Review – Octopath Traveler

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Un viaje memorable

La relación entre lo que era Squaresoft y Nintendo durante la época dorada de los 16 bits bien puede ser considerada como legendaria, pues dio frutos que han pasado a la historia y que por supuesto, nos han marcado a muchos para siempre. Debido a este asunto, desde que fue revelado a inicios del año pasado en medio de todo el furor por la llegada del Switch, Octopath Traveler causó sensación, pues además de que evidentemente, de manera inmediata nos transportaba a aquellos mágicos momentos en los que cosas como Final Fantasy VI o Chrono Trigger se convertían en mito, nos recordaba los tiempos en los que estas dos marcas trabajan de manera estrecha. En pleno 2018, Square Enix lanza un RPG basado en una propiedad intelectual completamente nueva y en exclusiva para la consola de la Gran N, la cual, tras muchas horas de juego, nos ha demostrado que la magia sigue ahí y que estos viajes memorables construidos sobre fundamentos tan clásicos, aún son posibles en medio de una actualidad plagada de otro tipo de propuestas muy distintas.

Octopath Traveler es un producto sumamente interesante que reúne a un talentoso equipo de diferentes frentes. Sus productores y responsables de haber tenido la original para crear un juego de estas características son Masashi Takahashi y Tomoya Asano, quienes también estuvieron a cargo de los excelentes Bravely Default y  Bravely Second: End Layer, RPGs lanzados para el 3DS que justamente se sentían como títulos de Final Fantasy que regresaban a las verdaderas raíces de la franquicia. Además, para trabajar todo el impresionante look y arte del juego, Square Enix formó alianza con un estudio poco conocido llamado Acquire, el cual, demostró una habilidad especial para moldear sprites 2D en su juego What Did I Do to Deserve This, My Lord? lanzado para el PSP en 2007. 

El resultado final que tenemos enfrente no es perfecto ni mucho menos, incluso podría ser acusado de tomar riesgos menores -como si sacar un juego así en estas épocas no fuera suficiente-, sin embargo, de manera general te puedo decir que estamos frente a una fantástica experiencia que carga en su ADN incontables años de historia del que probablemente, sea el género con más legado en todo el medio y que seguramente, seguirá siendo relevante a través de los años y a pesar de todos los fuertes cambios que la industria está sufriendo. Octopath Traveler es una maravillosa aventura de la que te contaré a continuación.

Ocho caminos

La cantidad de personajes jugables dentro de un RPG fue algo que se convirtió en punto de venta para varias experiencias del género hace unos años. Cosas como Chrono Cross para el PlayStation se volaban la barda permitiéndonos conocer la historia de 45 distintas personalidades que podíamos añadir a nuestra Party. Lo anterior generaba distintas reacciones positivas y negativas, sobre todo lo que impactaba de manera directa a la narrativa. Octopath Traveler más o menos parte de un fundamento como el que te acabo de describir, permitiéndonos controlar y conocer a ocho distintos personajes que viven dentro de un mismo mundo.

Decir de qué trata de manera concreta Octopath Traveler es un tanto complicado. A diferencia de lo que normalmente pasa con juegos clásicos de rol, aquí no tenemos a un mal mayor que amenaza con destruir al mundo entero, más bien nos encontramos en medio de un universo inspirado en la fantasía medieval europea, principalmente en lo que se veía en regiones como la germana durante dicha época, con distintos personajes que viven situaciones igual de diferentes. Desde una bailarina exótica que sufre de explotación sexual, hasta el clásico caballero que busca venganza después de haber sido traicionado. El juego de Square Enix no se limita en cuanto al abanico que tiene de posibilidades al momento de contar historias. Tampoco se tienta el corazón cuando cree que es buena idea tocar temas un poco más espinosos como el que te acabo de mencionar.

