contrario a lo que se podría pensar, Toy Soldiers resulta ser un juego que se puede aprender a jugar fácilmente y que ofrece una variedad correcta de modos de juego. Así mismo y dado el dinamismo con el cual están estructurados los mapas y modos de juego, pocas veces nos veremos sin nada que hacer y, en su lugar, estaremos intentando contener las agresiones enemigas desde diferentes frentes, ya sea desde la perspectiva estratégica o en tercera persona.

Por desgracia, jugar a los soldaditos no siempre es divertido

Toy Soldiers: War Chest podría resultar un juego increíble, divertido e increíblemente imaginativo. Por desgracia es precisamente dentro de su propio concepto de originalidad en donde de donde se derivan sus errores más graves.

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No sabemos si es porque en verdad cada uno de los mapas y arenas de combate hayan sido diseñados de manera minuciosa, pero los tiempos de carga para acceder a cualquier partida, sin importar si se trata de la campaña o el modo online, resultan ser tardados en su mayoría. El simple hecho de esperar a que inicie una sesión de juego podría llevarnos desde un par de minutos hasta más de cinco. No les miento, en una ocasión inclusive llegue a registrar casi diez minutos de espera para que diera inicio una partida del modo online ¡Diez minutos!

Si bien uno pensaría que dicho periodo de espera se recompensaría con escenarios coloridos, variados y únicos, cuando uno ve fríamente cada uno de estos se percatará de que en definitiva no se ven tan increíbles como su tiempo de carga lo haría parecer. No es que uno quiera ser exquisito, pero si se intenta presumir que estos son sumamente interactivos y bien diseñados, en muchísimas ocasiones no lo aparentan ni logran darle una esencia propia a los mismos.

Y como si esto no fuese suficiente, tanto en su apartado sonoro como en su presentación, Toy Soldier War Chest se siente sumamente escueto y carente de personalidad.

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Del lado musical, los combates solamente se encuentran amenizados por los sonidos ambientales de los mapas. Si estamos jugando, difícilmente notaremos esto puesto que su inmersión en la acción podría tenernos concentrados en su gameplay (lo que en verdad importa). Pese a ello y si nos encontramos en uno de los pocos momentos de paz que pueden aparecer entre una oleada u otra o por el contrario somos un simple espectador, podría resultar sumamente aburrido lo que vemos en pantalla.

Del lado de su presentación, el juego resulta ser simple, pero no por ello sumamente atractivo. Se nota que Signal Studios concentró todos sus recursos en hacer campos de batalla sumamente detallados – que por desgracia no logran serlo del todo -, y dejaron poco para el apartado de sus menús y navegación. En definitiva su carta de presentación no es su fuerte.

Review_ToySoldiersWarChest08Finalmente su apartado multiplayer online es otro que sufre casi de la misma forma que como ocurre con el de un jugador local. Para poder acceder a cualquiera de los modos que ofrece, requeriremos de una buena conexión a internet o, de lo contrario, sufriremos con excesivos tiempos de carga tan sólo para entrar a una partida.

Y como si no fuese suficiente, por algún motivo que todavía no comprendemos Ubisoft dotó a este título con su plataforma UPlay, por lo que será necesario contar con una cuenta de la misma para acceder a estos. Puede que esto último no sea algo tan difícil de solucionar y hasta evitar, pero resulta increíble que la compañía francesa todavía quiera seguir imponiendo su sistema en línea cuando bien podría solamente bastar con la cuenta de Xbox Live o PSN. ¡Increíble que esto siga ocurriendo hoy en día!

Eso sí, si logramos cumplir y anteponernos a todas los requisitos y adversidades, seremos recompensados con una sesión de juego cargada de la acción y estrategia del modo convencional. Y aquí si no ponemos queja alguna.

Después de todo, vale la pena volver a sentirse chamacos

Como tal podríamos describir a Toy Soldiers: War Chest como un pequeño baúl con cerrojo que guarda todos nuestros juguetes. Aunque en apariencia podría resultar poco atractivo por fuera y hasta costarnos trabajo abrir su cerradura, una vez que lo logramos adentrarnos y probar todo su contenido nos toparemos con un juego que cumple con su objetivo de divertirnos, aunque sea por un breve rato.

Si no somos fans de los géneros que nos ofrecen, el título podría tornarse monótono por momentos. Pero mientras eso no ocurra, disfrutaremos de ratos amenos de grescas entre juguetes que solamente pudimos haber llevado a cabo cuando éramos niños.

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Para esta reseña se utilizó la versión de PlayStation 4. También está disponible en Xbox One y PC.×

score-73No, Toy Soldiers: War Chest  no es ni por cerca un juego perfecto, pero tampoco se convierte en un título extraño o aburrido. Cumple con su cometido de divertirnos y hacernos sentir que estamos viviendo una guerra entre personajes de plástico de manera idónea. Pese a ello para poder disfrutarlo como se debe deberemos de tolerar desperfectos como su escueta presentación o dificultades durante las cargas de pantalla o conectividad en línea.

Fuera de ello pueden estar seguros que la experiencia que ofrece resulta divertida. Y si a eso le añadimos el fanservice de los juguetes de los 80 o la facción de Assassin’s Creed, entonces el título se convierte en una especie de cuarto de juegos que, en definitiva, nos habría gustado tener cuando éramos pequeños.