Naciendo de las cenizas

Los costos de producción de videojuegos AAA se encuentran por las nubes. Cada vez son menos los desarrolladores que se pueden dar el lujo de echar a la basura títulos que llevan años en el horno debido a que su calidad no fue la que se esperaba. Como seguramente recordarás, hace unos meses Blizzard anunció que debido a que Titan no cumplía con sus estándares de calidad, todo el proyecto que prometía llegar a ocupar el lugar de World of Warcraft dentro del mundo de los MMORPG, tenía que ser cancelado, esto después de más o menos cinco años en desarrollo. A pesar del enorme fracaso, los también creadores de Starcraft y Diablo encontraron la manera de sacar de entre las cenizas una idea increíblemente encantadora llamada Overwatch.

Si consideramos a World of Warcraft, Hearthstone y Heroes of Storm como spin-offs de franquicias que ya existían, nos tenemos que remitir hasta 1998 para toparnos con la última propuesta completamente original de Blizzard, la cual, fue conocida como Starcraft, por lo que hablar de algo como Overwatch no es poca cosa, sobre todo si uno toma en cuenta el más que importante pedigree de este desarrollador californiano. Analizar la fórmula de este juego no es tarea simple, pues a pesar de que claramente es un producto diseñado para superar los retos actuales de la industria, también emana una esencia que en todo momento está intentando cumplirle a sus fanáticos antes que a cualquier otra cosa o interés.

Adicción basada en un fino gameplay

Al estarse convirtiendo en un medio que está dejando a los nichos para atender a las masas, las razones por las que una persona consume videojuegos se han vuelto por demás variadas. Algunos quieren experimentar una gran historia, otros solo buscan matar algo de tiempo o también tenemos a quienes siguen aferrados a lo que hace tan especial al medio y siempre están esperando ser deleitados por mecánicas de juego creativas. Dentro de sus valores como compañía, Blizzard tiene como prioridad al gameplay en cada una de sus experiencias, prueba de ello es lo que se alcanzó con Overwatch.

De primera instancia, Overwatch podría parecer un FPS colorido que solo busca saturarnos de efectos y elementos en pantalla para justificar todo su propósito, no obstante, en cuanto uno le pone las manos encima y comienza a controlar a cualquier de los personajes elegibles, te puedes dar cuenta de que se logró algo que muy pocos juegos pueden: hacernos sentir que el control que tenemos en las manos es una extensión de nuestro cuerpo, esto gracias a lo que está pasando en pantalla, corresponde perfectamente con los comandos que le estamos dando al título.

Overwatch es claramente un subgénero de los FPS, el cual, hace todo lo posible por sentirse lo más diferente y original posible. A  diferencia de lo que pasa con otros juegos de este tipo que son contemporáneos a la nueva propuesta de Blizzard. Aquí, tenemos una variedad de personajes completamente asimétrica; es decir, no todos los jugadores dentro de una partida cuentan con exactamente las mismas posibilidades ni con el mismo propósito dentro del campo de batalla.

A pesar de que está lejos de ser un MOBA, la realidad es que cuando Overwatch estaba en desarrollo, podemos estar seguros de que sus creadores volteaban constantemente a ver cómo es que funcionaba dicho género. Además de que cada uno de los héroes a nuestra disposición cuenta con habilidades muy especiales que los hacen únicos dentro del juego, el diseño de niveles está completamente pensado para condensar toda la acción en espacios muy reducidos.

En Overwatch, dos equipos de seis integrantes cada uno se enfrentan en diferentes tipos de juego, prácticamente todos ellos están diseñados para que haya una lucha territorial por cierto punto del mapa, asunto que la verdad, funciona prácticamente a la perfección. Normalmente, el equipo que tenga la mejor composición de variedad de héroes, es el que se queda con la victoria, no obstante, al tener un gameplay tan profundo, las situaciones que vemos en cada partida pueden cambiar por completo en cualquier momento sin importar qué tipo de personajes estén compitiendo.

