Review – Overcooked Special Edition

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Pareciera que existen juegos que fueron creados para el Nintendo Switch, incluso cuando éste no era más que un cúmulo de rumores y predicciones. Este tipo de ofertas aprovechan las bondades de la plataforma híbrida entregando experiencias sumamente disfrutables. A estas alturas no es novedad que muchas propuestas más bien pequeñas estén encontrando su casa en el Switch y Overcooked: Special Edition (OSE) es una de ellas.

Provenientes del estudio Frontier (conocidos entre los jugadores de PC por los divertidos RollerCoaster Tycoon) Phil Duncan y Oli De-Vine decidieron crear un título que se basara enteramente en la cooperación. Duncan había trabajado como ayudante de cocina y estaba al tanto de la coordinación que se necesitaba para mantener todo en orden entre los chefs y su gente; basándose en eso fue que nació el concepto de Overcooked.

El título llegó de la mano de Team17 a consolas y PC el año pasado. Viendo esto en retrospectiva me parece más que sensato que decidieran saltarse al Wii U con mira al Nintendo Switch. Overcooked: Special Edition busca aprovechar todas las cualidades de la nueva plataforma y el lapso de espera ayudó a que se lanzara con todo su material antes descargable. Eso significa que de su modo campaña nos llegan 44 niveles; las cocinas para echar reta en el modo versus son 9 y podremos elegir entre 22 chefs, mismos que se irán desbloqueando al jugar al campaña. Si lo pensamos, la cantidad es más que suficiente para varias horas de diversión.

Aunque en años recientes pareciera que busca un nuevo enfoque, históricamente Nintendo siempre ha favorecido la experiencia local, para no irnos muy lejos, uno de los mejores juegos de Wii U, Super Mario 3D World cambiaba radicalmente al compartir controles con los amigos y aventurarse en equipo. En este sentido, OSE encaja perfectamente bien en esta filosofía y sin necesitar de un modo en línea es capaz de entregarnos grandes momentos en compañía de otras personas. Como les mencionaba al inicio, el título desde sus orígenes se pensó en cooperativo por lo que algo tan sencillo como compartir Joy-Cons en cualquier lugar parece hecho a la medida.

Para jugar OSE no se requieren muchos comandos. De hecho sólo usaremos 3 botones: uno para tomar objetos, uno para interactuar con ellos (llámese picar, aplanar, lavar etc.) y uno más para hacer un ligero dash. Esta sencillez en los controles es más que agradecida ya que en cuestión de minutos uno podrá familiarizarse con lo que puede y tiene que hacer, por si fuera poco también se adaptan muy bien a los Joy-Con divididos por lo que jugar con alguien más en donde sea es pan comido.

Y ya que mencioné “lo que tiene que hacer” es buen momento decir qué hay que hacer en este juego. El objetivo es preparar la mayor cantidad de platillos dentro de un lapso de tiempo predeterminado. En nuestra cocina contaremos con todos los ingredientes y utensilios necesarios para nuestra tarea. La parte superior nos irá mostrando las órdenes y nuestro deber será preparar los alimentos lo más rápido posible para obtener la mejor propina. Como ven, basta un par de párrafos para describir nuestro objetivo y cómo lograrlo.

Concentrémonos en la experiencia. Tuve la fortuna de jugar de manera individual y con amigos lo cual me dio un buen panorama sobre cómo se vive OSE. Al jugar solos en la campaña contaremos con 2 chefs: basta un botón para cambiar entre uno y otro para cumplir con nuestras tareas. Posiblemente al principio este modo les parezca muy “sin chiste” pero conforme avancen entre niveles se irán encontrando con cocinas mucho más complicadas y tendrán que, incluso, memorizarse ciertos patrones de “qué hacer primero, qué hacer después” con el fin de cumplir con sus objetivos. La gran ventaja de jugar en solitario es que a la única persona que puedes culpar/congratular es a ti mismo; eso, por lo menos, te evitará algún regaño (o muchos) provenientes de las personas con las que juegues.

Lo mejor de la campaña es que basta con presionar un par de botones para llegar al menú de controles de Switch e integrar a otras personas al momento. Hasta 4 jugadores pueden participar al mismo tiempo y aunque la historia no cambia en lo más mínimo, el caos que se hace en la cocina es el punto más valioso del juego.

