Review – Prey

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Combinando influencias

Crear nuevas ideas y conceptos se ha convertido en una actividad de alto riesgo dentro de este medio que tanto amamos, misma que muy pocos publishers y estudios están dispuestos a llevar a cabo. En 2006, Human Head Studios y 2K decidieron lanzar un extraño título en primera persona bajo el nombre de Prey, el cual, tuvo resultados artísticos bastante sobresalientes, pero en lo comercial, nunca terminó por despegar. A pesar de lo anterior, se decidió que una secuela era buena idea y que 3D Realms sería la compañía encargada de hacerla realidad. Luego de muchos problemas y de la cancelación del proyecto, Bethesda absorbió a esta propiedad intelectual para ponerla en manos de Arkane Studios, desarrollador francés detrás de los dos títulos de Dishonored que nos presenta una obra completamente distinta a la original que combina un montón de conceptos para presentar ideas que se sientan frescas y funcionales en casi todo sentido.

Describir qué es este nuevo Prey puede ser un tanto complicado. Lo primero que te puedo decir es que no tiene que ver en absolutamente nada con lo que vimos en 2006, pues de voz de Ricardo Bare, Lead Designer de este juego, sabemos que Arkane Studios ya tenía tiempo trabajando en un juego de ciencia ficción en primera persona, y que fue Bethesda los que se acercaron con la idea de utilizar el nombre que recién habían comprado en este nuevo proyecto. Sin lugar a dudas, el ADN de Dishonored está muy presente en esta experiencia, además de que claramente se siente la influencia de grandísimos juegos como BioShock y Half-Life, mientras que en términos de diseño de niveles, estamos hablando de un metroidvania sumamente bien construido.

Cambiando la historia

Antes de pasar a contarte qué onda con todos los elementos que componen a Prey como videojuego, me parece que es muy interesante decirte cómo fue el trabajo que se hizo con la narrativa e historia de este título, pues me resulta bastante evidente que este punto fue uno de los que más atención y esfuerzo recibió cuando el proyecto se encontraba en desarrollo. Al igual que pasa con su gameplay, estamos frente a una experiencia que tomó ideas de distintas películas de ciencia ficción clásicas para crear su propio universo y así, relatar hechos originales que son sumamente interesantes.

Prey se basa en un futuro distópico que al menos en mi experiencia, no me había tocado ver en ninguna otra obra o medio. Nos encontramos en el año 2032 en una estación espacial llamada Talos I, la cual, es producto de la cooperación científica entre la Unión Soviética y los Estados Unidos. Sí, en esta línea de tiempo alternativa a nuestra realidad, el presidente John F. Kennedy nunca fue asesinado durante la Guerra Fría, causando que la Carrera Espacial entre las dos potencias, tomara nuevos bríos. Luego de hacer contacto con una raza alienígena llama Typhon, ambas naciones inician un trabajo en equipo sin precedentes que lleva a la humanidad a tener progresos en todas las áreas de la ciencia verdaderamente impresionantes.

En este juego se nos coloca en los zapatos de Morgan Yu, personaje al que le podemos elegir su género y que se encuentra estudiando a los alienígenas dentro de Talos I. Después de cierto incidente con esta muy extraña forma de vida no terrestre, los humanos pierden el control de la instalación y además de tener que sobrevivir a esta verdadera pesadilla, debemos de descubrir cuáles eran las intenciones de Alex Yu, nuestro hermano que se encontraba a cargo de todo este lugar que ahora es merodeado por seres que sin piedad buscan acabar con cualquier persona que se cruce en su camino.

Prey echa mano de cosas muy clásicas dentro del medio como un protagonista que perdió la memoria y que ahora, debe de descubrir por qué es que se encuentra en tal situación. Lo anterior puede sonar como la cosa más trillada del mundo y a pesar de que en efecto, lo es, la realidad es que el guión del juego es tan bueno que en ningún momento te hace sentir que se estén utilizando recursos narrativos gastados. Saber qué fue lo que pasó con toda la investigación que se estaba haciendo y con los habitantes de la instalación en la que nos encontramos, es verdaderamente interesante, pues conforme vas progresando, te das cuenta de que la humanidad no estaba a punto de alcanzar su pináculo como especie, más bien se había torcido como sociedad gracias a los grandes avances científicos que se estaban dando.