Por el momento, el juego solo cuenta con cuatro diferentes modos de juego. En Escort, que en mi opinión es el que mejor funciona, un equipo debe de controlar un vehículo, el cual, se comienza a mover cuando uno de los miembros de los atacantes se encuentra cerca de él. El trabajo de los defensores es no permitir que el Payload llegue a su destino. En Assault, un equipo deberá defender una posición, mientras que otro busca tomar control de ella antes de que se termine el tiempo para alcanzar la victoria. Hybrid, como su nombre lo indica, combina rondas de Escort con Assault, mientras que en Control las dos facciones buscan tener superioridad territorial dentro del mapa.

Puede que esto te suene como los modos de juego más simplones del mundo, sin embargo, te aseguro que a pesar de ser simples en el papel, cuando uno los está jugando, te puedes dar cuenta del enorme trabajo que se puso para que cada uno de ellos funcionara a la perfección. Es muy impresionante ver la forma en la que cada partida dentro de Overwatch fluye. Lo que te quiero decir es que no tendrás ni un segundo para respirar, pus siempre estás en combate.

La forma en la que este FPS te castiga al momento de morir, se puede sentir como algo que rompe el ritmo de todo, no obstante, creo que debemos de recordar muy bien que al no contar con Deathmatch (modo que creo, se debería de incluir en un futuro), las muertes tanto de nosotros, como de nuestros contrarios, deben de tener algún tipo de impacto en la forma en la que la partida se está desarrollando todo. Cuando caigas a manos de un enemigo, normalmente se te pondrá a varios metros de donde toda la acción se está llevando a cabo; es decir, siempre que alguien se anote una muerte, lo que en realidad está haciendo es comprar algo de tiempo para que su equipo pueda posicionarse mejor en la lucha por controlar o defender una zona.

Disparar es muy importante dentro de Overwatch, pero por su misma naturaleza, no siempre el que mejor dispara es el que se quedará con la victoria. Como te comentaba, cada héroe cuenta con habilidades muy específicas, muchas de ellas que no tienen que ver con lanzar proyectiles hacia los contrarios. Por ejemplo, Reinhardt y Genji dependen mucho más de lo que puedan hacer con sus ataques melee, mientras que Mercy y Lúcio son bastante más útiles lanzando poderes para que sus compañeros recuperen salud.

Pasando al tema del control, te puedo decir que en Overwatch, el acertar o no acertar un disparo o salto, por ejemplo, es completa responsabilidad del usuario. Cada movimiento que le pides a tu personaje, se ejecuta justo cómo tu se lo pediste, ya sea para bien o para mal. Sentir el peso de cada héroe, el rebote de nuestros disparos o efecto de un poder de healing, es un verdadero deleite para todos nuestros sentidos, pues incluso, el juego echa mano de cosas como el audio para hacer que su gameplay sea aún más fino.

Algo que es sumamente interesante y que creo, es lo que sustenta lo adictivo que puede llegar a ser el juego, es que siempre está buscando recompensarnos, ya sea con cosas como la loot box que nos dan premios al asar como skins, voces, poses o grafitis para nuestros personajes, o con cómo es que cuenta nuestro marcador personal dentro de cada partida.

En cualquier otro FPS, el que acierta el último disparo, es al que se le cuenta el kill, esto sin importar qué tanto daño haya hecho para acabar con el enemigo, lo cual, muchas veces resultaba en frustración para algunos. En Overwatch, muchas veces se le contará el mismo kill a dos personas distintas. Lo anterior funciona de la siguiente manera: si haces cierto porcentaje de daño, en automático, el juego entenderá que colaboraste lo suficiente para ser merecedor de ese punto, esto sin importar si diste el último tiro o no. En caso de que solo conectes un par de disparos, se te dará una asistencia solamente. Interesante sistema de puntuación sin lugar a dudas.

Si uno desnuda por completo a Overwatch y deja sobre la mesa solo a los elementos que lo hacen un videojuego, resulta verdaderamente complicado encontrar cosas que reprocharle con argumentos válidos. Cada uno de sus héroes se siente único, cada uno de sus mapas está perfectamente construido para funcionar con las mecánicas básicas y sus controles responden de manera precisa. Puede que la forma en la que presenta los resultados al final de cada partida no sean de lo más claro y que en un futuro parche, esto se vaya a mejorar.

