Review – Sid Meier’s Civilization: Beyond Earth – Rising Tide

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atomix_review_sid_meiers_civilization_beyond_earth_rising_tideFiraxis Games siempre se ha caracterizado por entregar ambiciosas expansiones que a veces llegan a sorprender más que sus juegos base. Tal parece que con Rising Tide no rompen la regla, ya que aparte de mejorar elementos criticados en Beyond Earth, expanden la jugabilidad en varios aspectos sin confundir al usuario.

La temática y las novedades de la expansión le hacen honor a su título. Rising Tide expande los horizontes del juego original hacia lo acuático, con nuevas unidades, maravillas, aliens, e incluso ciudades que pueden construirse en el agua.

Lo más innovador es la posibilidad de estas ciudades de desplazarse sobre la superficie marítima. Lógicamente mover una ciudad entera toma varios turnos y sólo se puede viajar en movimientos cortos casilla por casilla. Lo anterior funciona muy bien si una ciudad rival se posiciona en la cercanía de nuestro territorio, o si queremos comenzar en una zona llena de recursos para crecer rápido y ya fuertes movernos a una región con mejores defensas naturales.

Una de las quejas más grandes respecto al juego original tiene que ver con el confuso y ambiguo sistema de diplomacia. Originalmente, establecer pactos de comercio o tratados de paz era increíblemente complicado, ya que los intereses de los líderes rivales eran en algunas ocasiones indescifrables. En esta ocasión se rehizo toda la plataforma social para hacerla más sencilla y directa.

Una nueva moneda de diplomacia fue añadida para hacer del juego político uno más amigable. Nuestro nivel de puntos de diplomacia va creciendo gradualmente a través de los turnos y cuando tenemos suficientes podemos “comprar” pactos con otras civilizaciones o gastarlos para cambiar nuestros atributos como gobernador.

Esto último es muy importante, ya que nuestras acciones van definiendo cómo otros líderes nos perciben y con base en eso reaccionan ante nosotros. Una barra de respeto y otra de temor van creciendo o disminuyendo con cada gobernante rival conforme a nuestras decisiones. Si nos expandimos militarmente, podrían sentirse atemorizados y retirar cualquier pacto que hayan realizado con nosotros.

REVIEW: CIVILIZATION: BEYOND EARTH

Como ejemplo, avanzar en nuestras investigaciones tecnológicas podría ser de agrado de algunas civilizaciones como la Chungsu, una sociedad coreana incluida entre las cuatro nuevas que vienen con esta expansión. El líder de Chungsu, Han Jae Moon, aplaudirá cualquier avance tecnológico realizado en nuestra civilización y se mostrará más interesado en mantener la paz con nosotros y realizar tratados de comercio; pero si de lo contrario nos enfocamos en desperdiciar oportunidades de investigación, éste reprobará nuestras acciones y estará más renuente a hacernos favores.

Con esto se añade una nueva dimensión narrativa antes ausente en el juego. Los líderes aparecerán en pantalla de vez en cuando para hacer comentarios respecto a nuestro crecimiento como sociedad, dándonos la sensación de estar acompañados y en sintonía con el planeta en el que habitamos.

El sistema de afinidad ahora es híbrido, lo que nos permite subir de nivel unidades de exploración o combate con una mayor variedad de cualidades. Anteriormente sólo era posible elegir un sólo camino y por ahí encarrilar todo nuestro desarrollo como civilización. Con Rising Tide, comenzar a producir soldados enfocados en la afinidad de Supremacía para hacerlos más fuertes en combate y después tomar el camino de la Armonía para que aprendan a domar aliens es posible.

Aparte de encontrar nodos de recursos, ahora es posible hallar diversos artefactos tecnológicos a lo largo del mapa. Con el nuevo sistema de artefactos podemos recolectar diversas piezas pertenecientes a la Tierra, a especies alienígenas o a la misteriosa civilización de Progenitores, misma que logramos conocer si seguimos el camino del contacto con especies desconocidas en el juego base.

Desenterrar artefactos nos ayuda a obtener recursos de manera inmediata si decidimos actuar rápidamente ante ellos. Por otro lado, es posible conservarlos y después combinarlos para desbloquear maravillas nuevas u obtener enormes cantidades de recursos.

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Aunque pulido casi a la perfección, algunos sistemas del juego siguen siendo bastante complicados y ambiguos. La posibilidad de ser o hacer prácticamente de todo le da un cierto toque de aleatoreidad a las facciones, por ejemplo, mismas que podrían ser más marcadas para darles personalidad. Por otro lado, el sistema de diplomacia sigue con algunos fallos por los que nunca logramos de entender completamente cuáles son los factores que llevan a la guerra o qué se necesita para establecer un tratado. Extensas partidas de tres o cuatro horas nos harán sentir que en una sentada ya lo hemos visto todo, por lo que es fácil perder la ilusión de descubrir más en otra larga sesión de juego.

score80Rising Tide logra un balance casi impecable entre la complejidad y la sencillez. Tenemos más dimensiones de jugabilidad y una mayor variedad de caminos a elegir en diferentes niveles, pero a la vez el juego se torna más intuitivo y fácil de entender, aunque no de manera perfecta.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg