Por los RPG occidentales

Uno de los géneros más añejos de toda la industria de los videojuegos que por supuesto, tiene sus raíces antes de que este medio naciera es el de los RPG. A pesar de que las mecánicas de estos juegos que originalmente eran de mesa, se inventaron de este lado del mundo, al momento de ser llevados a estas obras interactivas que tanto amamos, los orientales tomaron completo control de ellos. En los últimos años, hemos visto cómo es que los occidentales reclaman lo que era suyo, esto gracias a grandísimos exponentes que vinieron a cambiarlo todo. Sin lugar a dudas, uno de los responsables más importantes de todo esto fue The Elder Scrolls V: Skyrim, título que nos llega en su Special Edition con un trabajo de remasterización mayormente decente.

La verdad es que más de uno esperábamos que durante la edición pasada de E3, Bethesda se aventurara y nos anunciara una entrega completamente nueva de The Elder Scrolls, pues llevamos esperando cinco años desde el último estreno. Al final, esto no pasó, pero The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition apareció como una más que sensacional oportunidad para revisitar esta espectacular tierra de fantasía o por qué no, adentrarte en ella si es que en ningún momento le diste la oportunidad.

De vuelta en un mundo épico

Algo por lo que muchos de nosotros consumimos videojuegos, principalmente tiene que ver con la habilidad que este medio tiene para sumergirnos en mundos imposibles de los que nos podemos sentir parte. Entre mejor está montado uno de estos teatros, la experiencia que tenemos se vuelve mucho más enriquecedora y por supuesto, disfrutable en todos sus niveles. Creo que The Elder Scrolls V: Skyrim consiguió esto como pocos, asunto que evidentemente se vio reflejado en el éxito que tuvo en todos los ámbitos.

Después de haber pasado varias decenas de horas recorriendo los caminos nevados de Skyrim cuando tuvimos la versión original de este juego, volver a sus tierras ha sido una experiencia verdaderamente especial y hasta mágica por momentos, pues a pesar de que estamos hablando de un título que se lanzó hace media década, su esencia se encuentra completamente integra y hasta acentuada por los toques que se le dieron a esta Special Edition.

Como te comentaba, The Elder Scrolls V: Skyrim es un RPG occidental que principalmente se juega en primera persona. Fiel al género al que pertenece, aquí podemos subir de nivel diferentes habilidades, así como conseguir más y mejor equipo. Las decisiones que tomemos respecto a esto, terminarán definiendo el estilo de juego que utilicemos para progresar en cada uno de los maravillosos quests que tendremos enfrente.

Sin temor a equivocarnos, podemos decir que la verdadera estrella de The Elder Scrolls V: Skyrim es el maravilloso mundo abierto en el que nos pone. Sé perfectamente que este estilo de diseño de videojuegos, actualmente se encuentra viviendo cierto nivel de crisis por la forma en la que ha sido abusado, no obstante, te puedo decir que éste, es algo completamente diferente a lo que hayas visto antes. Los eventos que vemos generándose en cada una de sus praderas nórdicas como por ejemplo, ver a un gigante cazando o a un dragón aterrorizando una aldea, son experiencias que tan sólo son superadas por la aureola boreal que aparece de manera esporádica en los cielos de esta fantástica tierra.

Nos podríamos seguir por horas charlando sobre lo que hace tan especial a esta verdadera obra maestra de Bethesda, sin embargo, creo que al estar hablando de una remasterización, lo mejor será que experimentes por ti mismo todo lo que The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition tiene qué ofrecer. Lo que sí te puedo asegurar es que toda la magia de la primera vez que nos adentramos en esta experiencia, se mantiene de muy buena forma y resalta gracias al par de mejoras que se le hicieron al juego.

Esperábamos un poco más de trabajo

Lo primero que hay que dejar bien claro es que The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition es tan sólo una remasterización de aquel juego que tanta sensación causó en 2011; es decir, el trabajo que hizo Bethesda en esta ocasión se limitó bastante a mejorar algunos aspectos visuales de la experiencia para que se sintiera un poco más actual, no obstante, creo que se puedo haber hecho algo un poco más destacado o que al menos saltara a la vista de una manera un tanto más evidente.

La gran mayoría de las texturas dentro de The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition lucen con muy buena calidad, sobre todo las que tienen que ver con líquidos, sin embargo, también me encontré con que algunas de las armas que vemos cuando estamos en primera persona, presentan un look no tan pulido como me hubiera gustado, mismo caso de la flora y algunas de las edificaciones con las que nos encontramos a lo largo de nuestra aventura. Mención honorífica al claro aumento que se le hizo la Draw Distance, asunto que nos ayuda a ver horizontes sumamente bellos.

Por el lado de la iluminación, las mejoras son increíblemente más notorias, sobre todo en el día cuando el sol hace brillar la nieve del ambiente. En cuanto comiences con tu partida, seguro notarás lo bien que luce este juego en dicho apartado. Es sumamente placentero ver los rayos de luz entrando entre el espeso follaje de una valle lleno de pinos y ni qué decir de la luz de la luna sobre una montaña nevada en una fría noche en Skyrim.

Mi queja más importante con todo esto tiene que ver con el modelado y animación de los personajes que vemos en pantalla. Me queda claro que en estos dos apartados, el estudio desarrollador no metió las manos de ninguna manera, pues vemos NPCs sumamente acartonados tanto en cómo es que se ven, tanto en la forma en la que se mueven y hablan. Me parece que estos puntos es en donde más sufre The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition, pues ahí constantemente se nos está recordando que estamos frente a un juego que tiene cinco años de haber sido lanzado.