Un juego de héroes, no de clases

Ahora que te he expuesto la forma en la que se comporta Overwatch como videojuego en general, creo que es un excelente momento para pasar a hablarte de las verdaderas estrellas del juego. 21 héroes están a nuestras disposición en esta primera versión del nuevo FPS de Blizzard. Cada uno de ellos cuenta con una personalidad única, poderes verdaderamente interesantes y sobre todo, un rol específico dentro del campo de batalla.

Con el objetivo de ubicarnos mucho mejor en cuál es el papel de cada uno de los personajes del juego, Blizzard decidió agruparlos en cuatro clases distintas: Offense, Defense, Tank y Support. La realidad es que este elemento tan solo es una guía para que nuestro equipo pueda estar lo más balanceado posible, sin embargo, de ninguna manera se convierte en una limitante de cómo es que podamos explotar a cada uno de los personajes.

Por ejemplo, Zenyatta es un héroe que es considerado como Support, sin embargo, puede ser uno de los que más daño hacen en las manos indicadas. Sus Orbs son un verdadero dolor de cabeza por el gran alcance que tienen, esto sin mencionar que una de sus habilidades secundarias sirve para que quien es atacado con ella, reciba mucho más daño de cualquier rival. También cuenta con la posibilidad de sanar aliados. Sumado a lo anterior, podemos hablar de alguien como Soldier: 76, el cual,  a pesar de que es un héroe diseñado para hacer daño, también cuenta con una habilidad que crea un campo que quien se pare en él, comience a recuperar salud.

Así, cada uno de los más de 20 héroes de Overwatch está pensado para cumplir con una tarea, no obstante, el potencial de todos ellos en realidad depende de la creatividad que los usuarios tengan para explotar cada una de sus habilidades. Lo anterior lo digo porque me sigue pareciendo más que sorprendente ver a personas sumando muertes al por mayor con alguien como Mei o Mercy, heroínas claramente diseñadas para dar soporte desde lejos, o a Junkrat, quien a pesar de estar en la clase de defensores, puede ser de mucha ayuda si al momento de atacar, se mantiene poniendo trampas alrededor del equipo y tirando sus bombas desde lejos.

Pasando al tema de balance, el cual, normalmente es bastante espinoso, te puedo decir que al menos en mi experiencia, las cosas van por muy buen camino al menos hasta que alguien encuentre cómo romper la situación y tenga que venir uno de las famosas actualizaciones. Tal vez podríamos comentar que Bastion es uno de los personajes que menos habilidad requieren y que más daño puede hacer. Constantemente me he topado con personas que se colocan con este robot en una esquina cerrada, se convierten en torreta y comienzan a hacer destrozos en el rival, sobre todo cuando está defendiendo una zona. El problema es que por su enorme resistencia al fuego enemigo, sacarlo del punto en el que se encuentra atrincherado, puede ser un verdadero dolor de cabeza.

El diseño visual y de actitud en general de cada uno de ellos es verdaderamente sensacional y a pesar de que Blizzard decidió expandir mucho más en sus historias fuera del juego con cosas como los maravillosos cortos animados y cómics, estamos seguros de que te encariñarás con alguno de ellos con tan solo usarlo o estar escuchando constantemente sus frases a media batalla.

El trabajo que Blizzard hizo con cada uno de los 21 héroes de Overwatch es muy sobresaliente. No me viene a la mente ninguno de ellos que me haya parecido genérico o sin ningún propósito dentro del juego. Creo que sin importar cuál sea tu estilo dentro de este tipo de juego o incluso si es que nunca le haz entrado al online competitivo, encontrarás a ese personaje que se adapte a ti. Lo que sí te recomendaría es que ante el hecho de que podemos cambiar de héroe en cualquier momento de la partida para ajustar el equipo a la situación que tengamos enfrente, busques aprender a jugar con al menos tres de ellos y por supuesto, a saber cómo enfrentarte al resto.

Brillante diseño de niveles

Absolutamente todo videojuego -evidentemente dejando fuera cosas como los de pelea o deportivos- que busque ser verdaderamente trascendente como obra, debe contar con un diseño de niveles que impulse las mecánicas de juego a nuevos niveles y así, hacer que nuestra experiencia como jugadores sea mucho más grata en todo sentido.

Si hablamos de un videojuego como Overwatch en el que el camino de cada partida depende enormemente de cómo es que están construidos los escenarios, el tema del diseño de niveles cobra mucho más relevancia. El nuevo juego de Blizzard cuenta con 12 mapas distintos inspirados en varias locaciones reales del mundo. Cada uno de ellos está completamente pensado para funcionar justo con el modo de juego para el que están disponibles.

En general, todas estas zonas presentan áreas bastante estrechas basadas en pasillos, esto con el objetivo de condensar lo más que se pueda toda la acción. Lo que te quiero decir con esto es que en todos los niveles de Overwatch, jamás te encontrarás buscando con quien pelear. Una pequeña queja es que creo que el tiempo que te dan en Assault para preparar tu ataque o defensa, se llega a sentir demasiado largo.

Por ejemplo, Route 66 es un mapa para jugar Escort que tiene una forma lineal como de un pasillo, lo cual, evidentemente se presta a la perfección para la modalidad que nos presenta. Además de esto, esta zona cuenta con pilares muy altos que sirven para colocar a personajes como Pharah o Widowmaker y así, hacer una enorme cantidad de daño. En este mismo modo también encontramos cosas como Dorado, el cual, está inspirado en un pueblo colonial mexicano. Sumado a su sensacional estilo visual, este mapa a diferencia del que te describí hace unas líneas, más bien cuenta con un diseño en espiral que favorece a personajes que pueden resistir muchos disparos como Reinhardt o D.Va, por ejemplo.

Sin duda alguna, los que más complejidad presentan son en los que jugamos Hybrid, pues estos tiene que funcionar tanto en Assault, como en Escort. Hollywood nos lleva a pelear en medio de sets de películas, esto con un diseño bastante más abierto que el promedio, lo cual, lo convierten en uno de esos mapas en los que todo puede pasar. Otro muy interesante es King’s Row, pues lo estrechas que son las calles londinenses hacen que toda la acción normalmente esté concentrada en puntos muy específicos.

Una constante muy marcada en cada uno de los mapas de Overwatch tiene que ver con su verticalidad, pues además de que estamos frente a un FPS competitivo, también lo estamos frente a un platformer. Saber cómo explotar cada borde y recoveco de estas zonas, es algo completamente crucial para poder tener éxito en el campo de batalla.

12 mapas para esta primera versión de Overwatch me parece un número bastante bueno en todo sentido, pero creo que lo más importante es lo especial que se siente cada uno de ellos, tanto en la parte visual, como en su diseño técnico. A pesar de que para este momento, ya pasé varias veces por cada uno de ellos, sigo encontrando nuevos pasillos y atajos que puedo tomar para flanquear a los enemigos. Sin duda alguna estamos frente a un título con un brillante diseño de niveles, por lo que en cuanto se anuncie una zona nueva, se hablará mucho de lo que ésta pueda ofrecer.

Espectacular presentación visual y auditiva

Con todo y que los juegos de Blizzard siempre están pensados para poder funcionar en computadoras que no sean de gama tan alta, su maravillosa dirección de arte siempre los hacen lucir muy bien. Evidentemente, en PC, el juego no tiene un solo problema técnico y en PlayStation 4, te podemos decir que corre sin problemas a 1080p y 60 cuadros por segundo. En el caso del Xbox One, Blizzard tuvo muy en cuenta lo importante que es el frame rate alto y para conseguirlo en la consola de Microsoft, la resolución de ésta es dinámica, es decir, varía según la situación en la que se encuentre.