Al inicio de nuestra aventura, se nos pregunta con cuál de los ocho personajes quieres iniciar, esto claro, mostrándonos algunas de sus características tanto a nivel de gameplay, como a nivel narrativo, pues cada uno de ellos pertenece a una clase diferente y cuenta distintos atributos de todo tipo. Te recomiendo mucho tomarte tu tiempo para escoger bien, pues a quien elijas en este punto, básicamente se convertirá en tu personaje principal, al cual, no podrás sacar de tu party a lo largo de toda la aventura -la party que controlamos está compuesta por cuatro personajes que podrás rotar cuando quieras, sólo el que elegiste al inicio, es inamovible-.

Una vez que escoges entre los cuatro hombres y cuatro mujeres que se ponen a nuestra disposición, llega el momento de jugar el primer capítulo de él o ella, el cual, te introduce a su historia principal. Cuando completas esta especie de prólogo, podríamos decir que Octopath Traveler te suelta de la mano para que te aventures en las distintas regiones del mundo que nos pone enfrente. A partir de este punto, puedes decidir qué ruta tomar para conocer a los otros siete personajes. Aquí es donde la narrativa del título se empieza a comportar de manera un poco extraña, pues si bien, todos esperábamos una estrecha relación entre los miembros de este grupo, la realidad es que simplemente no existe… al menos no durante las primeras 40 ó 50 horas de juego.

Los personajes de Octopath Traveler se conocen y de la nada, deciden unir fuerzas para emprender el camino juntos. Se entiende perfectamente lo complejo que sería atar ocho historias diferentes sin saber el orden que los jugadores tomaríamos, sin embargo, creo que sin duda se pudo haber hecho un mejor trabajo para hacernos sentir que los miembros de nuestra party, se iban tomando cariño con el pasar del tiempo. No me gustaría hablar mucho al respecto, pero te cuento que una vez completada la aventura principal, un calabozo secreto se abre en el cual, el hecho de si estos relatos están atados o no, es puesto en entredicho. Probablemente en un futuro valga la pena revisar con más cuidado este aspecto del juego, pero por ahora y para no arruinarte nada, te cuento no encontrarás cómo es que estos individuos están relacionados o por qué es que viajan juntos.

A pesar de lo extraño y hasta incómodo por momentos que lo anterior puede ser para la experiencia general que tienes con Octopath Traveler, te puedo decir que las historias de cada uno de los personajes a los que conocemos es sensacional. Como te contaba, puedes pasar de ver hechos muy propios del género, hasta temas bastante más escabrosos. Lo que sí te aseguro es que las personalidades aquí retratadas están perfectamente definidas y con motivaciones claras que los mueven a hacer lo que están haciendo. Sin lugar a dudas, el no estar buscando a un villano con rostro y nombre puede ser raro, pero a mi parecer, este cambio de paradigma dentro de los RPG, le hace muy bien al medio, aunque claro, hubiera sido sensacional que se encontrara el pegamento adecuado para unir estos relatos desde un inicio.

La sofisticación por turnos

Ahora que ya te conté sobre la forma en la que funciona la narrativa de Octopath Traveler y por qué es que causó el descontento de algunos, me parece que es un gran momento para pasar a hablar del que para mi, es por mucho el elemento estrella de toda la experiencia: su gameplay.

Como seguramente bien sabes, Octopath Traveler es un RPG japonés con un sistema de combate por turnos que encuentra sus fundamentos en las mecánicas más básicas y tradicionales del género; es decir, cada uno de los personajes aliados y enemigos que vemos en la pantalla de batalla, tendrá un turno específico para atacar, defenderse o hacer cualquier acción, esto por medio de poderes con elementos como fuego, hielo o viento, así como distintos tipos de armas que hacen daños específicos dependiendo de quién esté usando la herramienta en cuestión y claro, de quién esté recibiendo el ataque. Hasta ahora, una fórmula muy bien conocida y explorada cientos de veces por distintos juegos.

Si bien Octopath Traveler justamente le quiere hacer tributo a cómo es que funcionaban estos títulos clásicos en consolas como el Super Nintendo o Sega Genesis, el equipo de desarrollo no se limitó al ponerle su propio sabor al sistema de batalla, incluso proponiendo un par de ideas frescas sumamente interesantes que consiguieron añadirle dinamismo a mecánicas que algunos podrían encontrar aburridas y anticuadas. El primer y más importante elemento del que me gustaría contarte es el de los puntos de escudo con los que cuenta cada uno de los enemigos a los que enfrentamos.

