Review – NieR: Automata

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Platinum Games y Square Enix lo volvieron a hacer

El inicio del 2017 se está perfilando como uno de los más pesados que se hayan visto en la industria de los videojuegos desde hace ya muchos años y todo gracias a la cantidad de juegos y lanzamientos que han salido al mercado. En menos de tres meses hemos visto arribar juegos muy anticipados de la talla de The Legend of Zelda: Breath of the Wild o Resident Evil 7, propuestas nuevas sumamente interesantes como Horizon: Zero Dawn, continuaciones que dejan gran sabor de boca como Gravity Rush 2, increíbles sorpresas como Nioh o Yakuza 0, y hasta nuevos sistemas de juego como el Nintendo Switch. Por donde se le vea, es un comienzo agitado pero avasallador.

Sin embargo y como si las cosas no fueran lo suficientemente impresionantes hasta ahora, todavía quedan por ver y recibir algunas joyas que provienen de lugares impensados que y que cuentan con todo lo necesario para asombrarnos, aún y pese a su perfil discreto que ha pasado desapercibido por muchos. Tal es el caso de NieR: Automata, juego que llega para demostrar la manera en la que un videojuego bien pensado y estructurado puede sobresalir enormemente.

Anunciado durante el E3 de 2015, NieR: Automata consiste de nueva entrega de la serie NieR de Square Enix, la cual surgió en 2010 como un spin-off de la IP de Drakengard y que es considerada por varios como una franquicia de culto. No obstante a su linaje y a la apariencia que ésta podría dar, el juego se convierte en un claro ejemplo de cómo no sólo se debe continuar una serie que no goza de gran renombre sino, incluso, de cómo es posible romper esquemas de diversos géneros o hasta de demostrar que aún hay muchísimas oportunidades creativas para crear y estructurar un videojuego. Vaya, me atrevo a decir que incluso éste viene a dar cátedra de lo que es el desarrollo en sí mismo.

De androides, robots y emociones

Tal y como su nombre lo indicaría, NieR: Automata es una nueva entrega de la saga Nier aunque, dada su ambientación y trama, podríamos decir que no guarda relación directa con su predecesor. Es más, puedo asegurarles que no es necesario haber jugado el título previo para entenderlo pero, si lo hicieron, entonces entenderán todos esos guiños y referencias que aquí se hacen de ella.

La historia de NieR: Automata se sitúa en una versión futurista y postapocalítica de la Tierra en la que los humanos, tras combatir a una raza alienígena que invadió al planeta con maquinas hostiles, se vieron obligados a huir y buscar refugio en la luna. Para hacerles frente a los colonizadores espaciales e intentar recuperar su hogar, los de nuestra especie crearon y enviaron a un grupo de androides conocidos como YoRHa los cuales, aunque aparentan ser mecanismos de combate sin emociones, en muchas ocasiones demuestran personalidades.

Precisamente nosotros tomamos el control de un par de dichos androides de nombre 2B y 9S, quienes han sido asignados con la misión de ir a reforzar a las fuerzas de resistencia humana que se encuentran en el planeta. Sin embargo y durante sus expediciones, pronto encontrarán un oscuro secreto que yacía oculto en la Tierra y que servirá como detonante de un nuevo conflicto entre máquinas alienígenas, humanos y hasta los propios androides.

A primera vista la premisa de NieR: Automata da la finta de que estamos frente a un título de conflicto entre especies en el que solamente tomamos el control de un mero intermediario de ambas. Sin embargo, el juego rápidamente adquiere un tono distinto en el que la lucha central pasa a segundo término. En su lugar la historia nos lleva a explorar el lado desolador de una Tierra que ahora se ve habitada por seres y formas de vida mecánicas que, además de todo, pareciera que han comenzado a evolucionar y a generar identidades, sentimientos y personalidades como las de los humanos. Conforme más avancemos en éste nos percataremos de que los robots y los androides empiezan a cuestionarse por su existencia y por el significado de la vida.

Si bien es cierto que la historia aborda un tema que cae un poco en lo cliché (sobre si las maquinas tienen sentimientos o no), por fortuna la acertada estructuración de su trama la salva de caer en lo predecible. La narrativa del juego se siente fresca y muy bien llevada y cuenta con varios vuelcos y sorpresas que te mantendrán interesado tanto en ella como en sus personajes y hasta en su propio mundo. Puede que no sea la historia más impresionante que verás en el año pero al menos puedes estar seguro de que sí es una de las más disfrutables.