Desde los menús, te puedes dar cuenta de que al menos en la parte visual, Overwatch es verdaderamente especial. Desde su diseño gráfico, hasta el más mínimo asset en los personajes y escenarios, fue cuidado a un nivel verdaderamente extremo. Puede que este no sea el juego con mejores gráficas de la generación, sin embargo, su sobresaliente dirección de arte lo convierten en uno de los más consistentes y agradables a la vista.

Por supuesto que todos estos elementos al final, son superficiales, sin embargo, siempre que están bien logrados, se agradecen en sobre manera. Algo muy interesante que consigue hacer Overwatch es que el audio sí sea algo que ayuda a que el gameplay sea mucho más refinado.

Estamos frente a un juego en el que el sonido no es un lujo, sino una verdadera necesidad que en caso de ser bien aprovechada, te dará un ventaja táctica muy importante. Con todo esto me refiero a que debes de estar muy al pendiente de cosas como las frases que cada héroe dice antes de ejecutar su Ultimate. Por ejemplo, el famoso chiflido de Bastion cuando se convierte en tanque, es una alerta para correr por tu vida. Además de lo anterior, te podemos decir que la mezcla de sonido de Overwatch es espectacular, cada arma tiene su propio sonido, mientras que el estruendo de las explosiones, disparos y en general efectos, te harán vibrar en todo momento.

¿Es suficiente contenido?

Una de las polémicas más grandes que han marcado a la industria durante los últimos años, es la forma en la que los publishers no están vendiendo algunos juegos. Al no saber cómo reaccionar a la amenaza de cosas como los free-to-play, hay empresas que comienzan con prácticas poco leales hacia los usuarios, con todo y que normalmente avisan que el contenido de sus productos será verdaderamente reducido.

Overwatch es un juego que está siendo venido a precio completo ($40 dólares en PC y $60 en consolas) pero que tiene la peculiaridad de que todo el contenido que se publique en un futuro, no tendrá ningún costo extra. Creo que aunque se le compare con cosas como Star Wars Battlefront, por ejemplo, esta “primera versión” viene con una buena cantidad de elementos.

Sí, en realidad podríamos decir que solo cuenta con dos diferentes modos de juego por el momento, sin embargo, la absurda cantidad de variedad que ofrecen sus 21 héroes jugables y dinamismo de sus 12 mapas, lo hacen una apuesta económica bastante segura, sobre todo si como te decía, tomas en cuenta que el contenido extra que se vaya liberando en los siguientes meses, no tendrá ningún costo.

Tocar el tema de que el juego no cuenta con campaña me parece inútil. Desde su concepción, toda la experiencia se pensó para no necesitar de un modo para un solo jugador, a diferencia de algo como Battlefront, el cual, sí careció de este elemento porque a DICE no le dio tiempo de incluirlo. Otro ejemplo de esto es Battleborn, juego que sí cuenta con dicha modalidad, pero que se siente completamente sobrada.

Blizzard lo volvió a hacer

Overwatch es un de esos títulos que cumplen a la perfección con la arcana de los videojuegos que reza que cualquier buen título, debe ser fácil de abordar pero muy complicado de dominar. Aquí, todos los héroes cuentan con cuatro habilidades (o más) con variantes algunos de ellos, además de contar con un Ultimate o especial. Por supuesto que algunos son mucho más complicados de controlar que otros, no obstante, te puedo asegurar que cada uno tiene una curva de aprendizaje accesible sin importar cuál sea tu experiencia con este medio.

Los estándares a los que nos tiene acostumbrados Blizzard son verdaderamente altos y como era de esperarse, las expectativas ante la llegada de una franquicia completamente nueva estaban por las nubes. Overwatch nos cautivó a muchos desde que fue presentado en aquella BlizzCon de 2014, asunto que se ha reafirmado ahora que tenemos su versión final entre nosotros. Controles absurdamente precisos, personajes memorables, brillante diseño de niveles, mecánicas de juego dignas de estudio y una personalidad que estoy seguro, muchos le envidiarán, hacen a esta experiencia una de las más disfrutables de los últimos años.

*Overwatch viene completamente doblado al español latino, el cual, es verdaderamente bueno.