Como te decía, en Prey podemos ver referencias y fuertes influencias de películas como Alien, 2001: A Space Odyssey y Gravity, entre muchas otras más. Este thriller de ciencia ficción nos cuenta una historia sumamente bien escrita que es llevada hacia lugares muy interesantes que normalmente este género puede tratar como nadie. Al igual que pasa con otros juegos basados en la exploración, aquí podrás saber mucho más de lo pasó con Talos I si revisas cada rincón del mundo que se nos pone enfrente, asunto que te aconsejo enormemente sobre todo si eres fanático de este tipo de relatos.

Supervivencia espacial

Ahora que ya sabes bien cuál es el contexto narrativo de Prey, estoy seguro que sus mecánicas de gameplay y conceptos generales de videojuego, te harán mucho más sentido. Me parece que decir que estamos frente a un FPS no es lo más preciso del mundo, pues la realidad es que disparar con precisión dentro de este título no termina por ser lo más importante para poder seguir adelante. Más bien se utilizan otras ideas para que nosotros como usuarios nos involucremos con el mundo que se nos presenta, asunto que claro, es sello distintivo de Arkane Studios. Al igual que vimos en las dos entregas de Dishonored, en este título tendrás un montón de posibilidades y formas de aproximarte a las situaciones que se te ponen en frente.

Prey es un juego en donde sobrevivir es lo más importante, por lo que debes de tener muy en cuenta que en la mayor parte de los casos, la mejor idea es evitar una confrontación directa. Sí, además de tener armas de distintos tipos, puedes hacerte mejoras que básicamente son súper poderes para acabar con los Typhon que te amenazan, pero estas dos opciones son sumamente limitadas pues al igual que en todo survival, los recursos que tenemos a la mano son limitados y se gastan rápidamente.

Debido a lo anterior, la mecánica de stealth o de no ser detectados, cobra una relevancia verdaderamente considerable. Cada vez que te topas con algún enemigo, lo primero que debes de hacer es preguntarte si es que vale o no la pena invertir tu munición o barra de poder en acabar con él o ellos. La mayoría de las veces te responderás cosas como “no, mejor lo rodeo y me evito problemas mayores”; sin embargo, cuando te encuentras buscando cierto elemento en una zona determinada del mapa, necesitarás poder explorar a placer sin que alguien te esté molestando. Es ahí cuando necesitarás echar mano de tu creatividad para acabar con las amenazas que tengas enfrente utilizando un mínimo de tus recursos.

Justo en este punto es en donde se siente más claro que estamos frente a una obra de las mismas personas que trabajaron en los dos magistrales Dishonored. Prey es un juego sumamente complicado que incluso puede llegar a generar frustración por lo débil y vulnerable que te sientes en casi todo momento, asunto que por supuesto te empuja a mejorar la forma en la que estás jugando y a utilizar tu creatividad para seguir con vida. Puede que dos Phantoms se encuentren merodeando una zona que necesitas revisar con cuidado, pero tus recursos y medkits (sí, aquí la única manera de recuperar tu salud es a través de los famosos medkits) se encuentran diezmados. ¿Qué tal lanzar un dardo de juguete para llamar la atención de los dos enemigos y posteriormente aturdirlos con la Disruptor Stun Gun para de esa forma, acabar con ambos de una tajada utilizando una Recycler Charge y de paso, hacerte de algunos recursos extra que podrás usar más adelante?

Debido a situaciones como la que te acabo de describir, es que en Prey siempre debes de saber muy bien qué clase de herramientas tienes a la mano y cuáles son las capacidades de éstas. Claro que también contamos con una pistola de mano 9mm que dispara balas convencionales y con una llave inglesa para hacer daño con ataques melee, no obstante, la realidad es que este juego más bien nos invita a aprovechar cosas como el GLOO Canon, rifle que dispara una especie de pegamento que se hace duro al entrar en contacto con el exterior y que además de servir para inmovilizar enemigos, puede ser utilizada para crear distintos caminos dentro del mapa.

Además del tema de las armas y de poder hacer mejoras a nuestro personaje como por ejemplo, aumentar su fuerza para levantar objetos pesados o hacerlo más hábil para reparar tecnología o hackear computadoras, pues adquirir súper poderes de los Typhon que justamente son los que le brindan más profundidad a todo el gameplay de Prey. Controlar por unos segundos con nuestra a mente a uno de estos seres, convertirnos en cualquier objeto del ambiente para pasar desapercibidos, lanzar rayos de luz o revivir cadáveres humanos para tenerlos de aliados, son solo algunas de las opciones que tendrás a la mano conforme progreses en el juego que como seguramente te estás imaginando, abren muchísimas posibilidades para resolver todos los problemas que se nos presentan.

Prey es un juego que busca que utilicemos todas las herramientas que pone a nuestra disposición. Es claro que una vez más, Arkane Studios se quiere alejar lo más que pueda de las convenciones o conceptos básicos de un FPS. Estamos frente a un título de supervivencia en el que rara vez, tu habilidad con los disparos será la que te saque de alguna situación comprometedora; es decir, si estás buscando una experiencia llena de acción en la que el gatillo más rápido es el que siempre gana, aquí no lo vas a encontrar ni por equivocación. Este título premia constantemente a nuestra paciencia y a que tan creativos somos en la forma en la que resolvemos las situaciones que nos presenta pues como te comentaba, lo más importante es seguir con vida y no tanto que nuestro conteo de muertes alienígenas confirmadas, siga aumentando.

La verdadera flexibilidad del gameplay es un atributo cada vez más extraño dentro del medio, esto a pesar de que constantemente se nos esté vendiendo la idea de que estamos en mundos abiertos que podemos abordar de la manera en la que queramos. Te puedo decir que Prey es un juego que sí lo logra, pues siempre está buscando que mejoremos como jugadores al ponernos retos que muchas veces se antojan imposibles.

Mejoras, crafting y muchos ítems

Una de las principales mecánicas de juego dentro de Prey es la administración de recursos, no sólo en términos de cuidado de munición y poderes, sino cómo es que los invertimos para crear diferentes ítems para hacerle mejoras a nuestro personaje que por supuesto, nos servirán para que el paso por esta estación espacial sea un poco más llevadero, esto sin mencionar que algunas de ellas serán vitales para acceder a zonas que no podríamos alcanzar antes pues al final, estamos hablando de un metroidvania que funciona de esta manera.

Dentro del complejo científico de investigación en el que nos encontramos, se estaban haciendo experimentos con una nueva tecnología llamada Neuromods, los cuales, modifican el ADN del sujeto en cuestión para que sus capacidades físicas y mentales aumenten de maneras muy considerables. Dichos modificadores son justamente la unidad para acceder a diferentes tipos de mejoras para Morgan Yu. Éstas se dividen en dos grupos generales: El primero de ellos son los poderes humanos que sirven para aumentar tus puntos de salud, ser mejor para hackear o poder cargar objetos más pesados, por ejemplo. El segundo es el de los poderes Typhon y como te comenté hace unos párrafos, son los que hacen que las cosas se pongan bastante locas y que por supuesto, el gameplay tenga mucha más profundidad. Algo interesante es que entre más mejoras alienígenas tengas, es más probable que las medidas de seguridad automáticas contra estas formas de vida, actúen en tu contra.

Estas mejoras funcionan como en cualquier árbol de habilidades de un RPG moderno, es decir, tú decides en qué invertir los Neuromods que te vayas encontrando esparcidos a lo largo del mapa. No te voy a mentir, decidir en qué gastar estos ítems es algo verdaderamente complicado, pues nunca sabes qué es lo que el juego te tiene preparado. Al inicio, te puedo decir que lo mejor es buscar tener de todo un poco, sobre todo de los poderes Typhon. Una vez que te empieces a sentir cómodo con un patrón o forma de ofensiva a tu favor, entonces sí te diría que gastes tus Neuromods en las habilidades que hagan que tus estrategias sean más efectivas.

El tema del crafting también es muy importante para cómo es que Prey funciona como videojuego. Cuando exploras los pasillos de Talos I, podrás encontrar munición para recargar tus armas, medkits para recuperar tus salud, PSI HYPO para rellanar la barra de poderes o kits de reparación para tu traje (además de la barra de salud, tenemos una barra de qué tan dañado está nuestro traje. Entre menor sea ésta, más es el daño directo que recibiremos en caso de ser atacados); sin embargo, la verdadera forma de reabastecer nuestros recursos es fabricándolos nosotros mismos.

Además de encontrar los ítems que te comenté, te puedes topar con toda clase de basura que puede ser reciclada en estaciones especiales colocadas en algunos puntos de Talos I. Dependiendo del tipo de chatarra que coloquemos en estas máquinas, serán los recursos que obtengamos. Una vez que tengamos en nuestro poder minerales y otros elementos, puedes acudir a los fabircators, otro tipo de estación que nos permite crear los valiosos ítems que te describí en el párrafo anterior. Estas zonas dentro del mapa pueden ser considerados como puntos seguros. En Prey puedes salvar tu juego en casi cualquier momento, no obstante, las zonas en donde te puedes reabastecer, sí son bastante escasas, por lo que alcanzar cualquiera de ellas, genera un sentimiento parecido como cuando encontrabas un save room en Super Metroid o en Resident Evil.

Nuestro traje también puede ser mejorado con unos chips especiales para por ejemplo, tener un jetpack que sirve para saltar más alto. Además, en cierto punto se te da un escáner para tu casco que sirve para obtener información importante de los Typhon y así, desbloquear más caminos en los árboles de mejora que tenemos a nuestra disposición. Elegir en qué momento hacer el escaneo de alguno de los enemigos no será simple, pues muchas veces quedas completamente expuesto a sus ataques, esto gracias a que para sacarles la información necesaria, estos deben de estar con vida.

Puede ser que todo esto suene como algo complejo y hasta abrumante, sin embargo, te puedo decir que en términos de interfaces y cómo es que se te explica cada uno los puntos importantes del crafting y mejoras dentro de Prey, la gente de Arkane Studios hizo un trabajo espectacular. Cada elemento está en su lugar y a nuestro alcance en todo momento, causando que siempre te sientas dueño de la situación y que sobre todo, sepas bien qué es lo que necesitas para poder seguir adelante.

Cuando el backtrack funciona

Reciclar escenarios y niveles dentro de un juego es un arma de doble filo que se debe de tratar con muchísimo cuidado, pero cuando es bien usada, normalmente se tienen resultados verdaderamente especiales. A lo largo de los últimos años hemos visto que casi de manera exclusiva, la escena independiente ha sido la única en mantener con vida a los llamados Metroidvania, muchas veces con obras que no le hacen honor a este género tan especial dentro de los videojuegos. A diferencia de las misiones y niveles perfectamente delimitadas que vimos en los dos Dishonored, en esta ocasión, Arkane Studios se soltó el cabello para ponernos en medio de un mundo interconectado dentro del cual, tenemos que revisitar constantemente varias de sus zonas para poder seguir adelante.

Talos I es una estación espacial que se encuentra flotando en medio del espacio y que como tal, genera un sentimiento de desolación bastante especial. Al igual que vimos en juegos como Metroid Prime, se nos dice que debemos de llegar a cierto punto del mapa para realizar cierta actividad, sin embargo, nunca se deja claro cuál es el camino que debemos de tomar para alcanzar nuestro objetivo. Dicho asunto depende enteramente de nosotros. Lo mejor de esto es que hay más de una forma para llegar. Por ejemplo, a veces es posible encontrar una keycard que nos permite abrir alguna puerta para poder seguir adelante, sin embargo, eso no quiere decir que no exista un ducto de aire que nos permita rodear el obstáculo para continuar con nuestro camino.

Claro que difícilmente podríamos decir que Prey es un juego de mundo abierto, pues a pesar que sí ha objetivos secundarios que podemos completar en el orden y momento que queramos, el mapa está dividido en zonas muy marcadas que a su vez, están separadas por pantallas de carga que sí llegan a ser molestas, todo esto sin mencionar que la experiencia normalmente está bastante guiada con el objetivo de mantener a la narrativa por una línea que sea lógica. No me mal interpretes, lo anterior no es malo ni mucho menos, simplemente es una forma de hacer las cosas. El diseño de niveles de este juego es espectacular por todas las posibilidades que presenta, esto claro, apoyando de una manera muy importante a que el funcionamiento de las mecánicas principales, sea el correcto.

Definitivamente, las secciones de hacer caminatas espaciales son una de las partes que más disfruté de toda la experiencia de Prey. Cuando es momento de estar en gravedad cero expuestos al vacío del espacio exterior, los controles y cómo es que ves al mundo que te rodea, cambian por completo. Aquí, te sientes más vulnerable que nunca, pues no es como que puedas andar volando por todos lados con gran agilidad, más bien tienes que ser sumamente cuidadoso de cómo es que te mueves y por dónde es que lo haces, pues muchas veces pierdes la noción de hacia dónde es arriba y hacia dónde es abajo. En repetidas ocasiones durante estos momentos recordaba las angustiantes escenas que vimos en Gravity de Alfonso Cuarón hace unos años.

El famoso backtracking es mal visto por muchos usuarios y desarrolladores, pues para algunos, esto sólo representa cierto grado de pereza al momento de construir escenarios; no obstante, cuando se hace un trabajo correcto y se logra que esta tarea lejos de ser aburrida, se sienta fresca a interesante casi como si estuviéramos en zonas totalmente nuevas, tienes como resultado un muy complejo mundo que prácticamente va mutando conforme nosotros como jugadores vamos progresando a través de él. Talos I además de ser gigantesco, ofrece toda clase de caminos llenos de secretos y cosas interesantes por ver. Dentro de Prey no hay una manera incorrecta de hacer las cosas, más bien hay formas más efectivas que otras de resolver cierta situación que se nos pone enfrente. Una vez más, los franceses de Arkane Studios demuestran la maestría que tienen cuando se trata de diseñar niveles.

Sin usar la tecnología de casa

Al ponernos en medio de un futuro que nunca pasó, el equipo de arte de Prey se tomó bastante tiempo para pensar cómo hubiera sido la tecnología que hubiéramos tenido en el futuro, así como cosas un poco más superficiales como el diseño gráfico y de decoración de interiores que habría lucido un lugar como Talos I. Creo que en este aspecto, Arkane Studios sacó la pelota del estadio, pues de alguna manera capturó toda la esencia de la ciencia ficción de los año cincuenta y sesenta, pero le dio un giro muy interesante para hacer que el mundo que pone frente a nuestros ojos este juego, sí se sienta como una evolución natural de la tecnología y forma de vida que se tenía a mediados del siglo pasado.

Casi todos los elementos y objetos que vemos dentro Prey tiene alma analógica y muy rudimentaria, pero sus capacidades son equivalentes a las de la era digital moderna, incluso las superan en muchos aspectos. La dirección artística del nuevo juego de Bethesda es simplemente espectacular, pues además de causar lo que te acabo de mencionar, ayuda enormemente a que la atmósfera que se nos presenta sea mucho más profunda y creíble. Si eres amante de todo esto, te recomiendo estar al pendiente del próximo lanzamiento del libro que justamente recopilará todos los trabajos visuales que se hicieron para este título.

A pesar del fantástico resultado que se tuvo a nivel de dirección artística dentro de Prey, tenemos que decir que su apartado gráfico pudo haber tenido logros bastante más sobresalientes. Algo que llama mucho la atención es que para este juego, Arkane Studios no utilizó Void, motor gráfico propio que vimos en acción dentro de Dishonored 2. Por alguna razón que esperemos en algún punto sea aclarada, se tomó la determinación de usar el CryEngine de Crytek, software que a pesar de tener grandes capacidades, nunca ha podido ser explotado de tan buena forma por terceros.

Entiendo bien que una de las intenciones de la dirección artística de Prey es la de presentar un mundo con colores sólidos bastante cálidos sin grandes contrastes, sin embargo, creo que sí se abusó un poco en tener texturas demasiado planas que no siempre funcionan, pues al final, te llegas a topar con objetos dentro de Talos I que no tienen el mismo detalle y cuidado que algunos de sus escenarios, generando que por momentos y términos estrictamente visuales, tengamos una experiencia que se siente inconsistente. Te repito, no conozco la razón por la que este estudio decidió no utilizar la tecnología de casa.

El audio y música de Prey son de sus más grandes aciertos. El score de este juego es verdaderamente alucinante. Mick Gordon, compositor que se encargó de darle vida a las melodías del último e increíble DOOM, regresa con este título en una faceta bastante interesante. Las tonadas electrónicas que utilizó para darle más fuerza a la experiencia creada por Arkane Studios son una verdadera maravilla, pues justamente cumplen con su cometido de crear una atmósfera profunda. De igual forma, la mezcla y edición de sonido sirven para hacernos creer que estamos en medio de una estación espacial en donde nadie nos puede ayudar.