Pero eso es sólo la punta del iceberg ya que el juego se ve complementado por diversas perspectivas. Como tal la campaña de NieR: Automata está conformada por tres campañas diferentes que están entrelazadas y en las que exploramos la misma narrativa desde el punto de vista de un personaje diferente. Como si esto no fuese suficiente dentro de ellas existen diversos finales (más de 10 de los que pude enterarme al momento de hacer esta reseña) que le añaden un alto valor de rejugabilidad al título. Por tal motivo y aunque termines sus tres historias principales, encontrarás más de una razón para volver y mantenerte pegado al juego.

Quizá el único defecto que esta estructuración tiene es que dos de sus campañas son muy parecidas entre sí. Sin embargo, ambas cuentan con elementos y mecánicas originales que las diferencian entre sí que las hacen sentir más llevaderas y no tan repetitivas.

Otro aspecto que hace que la historia sea fantástica es su elenco de personajes. Empezando por los principales, todos ellos cuentan con personalidades y enfoques muy variados e interesantes que los hacen únicos y especiales: por un lado, 2B destaca por ser fría, calculadora y seria, alguien que intenta tomarse muy en serio su rol de androide que debe ocultar sus emociones; por el otro 9S es más amigable, sensible, abierto y se interesa menos por el combate físico. De alguna manera extraña, el dúo de emisarios se complementa de manera genial al grado de que logran formar una pareja memorable en la que ninguno opaca al otro.

Siguiendo sobre esta misma línea, algo que resulta imposible de ignorar es el hecho de que el juego se dio a conocer de manera notoria tras el alboroto que se creó en torno a 2B y su sex appeal, aspecto que me preocupó de antemano puesto que me hizo pensar que sus desarrolladores buscarían compensar la carencia de identidad del androide con un diseño sugerente. Para mi sorpresa y gusto dicho temor terminó siendo sólo eso ya que la protagonista fue dotada con una enorme personalidad que la hace sobresalir por su propia cuenta; 2B es un personaje interesante en todos los sentido y, además de todo, oculta sutilmente su lado sensual.

Por su parte los personajes NPC tampoco se quedan atrás ya que le brindan mayor esencia al juego gracias a lo variado que son, o bueno, al menos la mayoría de ellos. Aunque los humanos con los que aquí interactuamos se ven y sienten extremadamente genéricos, los robots son de lo más cautivador que verás. Todos tienen un carácter e identidad, expresan emociones o frases propias derivadas de las sensaciones o momentos que viven y algunos hasta aparentar haber desarrollado algunas manías de los humanos. Vaya, parece como si fueran una especie en sí misma.

Un juego de acción, Hack & Slash y… ¿Bullet Hell?

Pero entremos de lleno a lo más importante del juego: su gameplay. Como seguramente ya sabrás, NieR: Automata es principalmente un juego de acción de corte Hack & Slash con elementos RPG en el que tenemos a nuestra disposición un sistema de controles muy simples conformado por golpes (débiles y fuertes), movimientos de evasión que al realizarse en el momento preciso desencadenan un contraataque muy vistoso, y saltos. Junto a éstos también contamos con un pequeño robot que tiene sus propias habilidades que pueden usarse tanto en el combate (disparos, rayos láser, misiles, etc.) como en la exploración del mundo (radares, escáneres, analizador de enemigos, entre otros).

El esquema de combates del juego es fluido, dinámico, veloz y muy intuitivo, creo que no exagero al decir que éste cuenta con uno de los sistemas de controles más rápidos y disfrutables que haya visto desde Bayonetta 2, título que curiosamente también desarrolló Platinum Games. De hecho y si he de ser sincero, debo decir que dicho bosquejo me recordó en cierta forma al estilo de jugabilidad que usaba Metal Gear Rising: Revengeance, lo cual no es de extrañar si consideramos que uno de los desarrolladores que trabajaron en dicho juego, Takashi Taura, también participó en este proyecto.

Pero como si contar con controles intuitivos y dinámicos no bastara, el equipo de desarrollo de Yoko Taro se aventuró a combinar el gameplay del título con un par de géneros más dentro de su proyecto. Para complementar la experiencia el título cuenta con diversas secciones, momentos y batallas con balas al más puro estilo de los Bullet Hells, mismos que pueden jugarse desde diferentes perspectivas que van de las aéreas hasta las que son side-scrolling e, inclusive, en tercera persona. Lo mejor de todo lo anterior es que dichas partes de disparos no sólo se manejan de manera aislada de los enfrentamientos convencionales sino que incluso se combinan con éstos para crear secuencias extremadamente dinámicas y creativas en las que la acción nunca se detiene. En verdad es sorprendente ver la manera en la que ambos géneros se complementan entre sí y como ninguno entorpece al otro

Puede que con todo lo que he dicho hasta ahora muchos tengan la idea de que NieR: Automata es un juego difícil en el que es indispensable contar con una alto nivel de concentración para vencer y en el que una distracción podría conllevar a resultados catastróficos; pero de nueva cuenta, esto no es del todo cierto. Sí, es verdad que éste exige cierto grado de atención y habilidad, pero no por ello su dificultad se llega a tornar injusta. Es más, con tal de asegurarse de ser accesible y retador al mismo tiempo, el título cuenta con varias opciones para jugarse en diversos niveles que van de Fácil y Normal hasta Difícil y Muy difícil. Sin importar si eres un jugador dedicado o no, puedes dar por sentado que te ofrecerá el reto que tú buscas.

Te sentirás como todo un androide

Si hay algo que en verdad me fascinó del juego más allá de su increíble gameplay e interesante historia, eso es la sensación y experiencia que éste le brinda al jugador. Gracias a la manera en la que fueron diseñados varios de sus apartados, NieR: Automata no sólo nos permite tomar el control de un androide sino que incluso nos hace sentir uno en sí.

Para empezar y al igual que muchos RPG, el sistema de personalización de nuestros personajes se encuentra regido por diversos apartados en los que es posible asignar diversos ítems, armas y aptitudes a cada uno de ellos. No obstante uno de dichos rubros, el de las habilidades, está acondicionado por un sistema de chips en los que se contienen mejoras para varios de los stats de los androides como lo son el ataque, la vida, velocidad, stamina, fuerza y más. Jugar con la colocación de chips es algo relativamente simple y basta para dejarnos la impresión de que estamos jugando con un robot.

Aunado a esto, otro detalle que le añade la mencionada personalidad robótica al juego recae en su sistema de salvación. Como tal, el título no nos permite salvar nuestra partida cuando queramos sino sólo en lugares muy específicos, en aquellos en los que se encuentre una máquina expendedora. A lo largo de la aventura encontraremos varios de dichos aparatos esparcidos por el mapa y, una vez que interactuemos con ellos, activarán un área de frecuencia en la que será posible salvar; mientras nos encontremos dentro del espectro de su alcance podremos guardar nuestros archivos.

La manera en la cual se manejan las muertes es otro de los aspectos que se ajusta perfectamente a esta percepción. Cuando nuestros personajes mueren el juego los regresa al último punto de salvación o check point más cercano y los coloca dentro de un nuevo androide sin chips equipados, tal cual y como si se tratase de un repuesto. Si acudimos al mismo lugar en el que perdimos anteriormente encontraremos el cuerpo de nuestro último personaje, con todo y los chips y personalización que tenía y, si interactuamos con éste, se nos ofrecerán dos opciones: la de recuperar todo lo que teníamos hasta antes de perderlo o la de revivir dicho cuerpo como un compañero de batalla extra.

Adicionalmente las pantallas de carga, la interfaz de los menús y algunas secuencias del título son otros detalles que te harán sentir como un androide. Sin ahondar en spoilers me limitaré a decirles que, prácticamente desde el inicio del juego, serán testigos de varios momentos en los que se muestra todo lo que ya les expuse y que demuestran la enorme libertad creativa que tuvieron los desarrolladores para crear esa experiencia robótica e inmersiva.

Diseño de niveles increíble en un mundo desolador

Como ya podrás intuir de todo lo anterior, el diseño de niveles juega un papel fundamental en el título debido a lo increíble y versátil que es. Dentro del NieR: Automata predominan los niveles en 3D aunque, dentro de éstos, se hallan segmentos que pasan a ponernos en otras perspectivas que van desde el 2D hasta las aéreas. Lo que le da tremenda personalidad al juego es precisamente ese dinamismo con el que la cámara juega y con en el que nos lleva de una vista otra. Aún más sorprendente resulta el simple hecho de que dicho panorama no se queda en un mero aspecto visual puesto que las mecánicas y físicas del juego también cambian dependiendo de la vista que tengamos. Esto es, por mucho, uno de los puntos más fuertes que tiene el juego y algo de lo más creativo y fresco que hayamos visto en un videojuego desde hace ya mucho tiempo.

Pasando a su mundo abierto, el que aquí exploramos es grande aunque se encuentra diseñado de manera un tanto extraña ya que se conforma por diversas zonas que van desde ciudades y parques de diversiones en ruinas hasta desiertos, fábricas y bosques. Pese a lo variado que es, moverse entre una sección y otra se siente sumamente raro debido a que a éstas sólo las conectan algunos cuantos pasillos que llegan a romper la sensación del mundo abierto.

Si he de ser sincero creo que éste fue el rubro en el que más errores percibí; y eso que no fueron tantos. De entrada, el principal problema de su mundo recae en lo austero y muerto que éste es, lo cual es demasiado para su propio bien. En muchas ocasiones sentí que todas y cada una de sus zonas lucían muy vacías (sobre todo la del desierto) y que no ofrecían muchas cosas para interactuar o ver. Para empeorar aún más las cosas, los escenarios están diseñados de tal manera que dan una falsa sensación de apertura en las que nos vemos restringidos por muchas paredes invisibles y donde muchas de sus supuestas áreas abiertas pasan a ser meros pasillos. Esto resulta algo muy decepcionante ya que le resta valor de exploración a ese mundo que luce fantástico. Si lo comparamos con los mapas de juegos recientes como Horizon: Zero Dawn o The Legend of Zelda: Breath of the Wild, el de NieR: Automata se percibe todavía más limitado, pequeño y sin menos secciones.

De lo anterior se derivan algunas fallas con la cámara. Si bien ya dije que el juego hace un uso creativo de la perspectiva, lamentablemente ésta llega a errar en aquellas áreas que son estrechas o que tienen demasiada vegetación puesto que se encima en las paredes o detrás de plantas o bardas que obstruyen la vista. No son muy comunes estos casos pero, cuando se presentan, ¡vaya que se vuelven una molestia y entorpecen los combates!

Otro error que va muy de la mano con éste es el de su mapa general. Navegar por éste suele ser un verdadero fastidio ya que no está diseñado de manera que facilite la exploración y hace de cada consulta algo muy confuso. Además, no existe un acceso directo al mismo y eso, a la larga, llega a molestar bastante. En el juego se nos llega a explicar que su estructura deriva de la propia ambientación del juego pero, aun y con eso, sentí que eso no justifica su pobre diseño.

Por último y aunque no es nada grave, noté que hubo algunas caídas en el framerate, sobre todo cuando se daba el salto de las secuencias de juego a las cinemáticas. No, éstas no afectan a la jugabilidad o al acelerado ritmo de juego, pero en verdad me fue imposible ignorarlas. Se trata pues, de una mera queja visual que no influye en el gameplay en lo absoluto.

Arte y música, la cerecita de su excelsa presentación

Por último, la reseña no estaría completa si no hablara de rubros tan importantes como lo son su música y su diseño artístico, por mucho otros apartados que ayudan a forjar la tremenda e impresionante presentación del juego.

Del lado musical, el soundtrack del juego cuenta con varias piezas sublimes compuestas por Keiichi Okabe y Keigo Hoashi, responsables de la música del primer NieR. Para esta entrega los compositores decidieron darle un giro a las cosas ya que las canciones que crearon se salen del estereotipo que se esperaría de un juego como éste y se caracterizan por ser tranquilas y pacíficas. Resulta extraño e increíble ver la manera en la que melodías tan calmadas logran hacer juego con un gameplay frenético y fluido que desborda acción por doquier. Asimismo, todas éstas ambientan de manera excelsa todas y cada una de las locaciones de ese mundo postapocalíptico en el que sólo quedan restos de la civilización humana. Musicalmente hablando, el juego es una obra maestra.

En lo que respecta a su estilo artístico, éste de igual forma es excepcional. Cada escenario cuenta con determinadas paletas de colores fríos y secos (como azules, grises, verdes o rojos pálidos) que exaltan la desolación del mundo. Me resulta algo complicado de poner en palabras, pero no les exagero cuando les digo que con sólo ver los tonos que predominan en los escenarios se puede percibir la ruina, tristeza y belleza del mundo de NieR: Automata.

Este juego fue reseñado en PS4. También se encuentra disponible en PC.×

NieR: Automata es, por mucho, una de las más grandes sorpresas que hemos visto en lo que va del año. Que esto sea así se debe a la genial estructura que tiene el juego en la que se combinan varios géneros como lo son los de acción con los Bullet Hell; su dinámico y creativo uso de la cámara; y a su rico elenco de personajes e historia de varios finales secretos. Hablamos pues de un juego que decidió romper con varias fórmulas para crear su propio molde, toda una hazaña dentro de una industria en la que cada vez se acostumbra más seguir con patrones de éxito establecido.

Algunos aspectos que detienen al juego de ser perfecto es su limitado mundo abierto y la falsa sensación de libertad que brinda, su terrible mapa de navegación, sus campañas que se llegan a sentir muy similares, y algunos detalles técnicos menores como lo son caídas de framerate (que no son para nada graves) o pequeña tardanza en la aparición de sus textos. Fuera de ello, el título es una verdadera joya que vino a sorprendernos y a demostrarnos que, cuando se tiene libertad, creatividad y ganas de sobra, se pueden hacer grandes cosas.

Sí, NieR: Automata es un increíble juego que en definitiva no te puedes perder, sobre todo si te haces llamar a ti mismo gamer. El nuevo bebé de Yoko Taro es un gran título que te dejará sorprendido desde su inicio y hasta su final y uno del que, no dudamos, no querrás despegarte hasta terminar. Así de simple.