Coordinarse con los amigos no es nada sencillo y a veces no importa que haya 4 chefs en pantalla, si evitamos la conversación lo más seguro es que terminemos con la estufa incendiándose, la gente gritándose, las órdenes sin cumplirse, por decir lo menos. En muchos casos cada quien empezará a hacer las cosas por su cuenta y por lo general, sobre todo en los niveles más avanzados, todo terminará siendo un caos.

Gran parte de la magia de OSE es justo lo que les describí: se trata de un party game  que por momentos pareciera una prueba de manejo de estrés. Los comandos y las tareas son sencillas pero el reloj y la necesidad de hacer las cosas lo más rápido posible terminará por complicar todo… derivando en situaciones sumamente divertidas al momento de vivir la experiencia en compañía de otras personas. Esta situación es la que justifica que se trate de un multijugador solamente local, jugar en línea, aunque conveniente para los solitarios, definitivamente perdería esa clásica sensación de echar relajo con quienes compartes controles.

El juego también cuenta con un modo versus en donde nos organizaremos en equipos según nuestros colores para ver quiénes son los que logran entregar más platillos. Este modo es también muy divertido y hace del caos algo… un poco más controlado. Los niveles disponibles se irán obteniendo según avancemos en la campaña. Para cerrar con el tema de los modos de juego les comento que los DLCs The Lost Morsel y Festive Seasoning son jugables desde el inicio: básicamente son más niveles con diseños mucho más complejos, pero que valen mucho la pena (aunque aquí si necesitarán toda su concentración por son muy retadores).

El diseño de niveles es genial y van desde un restaurante común y corriente hasta una cocina en medio del hielo, o de la lava, o de la selva…o del espacio. Los escenarios son simétricos y cada ecosistema cuenta con retos específicos como el piso resbaladizo en los niveles congelados. En muchos casos moriremos pero esto sólo tendrá como consecuencia un periodo de respawn de algunos segundos. Lo importante aquí es destacar que cada escenario se siente único y las complicaciones que nos traiga serán sumamente entretenidas en la mayoría de los casos.

Antes de hablar del gran problema de OSE en el Nintendo Switch quisiera repasar algunas de sus bondades: en el modo portátil la diversión durará poco más de 3 horas. El juego hace un estupendo uso de la tecnología HD Rumble, con vibraciones precisas muy bien adaptadas de todo lo que suceda en la cocina. Podría incluso decirles que parte del sentimiento de presión es gracias a las vibraciones en los controles. Sin duda, Ghost Town Games supo aprovechar este elemento.

Lo que tristemente falla en esta versión para Switch es el framerate y ya que es el único problema en el juego decidí dejar esta crítica al final. Aunque el estudio ya se ha pronunciado al respecto diciendo que muy pronto tendrán una actualización para solucionar el asunto, lo cierto es que el juego no alcanza los 30 cuadros por segundo (ronda entre los 20 y los 23). A pesar de mantenerse estable sigue sin fluir como debería: Overcooked se trata de precisión la gran mayoría del tiempo y a veces algo tan sencillo como recoger un alimento se vuelve algo tedioso. Ojo que con esto no quiero decir que sea injugable, investigando sobre el tema muchos jugadores reportan que esto no arruinó su experiencia de juego pero es importante que ustedes sepan esta importante complicación técnica.

OSE corre a 1080p en el modo TV mientras que en el modo portátil se disfruta a 720p. Visualmente no tiene fallas. Su desarrollo se hizo con Unity, como Super Bomberman R, el cual solucionó sus problemas de framerate a cambio de una reducción en su resolución. ¿Será ésta la solución? Definitivamente es un título que recomiendo por toda la diversión que nos presenta pero les sugiero comprarlo hasta que sus desarrolladores den anuncio oficial de un parche que solucione el problema señalado. Vamos a las conclusiones.

Overcooked Special Edition está disponible para su descarga en la eShop por un costo de $413 pesos mexicanos. No les mentiré diciendo que es una de las propuestas más divertidas para compartir en compañía de otras personas en el actual catálogo de la consola. Independientemente de la situación con el framerate se trata de una versión completa y que aprovecha de la tecnología del Switch sin problemas. Incluso si ya lo han jugado en otras plataformas el hecho de tenerlo en una versión portátil  lo hace un imperdible si su meta es jugar con los demás. Realmente espero que sus desarrolladores lo arreglen pronto, cuando eso suceda  si podría decirles que un imperdible en la biblioteca de la consola.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg