Review – Prey: Mooncrash

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El más menospreciado 

La situación que vive actualmente Bethesda es de lo más extraña. A pesar de lo sobresalientes que han sido los trabajos de sus estudios últimamente, la gran mayoría de ellos no han encontrado buen puerto en la parte comercial. Al parecer, las tendencias actuales tienen a la mayoría del mercado en una especie de letargo que podría ser la principal razón por la que se ha perdido cierta sensibilidad para apreciar grandes juegos. Un ejemplo casi perfecto para ilustrar todo lo anterior es Prey de 2017, título desarrollado por Arkane Studios que pasó sin pena ni gloria con todo y las ambiciosas propuestas que presentaba tanto en narrativa, como a nivel de gameplay. Como sea, quienes sí le dimos una oportunidad, sabemos lo menospreciado que es y de manera completamente sorpresiva, ha recibido un DLC bajo el nombre de Mooncrash, el cual, nos recuerda todos los valores de la obra original y claro, abre de nuevo la herida causada de que algo tan bueno, haya sido consumido por tan poca gente.

Prey: Mooncrash es un contenido que en ningún momento busca ampliar a la audiencia que la aventura principal tuvo, es decir, toma la increíble fórmula que vimos hace unos meses, le da una leve lavada de rostro y la presenta en una especie de nuevo modo de juego que resalta todo lo bueno que tiene el juego en términos de gameplay. Este DLC está justamente pensado para quienes disfrutaron del título en su momento, incluso diría que es para los muy pocos que decidieron jugarlo en sus dificultades más elevadas, pues en cada uno de sus rincones, están colocadas trampas y todo tipo de obstáculos despiadados que fueron diseñados para acabar con nosotros. Su diseño es genial y prueba de nueva cuenta el grandísimo talento de Arkane Studios.

Simulación o realidad

Si bien podríamos decir que Prey: Mooncrash es una especie de nuevo modo de juego, más allá de una expansión en forma, Arkane se tomó la molestia de ocuparlo para ampliar un poco la sensacional narrativa de Prey. En este DLC interpretamos a un hacker de Kasma Corp llamado Peter, el cual, es enviado a una base lunar de TranStar que ha dejado de transmitir desde hace un tiempo. Para descubrir qué ha pasado con quienes habitaban dicho complejo, debemos de literalmente ponernos en los ojos de cinco personajes distintos que se encontraban en el lugar de los hechos, esto a través de una extraña simulación por computadora… ¿o no?

Seguro recordarás que el inicio de Prey es uno de los más fuertes que nos haya tocado vivir dentro de un videojuego en los últimos años. El tema de la simulación y engaño por parte de una gran corporación, es una constante dentro de este universo y para Mooncrash, la temática regresa con mucha fuerza. Por supuesto que los Typhon también están de vuelta como los enemigos principales, teniendo algunas variantes que en esta ocasión, los convierten en una amenaza mucho más impredecible y por consiguiente, más peligrosa en todo sentido.

La narrativa general de Prey: Mooncrash se va desenvolviendo poco a poco conforme vas progresando y escapando de este lugar con cada uno de los personajes -cada uno con su back story propia-. Te recomiendo mucho poner atención a cada detalle que se te va presentando a lo largo de la aventura, pues existen pistas muy sutiles que son cruciales para ir ligando hechos, sobre todo entre lo que es este DLC y la historia principal de Prey. La verdad es que como fan de todo este tipo de ciencia ficción y futuro distópico en el que Estados Unidos y la Unión Soviética cooperaron en al exploración espacial en lugar de volverse enemigos, me parece fascinante y a pesar de su brevedad, creo que este contenido hace un gran trabajo por expandir los hechos que se no han venido contando.

Base lunar

Prey: Mooncrash es un DLC que se desarrolla por completo en una base lunar que como te contaba, ha dejado de transmitir señales de cualquier tipo. En esta aventura, tenemos que escapar de dicho lugar utilizando a cinco personajes distintos, esto en una misma pasada. Lo interesante es que cada vez que logras salir con vida con alguno de los personajes o en su defecto, mueres en el intento, el siguiente paso es bastante diferente, pues a pesar de que el mapa mantiene su diseño original, la posición de los enemigos y de los recursos que encuentras, cambia por completo.

Cada uno de los personajes que controlas tiene diferentes stats, armas y recursos. Esto genera que cada vez que cambias entre ellos, tienes que modificar la forma en la que piensas en la que te debes de aproximar a la situación que tienes enfrente. Lo interesante de Prey: Mooncrash y lo que lo hace una experiencia sumamente hardcore es que si mueres, tienes que empezar desde el inicio. El objetivo es escapar con los cinco en una misma pasada sin perder ninguna vida. Si jugaste la aventura original, sabes perfectamente que algo así es sumamente complicado. De entrada te digo que completar el DLC te tomará varios intentos, al menos hasta que aprendas casi de memoria la estructura de esa base lunar.

Claro que conforme vas avanzando y consiguiendo recursos, puedes ir modificando las habilidades del personaje que tengas en turno, pero recuerda que en el siguiente intento, el lugar de esa arma que te está ayudando enormemente, habrá cambiado por completo, mismo caso de los lugares en los que se encuentren los enemigos. Lo anterior, evidentemente genera que cada pasada que intentes, sea totalmente diferente a la anterior, añadiéndole un grado de dificultad verdaderamente considerable.

Mooncrash no cambia en nada el gameplay general de Prey. Me parece que el objetivo de Arkane Studios con este DLC, más bien tenía que ver con resaltar el sentimiento de supervivencia que se logró de manera tan marcada en la aventura principal del juego y a mi parecer, se consiguió con creces. Te repito que este contenido está diseñado para quienes ya dominaban los conceptos y hechos del juego, pues aquí no hay lugar para los errores de ningún tipo, esto claro, sin ser injustos en ningún momento. Completar este reto te tomará una buena cantidad de tiempo y claro, mucha paciencia.

Impresionante que exista 

La verdad es que sigo totalmente sorprendido de que durante su conferencia de E3 2018, Bethesda haya mencionado a Prey para hacer anuncios sobre él. Claro que también me da muchísimo gusto de que el publisher esté orgulloso de lo que sus estudios han logrado más allá de su posición comercial y más aún, que esté dispuesto a seguirles invirtiendo dinero en un intento por levantar la mano y atraer algunas miradas que no le hayan dado la oportunidad. Prey: Mooncrash es un recordatorio de lo genial que es este juego en general. Sus mecánicas están perfectamente bien aterrizadas en todo sentido, siendo acentuadas de sublime manera con un diseño de niveles complejo y sumamente orgánico en cada uno de sus rincones. Además y a pesar de su aparente simpleza, este DLC hace un gran trabajo por presentar una narrativa interesante que sí contribuye con ampliar el lore general de lo que bien podríamos considerar como una IP recién nacida.

Recomendar o no Prey: Mooncrash tiene que ir forzosamente de la mano con lo que es el juego completo -además de considerar que cuesta $20 dólares-. Si eres de los pocos que jugó Prey y lo disfrutó, entonces ésta es una sensacional oportunidad para regresar a él. En caso de que pertenezcas a la gran mayoría que pasó por alto este sensacional juego, entonces aprovecharía este momento para recomendártelo de nueva cuenta, sobre todo si estás buscando un FPS diferente que se sienta fresco y que todo el tiempo te esté exigiendo ser creativo con lo que tienes a la mano para poder salir adelante de las diferentes situaciones que te pone enfrente. Nos toca apoyar como podamos a este tipo de productos, pues hasta a alguien como Bethesda se le terminará la paciencia si ve que no hay respuesta en lo comercial.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!