De manera paralela a sus puntos de vida normales, cada enemigo cuenta con un pequeño escudo color azul a su lado que a su vez, contiene un número. Esta cifra representa el número de golpes que le tenemos que dar para romper su defensa y así, aturdirlo y que quede vulnerable a otro tipo de ataques, además de que esta acción, causa que el afectado pierda su siguiente turno en el combate. Lo interesante es que para atacar este valor, debes de hacerlo con el arma o elemento al que es vulnerable el contrincante. Por ejemplo, si cierto enemigo es débil contra las espadas solamente, atacarlo con un arco o lanza, sólo afectará a sus puntos de vida normales. Dicha mecánica sirve como piedra angular para todos los enfrentamientos dentro de Octopath Traveler, pues para vencer a un jefe o cualquier rival de mayor envergadura, uno forzosamente se tiene que concentrar primero en romper su defensa antes de buscar hacer verdadero daño.

Sumado a lo anterior y para agregar otra capa de profundidad al maravilloso gameplay de Octopath Traveler, tenemos una mecánica llamada boost. Cada vez que completemos un turno convencional con cualquiera de los personajes, él o ella ganan un punto de boost, el cual, puede ser ocupado en cualquier momento que lo decidamos. Por ejemplo, si con cierto personaje ya acumulaste tres de estos puntos, apretando tres veces el botón R antes de actuar, los puedes activar para tu siguiente ataque, esto potencia justamente por tres el daño que harás. En caso de hacer un ataque con un arma, ésta pegará el número de boost points que hayas usado, y si mejor elegiste una magia, el poder se multiplicará ese número de veces. Dicho sistema funciona de manera muy similar a lo que era ahorrar turnos en los Bravely y como seguro te estás imaginando, hacen que tengas que pensar con cuidado si guardarlos o tirarlos de una vez.

Por supuesto que los personajes también cuentan con una barra de “magia” consumible que les permite hacer distintos ataques especiales. Ítems de recuperación de salud, de puntos SP y demás elementos clásicos, están dentro de Octopath Traveler, esto sin mencionar que su sistema de progresión también tiene que ver con subir de nivel para mejorar los atributos de nuestra party, así como agregarles nuevas habilidades o especializarlos en ciertas actividades dependiendo del Job que les asignemos.

El combat dentro de Octopath Traveler es uno de los más sofisticados y bien logrados que me haya tocado ver dentro de un juego de esta naturaleza. La estrategia y especulación que es necesaria en combates en los que tienes hasta cuatro personajes por bando, es sumamente compleja e increíblemente divertida de descifrar. Square Enix y Acquire hicieron un espectacular trabajo al momento de estudiar cómo funcionaban estas tradicionales mecánicas para posteriormente poner encima de ellas ideas que definitivamente refrescan un sistema de batallas tan explotado y tan bien conocido por todos. 

Tradicionalismo estructural

Para este momento ya te habrás dado cuenta de que a pesar de tener sus propias ideas e incluso proponer conceptos nuevos para el género, Octopath Traveler no es un juego que quiera cambiar demasiadas convenciones, por lo que en la parte de estructura general y de diseño de niveles, también tenemos un producto sumamente tradicional que la verdad, entenderás rápidamente incluso si no estás tan familiarizado con este tipo de experiencias.

Podríamos decir que todo Octopath Traveler está dividido en tres diferentes tipos de zonas. Tenemos los clásicos pueblos en los que puedes comprar más y mejor armamento y equipo para tus personajes, abastecerte de provisiones para tus viajes y claro, descansar en el hotel local para recuperar vida y puntos de magia. Además, podrás charlar con los NPCs que habiten estas locaciones, y puede que algunos de ellos te encargue alguna tarea especial que básicamente ser tratará de un pequeño side quest. 

Hablando de la interacción con otros individuos, te cuento que cada personaje que se une a nuestra causa, cuenta con una habilidad especial. Por ejemplo, Therion, como ladrón, le puede robar objetos como armas o provisiones a algunos NPCs que nos encontremos. Olberic los puede retar a un duelo mano a mano, Alfyn es excelente para sacarles información extra y Primrose, por ejemplo, los puede enamorarlos para después pedir su ayuda en combate. Lo interesante aquí es cuando activas alguna de estas habilidades, se te indica la probabilidad de éxito que tendrás. En caso de fallar, tu reputación en el pueblo que te encuentres bajará y con ella, la posibilidad de completar más side quests y otras actividades. Interesante mecánica que a pesar de no ser del todo crucial, sí aporta al gameplay general del juego.

El segundo tipo de sección que recorres son los exteriores o espacios entre zonas de interés. Aquí sí estás expuesto a todo tipo de peligros. Algo que es importante comentar es que los encuentros casuales en Octopath Traveler son random; es decir, contrario a la convención moderna del género, aquí vas caminando y de la nada, comienza a una batalla. En ningún momento ves una pequeña extracción de los enemigos dentro del mapa para poder evadirlos o atacarlos de manera anticipada, justo como pasa en los Pokémon, por ejemplo. La verdad es que la densidad de enemigos dentro de esas zonas es aceptable y por supuesto, están pensados para que nuestros personajes se vayan haciendo más fuertes. Si completas todos los enfrentamientos que te vas topando en el camino de forma natural, creo que no sentirás tan pesado el famoso grinding cuando llegues a ciertos puntos dentro de la historia.

Vale la pena mencionar que antes de entrar a cada una de estas secciones, se te indica el nivel recomendado para explorarlas. Ten mucho cuidado de no entrar a una para la que no estés listo, pues en una ocasión, por andarme haciendo el valiente, me quedé atorado en una de ellas por un buen rato debido a que decidí salvar en lugar en el que no debía. Por cierto, si llegas a morir, serás regresado a tu último punto de guardado. Mi consejo sería que si ves una estación para salvar, la uses inmediatamente, pues justamente los encuentros aleatorios hacen que no sepas bien qué te espera a la vuelta de la esquina.

La tercer forma de espacio que vemos dentro de Octopath Traveler son los famosos calabozos. Estos pueden ser encontrados en algunos puntos del mapa, siempre y cuando seas los que gusta explorar un poco más allá de lo que se te pide para poder progresar. También son usados para partes importantes de la historia general. Como normalmente pasa con estos lugares, la cantidad de peligros es mucho mayor, aunque claro, también hay bastantes más tesoros por encontrar, además de que al final de cada uno de ellos, te toparás con uno o más jefes que pondrán a prueba tus habilidades y fuerzas.

Recorrer cada uno de los espacios de Octopath Traveler es sumamente interesante por la manera en la que esconden secretos de diferentes formas, además de que como en todo buen RPG, se suele premiar a quien esté dispuesto a descubrir cada uno de los recovecos que vemos en pantalla. Algo interesante del diseño de niveles del juego es que se utiliza bastante la perspectiva. Al tener una cámara fija, se nos invita a analizar con cuidado el entorno para ver, cómo podemos llegar a ese jugoso cofre del fondo. Algo que sí puede llegar a fallar un poco es que en más de una ocasión no sabía con exactitud por dónde sí podía caminar y por dónde no, pues en realidad estamos en un espacio 2D pero que ciertos objetos con volumen que nos hacen creer que estamos en un espacio con tres dimensiones.

Entre realismo y pixeles 

Al menos en los videojuegos, creo que podemos decir que el amor a primera vista sí existe. Desde que fue mostrado, muchos sabíamos que sin importar su verdadera calidad como videojuego, necesitábamos tener Octopath Traveler. Sí, sí, entiendo perfectamente lo efímera que puede ser esta postura, sin embargo, estoy seguro de que al igual que a mi, eres de los que considera que la parte estética y de presentación dentro de cualquier título, también juega un papel sumamente importante al que le debemos de poner especial atención.

Sobra decir que la dirección de arte de Octopath Traveler es simplemente espectacular. El trabajo de Naoki Ikushima y Mika Iizuka en la parte de conceptualización es impresionante, pero la forma en la que todo esto se tradujo a preciosos sprites 2D con todo el look & feel de la era de los 16 bits, nos ha dejado sin aliento. De igual forma, la creación de objetos 3D con texturas justamente en este mismo estilo, combina a la perfección; no obstante, creo que la verdadera personalidad de este juego viene de los efectos de desenfoque y oclusión que se le agregaron a su mundo, además de la forma en la que cosas como arena, nieve y agua, fueron tratados para lucir hiperrealistas. La mezcla de todos estos elementos te hacen sentir que a través de la lente de una cámara, estás viendo pequeños dioramas de papel absurdamente detallados, dentro de nuestra propia realidad. 

Mi única queja tal vez sería que me hubiera gustado ver muchas más animaciones de los sprites tanto de los de los protagonistas, como de los enemigos. Por momentos se pueden llegar a sentir un poco estáticos. Mención honorífica a lo que se logró en términos de iluminación. Ver cómo es que las fuentes de luz afectan directamente los sprites y cómo es que éstos generan sobran sobre el escenario, es impresionante.

La música de Yasunori Nishiki es memorable y algunos de sus temas, solo de recordarlos hacen que la piel se me ponga de gallina. Otro elemento que me llamó muchísimo la atención y que la verdad, no esperaba que tuviera ese nivel de cuidado en algo como Octopath Traveler, es la mezcla de sonido. La forma en la que fue trabajado el audio del juego es espectacular, ayudando mucho a profundizar aún más en la parte de la atmósfera. Escuchar goteras dentro de una cueva, las olas del mar rompiendo en una playa o las voces de los personajes haciendo eco en un gran salón de un palacio, es una verdadera maravilla. Te recomiendo jugar este título usando audífonos de alta calidad, o en un buen sistema de sonido. Valdrá mucho la pena.

En la parte técnica me gustaría resaltar que Octopath Traveler está hecho con Unreal Engine 4. Así es, el motor de cosas tan diferentes a esta experiencia como Gears of War 4 o Senua’s Sacrifice, fue el elegido por Square Enix para darle vida a este auténtico cuento de hadas. Impresionante la flexibilidad de esta tecnología para crear experiencias tan distantes en lo artístico.

Tanto en una televisión de gran tamaño o en su modo portátil, Octopath Traveler luce sensacionalmente bien y estoy seguro, le llenará el ojo y el oido hasta a los más exigentes. La producción de Square Enix es de tamaño considerable y para demostrarlo, no escatimaron recursos en la parte de la presentación visual y auditiva. Vale la pena mencionar que el juego se puede poner con voces en inglés o japonés, usando textos en español. Ambos idiomas en la parte de la actuación de voz, son muy buenos.

RPG que va al grano

Es bastante común que siempre que se lanza un RPG nuevo, sin importar a qué subgénero pertenezca, se busque revolucionar por completo la manera en la que se juegan estas experiencias, muchas veces presentando sistemas de juego rebuscados e innecesariamente complejos. Octopath Traveler es un título que además de buscar hacerle tributo a los grandes clásicos de los 16 bits, presenta ideas propias que sin lugar a dudas vienen a refrescar conceptos muy arraigados, sin embargo, me parece que en ningún momento, el equipo desarrollador tuvo la intención de encontrar el hilo negro para darle un giro de 180 grados a los juegos de rol.

Mi tiempo con Octopath Traveler ha sido increíble y estoy seguro, las horas que aún tengo por delante con él, seguirán siendo memorables. Definitivamente hay problemas con la interconexión de la narrativa de cada uno de los ocho personajes que utilizamos, pero es innegable que sus historias son originales en la mayoría de los casos y sobre todo, lo suficientemente interesantes para que siempre quieras saber más de ellos. Un espectacular sistema de combate sumamente sofisticado, y una presentación estética que impresiona a cualquiera que la ve, son otro par de muy pesados elementos por los que creo, esta exclusiva del Nintendo Switch es de lo mejor que nos ha llegado en este 2018 y que por consiguiente, sin importar si eres o no fan de los RPG, deberías de revisar en cuanto tengas la oportunidad.

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!