Tal vez para algunos, el aspecto gráfico de Prey pueda ser un tanto rústico por momentos, sin embargo, su excelente dirección de arte y sobresaliente apartado sonoro, hacen que tengamos una producción que sí se siente con un presupuesto importante que fue aprovechado de la manera correcta y que además, al menos en la versión de PlayStation 4, no presenta complicaciones técnicas de importancia más allá de un par de bugs menores que nunca me sacaron de la experiencia que estaba teniendo.

Par de quejas…

Si bien Prey es un videojuego en el que sus virtudes sobrepasan por completo a sus defectos, la realidad es que cuenta con algunas deficiencias que fueron fáciles de detectar y que por supuesto, hubiera sido mejor no tenerlas. La primera de ellas es la forma tan extraña en la que a veces, la inteligencia artificial de los enemigos se puede comportar, sobre todo si algunos elementos del escenarios han sido movidos de lugar. En más de una ocasión vi a un Phantom caminando sin poderse mover debido a que un sillón estaba en su camino, por ejemplo.

Otro punto bastante molesto son las largas pantallas de carga. Siempre que cambias de sección dentro del mapa de Talos I, el juego necesita preparar la siguiente zona. Estas transiciones pueden tomar más de un minuto, asunto poco ideal si tomas en cuenta que estamos frente a un juego que constantemente te está pidiendo moverte entre áreas que ya habías visitado con anterioridad. Esperemos que con un parche, este asunto se llegue a arreglar, pues la verdad es que sí le corta bastante el ritmo a cómo es que toda la historia se está desenvolviendo.

Hablando de ritmo, me parece que con el objetivo de alargar el tiempo de juego que ofrece, se añadieron algunas secciones que sí llegan a afectar la forma en la que Prey está fluyendo. Por ejemplo, hay partes en las que te piden buscar cierto número de grabaciones para poder seguir adelante. La cosa es que éstos son objetos muy pequeños y difíciles de hallar entre todas las cosas que hay en cada uno de los cuartos de esta estación espacial. Mi punto es que puede ser que el ritmo del juego vaya muy bien con una intensidad marcada y de la nada, te pongan en esta situaciones mucho más pasivas y sin gran propósito.

Animaciones sumamente acartonadas de los pocos personajes humanos con los que te topas y un extraño efecto de movimiento involuntario cuando estás quieto, son errores adicionales que mantienen a Prey a unos cuantos pasos de haber sido un videojuego mucho más redondo. Es importante resaltar de nueva cuenta que a pesar de tener todas estas deficiencias, la realidad es que el trabajo de Arkane Studios tiene virtudes mucho más importantes que terminan por opacar hasta cierto punto a los errores.

Fusionando los ingredientes

Después de los dos maravillosos Dishonored y ahora con lo que resultó ser Prey, no tengo temor a decir que Arkane Studios es una de las empresas desarrolladoras de videojuegos más sobresalientes de la actualidad, pues su manera de integrar el gameplay y diseño de niveles con una narrativa sumamente bien estructurada, es algo que no se ve de manera tan constante. De igual forma, Bethesda vuelve a reivindicar por qué es que se ha convertido en uno de los publishers más sonados de toda la industria por la forma tan inteligente en la que decide qué proyectos es lo que debe de apoyar. Evidentemente, esto causa que dichas marcas sean el foco de atención durante el futuro cercano.

Prey es un título lleno de bondades y logros sumamente interesantes en todos sus apartados, sin embargo, me parece que por su elevada dificultad y cómo es que te pide constantemente estar mejorando como jugador, es que no es una experiencia que pueda ser abordad por cualquier persona, esto sin mencionar que los temas de ciencia ficción que toca, llegan a ser bastante densos y no tan simples de entender. Como sea, estamos frente a un juego sofisticado tanto en términos de gameplay, como en su fabricación de escenarios que se ve y se siente como ninguna otra cosa allá afuera. Si eres seguidor del trabajo del estudio desarrollador detrás de Prey, tienes que darle una oportunidad cuanto antes, de lo contrario, te recomiendo poner en consideración todo lo que menciono en esta reseña para saber si es algo que vas a disfrutar o que mejor deberías de pasar por alto.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!