Creo que al hablar de algo tan importante para toda la industria de los videojuegos y la historia de los RPG occidentales, cuando se anunció The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition, las expectativas de muchos de nosotros se fueron hasta las nubes, pues la realidad es que estábamos esperando algo más cercano a un remake que a una remasterización tan modesta como esta. Como sea, tampoco podemos decir que no se hizo un buen trabajo ni mucho menos, sólo que esperábamos algo un poco más impresionante o al menos notable a simple vista.

Técnicamente muy decente

Una de las grandes polémicas que vivimos en 2011 cuando Skyrim por fin llegó a tiendas, tenía que ver con que su primera versión venía cargada de una enorme cantidad de bugs y glitches que se combinaban con caídas de framerate sumamente molestas. Dicho asunto, evidentemente afectó la experiencia de quienes le entraron al juego desde el día uno, sobre todo en consolas. Por fortuna, The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition se saltó todo esto y técnicamente, podríamos decir que está exenta.

Al ser una remasterización, el tema de la resolución y del framerate, es de suma importancia. En su versión para PlayStation 4 y Xbox One, The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition corre a 30 cuadros por segundo muy estables y a una resolución de 1080p nativo, mientras que en PC, se puede desplegar a 4K escalado, evidentemente. En este apartado, creo que no tenemos queja alguna, pues a pesar de que podríamos decir que lo ideal hubiera sido tener la experiencia a 60 cuadros, el gameplay del título la realidad es que no lo requiere.

Por supuesto que hubiera sido imperdonable que la supuesta versión definitiva de Skyrim no cumpliera con los elementos que te acabo de mencionar, pues podríamos decir que son el mínimo para un juego de este calibre que está llegando para consolas de actual generación en pleno 2016. De todos modos, me preció muy importante comentarte que al menos en mi experiencia, el producto funciona de muy buena forma a pesar de que para quien ya lo disfrutó, los cambios pueden ser no tan evidentes.

Un gran paquete

Una de las grandes polémicas que giran alrededor de toda remasterización o reedición de un videojuego, tiene que ver con la pregunta de ¿por qué es que habríamos de desembolsar de nueva cuenta el costo total de un juego por algo que supuestamente ya se nos vendió?. Por supuesto que este cuestionamiento es completamente válido, sobre todo para quienes sí disfrutaron de la primera versión del título en cuestión. Dicho esto, creo que pedir algún tipo de extra en algo como The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition es lógico.

Para no darte tantos rodeos ni mucho menos, te comento que The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition viene evidentemente con el juego completo y con sus tres grandes expansiones: Dawnguard, Hearthfire y Dragonborn, por lo que literalmente estamos hablando de cientos de horas de juego, elementos muy importantes actualmente para todo el que busca pagar un título completo teniendo en cuenta lo increíblemente caros que están estos productos actualmente en esta parte del mundo.

Además de lo anterior, tenemos la gran novedad de que las versiones de consola ahora cuentan con la posibilidad de instalarles mods. Para serte sincero, nunca he sido muy fanático de modificar un videojuego, pues no encuentro el sentido de ver a alguien como Deadpool desentonando por completo con el mundo de Skyrim. Claro que también tenemos estos mods que mejoran cosas como las texturas o que incluso agregan zonas para explorar; sin embargo, me quedo con la experiencia original.

Te puedo decir que los mods son fáciles de instalar en la versión de Xbox One, esto a pesar de lo limitados que son por evidentes razones. Te recomendaría explorarlos desde la página de Bethesda y de ahí seleccionarlos para bajarlos en tu consola de preferencia. La verdad es que el sistema funciona bastante bien si es que estás interesado en estos temas.

Personalmente hubiera estado más que feliz de poder tener algo como un making off o documental del proceso creativo que se tuvo para crear algo tan importante como The Elder Scrolls V: Skyrim, pero por desgracia, nada de esto viene en la Special Edition. A pesar de esto, podemos decir que estamos frente a un paquete que vale mucho la pena por la enorme cantidad de contenido que viene dentro de él, además de que como te comentaba, técnicamente es aceptable sin ser tan destacado.

Dragonborn

Siempre que nos toca hablar de una remasterización de un juego tan importante como este, las cosas se pueden poner un tanto complicadas por la polémica natural que viene con esto. Dejando de lado lo anterior, te puedo decir que The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition le tiene bastante respeto a la obra que está presentando, al punto de que decidió no meterse con algunos de sus elementos que la realidad, no han envejecido de tan buena forma. No me mal interpretes, este RPG se mantiene como uno de los más grandes de todos los tiempos, la cosa es que nos hubiera gustado ver más trabajo en lo que se podría considerar su versión definitiva.

Si nunca le diste la oportunidad a esta fantástica aventura, te diría que una de tus prioridades para esta época debe ser conseguir The Elder Scrolls V: Skyrim Special Edition. En caso de que ya hayas vivido esta experiencia junto con sus expansiones hace unos años, puede que lo mejor sea que esperes un poco a que baje de precio, cosa que se da bastante rápido con estas remasterizaciones. Lo que sí debes considerar es que vale mucho la pena regresar a este mundo de maravillas.