Una de las joyas de Rockstar Games llega al Nintendo Switch

Poco a poco el Nintendo Switch se ha ido ganando la confianza de las desarrolladoras. Tras ver la enorme cantidad de unidades que se han vendido del sistema y las positivas opiniones que tanto consumidores como creadores se hacen de ella, más y más compañías comienzan a darle una oportunidad a la nueva consola de la gran N al llevar varios de sus juegos. Sí, cierto es que hasta ahora la mayoría de dicho apoyo consiste de ports y reediciones de títulos previamente lanzados en otras plataformas – incluso de algunos que ya llevan varios años en el mercado-; sin embargo, la calidad de todos ellos ha cumplido o, incluso, superado toda expectativa.

A la creciente listas de estudios que han optado por darle una oportunidad al Switch se une Rockstar Games – uno de los gigantes de la industria – y lo hace a través de una nueva versión de L.A. Noire, uno de sus títulos más aclamados de la generación pasada y de la última década. ¿Qué tan bien se desempeña este port del juego que en su momento nos maravilló con su oscura premisa y su inusual estilo de juego? Para serles honestos, mucho mejor de lo que esperábamos.

La misma gran historia que nos maravilló hace seis años

Lanzado en mayo de 2011 para el PS3 y el Xbox 360, L.A. Noire fue un título que vino a sorprender a todos debido a su naturaleza, la cual rompía con la fórmula por la que hasta ese entonces se había dado a conocer Rockstar Games con GTA. Si bien consistía de un título de mundo abierto en el que podíamos hacer algunas misiones, su enfoque se centraba en la narrativa y en el desarrollo lineal de una trama que nos llevaba a conocer la historia del detective Cole Phelps, un antiguo militar que ahora trabajaba para el departamento de policía de Los Ángeles a finales de la década de los 40. Visto de otra manera, el juego ahora nos ponía en los zapatos no de un maleante o un hombre conflictivo sino de uno que buscaba hacer respetar la justicia dentro de una ciudad en la que el crimen empezaba a repuntar alarmantemente.

Ciertamente la versión de Switch de L.A. Noire mantiene intacta la esencia de la entrega original; desde el excelente ritmo con el que se desenvuelve su historia o la ambientación de la ciudad angelina de 1947, hasta la personalidad intrigante de sus personajes y, sobre todo, el tono que lo hacía verse y sentirse como un film del cine negro (noire). Se trata pues de un juego que, más allá de divertir, fascinará a todo aquel que lo juegue con su maravillosa presentación que lo hace lucir como un clásico del cine de detectives estadounidense.

Podríamos extendernos para decirte cómo es que el título logra esto y más, o hasta ahondar en el esquema de su gameplay y la forma en la que su jugabilidad lo hizo desprenderse de su principal referente (GTA), pero de ello ya hemos hablado bastante dentro de la reseña que hicimos del juego en 2011. Por tal motivo y si deseas saber más del tema, te invitamos a que le des una leída al texto que publicamos hace más de seis años ya que en los siguientes párrafos nos enfocaremos a abordar los aspectos de la versión en turno.

Un port excelentemente trabajado, tanto en controles como en gráficos

Creo que no exagero al decir que los controles de L.A Noire se ajustan perfectamente a los mandos del Switch, tanto en su formato de Joy-con con el grip (el perrito) como con el Pro Controller. El titulo hace un correcto uso de todas las funciones y características que éstos ofrecen, incluso de la pantalla táctil (cuando se juega en su modo portátil) o de los sensores de movimiento. Personalmente desactive éstos últimos ya que los llegue a sentir algo molestos en algunas ocasiones donde se entrometían con el manejo de la cámara, pero reconozco que hubo varias situaciones – como cuando se debían manipular o examinar objetos y pistas – en las que el uso de los mismos resultaba algo curioso y hasta innovador.

Gráficamente hablando, el juego sufrió algunos obvios ajustes y cambios para garantizar que pudiera correr de manera óptima dentro de la consola. No obstante me sorprendió bastante la manera en la que, aún y con las reducciones que tuvo, el título se desempeñó.

L.A. Noire para Switch corre a 30 fps estables y cuenta resoluciones de 720p en su modo portátil/sobremesa y 1080p conectado a la TV vía dock. Cuando lo jugamos en su primera modalidad el juego luce impecable, casi sin imperfecciones y con un ritmo fluido en el que sólo se llega a sentir una ligera caída de su framerate cuando aparecen una gran cantidad de elementos en pantalla, aunque nada grave que ralentice o arruine la experiencia. Por mucho, éste es el formato en el cual más recomendamos jugarlo, sobre todo si son de los que gustan ver de lo que es capaz la consola.

Lamentablemente, dicho genial desempeño decae un poco cuando pasamos el juego a la televisión ya que es en este modo en el que salen a relucir sus predecibles fallas gráficas. Por un lado y pese a lucir bastante bien, existen momentos en los que los diseños de algunos escenarios o personajes se vean igual o ligeramente menos definidos que los de las versiones de PS3/Xbox 360. Por el otro, la falla más notoria que vimos recae en su Draw Distance, la cual no es tan discreta como sus contrapartes previas pues hace aparecer de golpe y repentinamente varios de los edificios, vehículos u objetos que adornan los ambientes. Esto último es sobre todo notorio cuando nos desplazamos a gran velocidad a bordo de algún automóvil.

Eso sí, si ignoramos o toleramos las fallas anteriores, se podría decir que la versión de Switch es gráficamente idéntica a las de L.A. Noire en pasada generación, y eso por si mismo es ya un tremendo logro.

Otro cambio notorio que observamos fue el de las opciones durante los interrogatorios. Mientras que en las versiones del 2011 las opciones que veíamos aparecer cuando cuestionábamos a los testigos eran Truth (Verdad), Doubt (Dudar) y Lie (Mentir), ahora éstas fueron reemplazados por Good Cop (Buen policía), Bad Cop (Mal policía) y Accuse (Acusar). Aunque discreto, dicha modificación facilita y hace todavía más comprensibles, claros y verosímiles los interrogatorios dado que dejan comprender mejor la postura que el detective Cole debe adoptar frente a cada persona para así sacarles el mejor testimonio posible. A todo esto, el juego viene localizado (más no así doblado) al español.

Curiosamente, otras fallas presentes dentro del apartado de su desempeño son algunas que siguen estando desde el juego original. Pantallas de carga ligeramente tardadas que pueden llegar a demorar más del tiempo debido o la imposibilidad para acelerar y/o saltar momentos en los interrogatorios que repitamos, son aspectos que podrían llegar a ser fastidiosos, sobre todo si nos vemos en la situación de tener que repetirlos.

Un experimento que nos hace soñar con el futuro

Tras jugar L.A. Noire en Switch me di cuenta del motivo por el que Rockstar decidió traer un juego como éste a la consola. Más allá de servir como excusa para permitirnos jugarlo de nueva cuenta, el título fue un experimento que la desarrolladora utilizó para explorar las capacidades del equipo y ver de lo que es capaz de ofrecer. Esto no resulta raro cuando consideramos que, pese a ser un juego de mundo abierto, L.A. Noire se mantenga como uno de los juegos más lineales y ciertamente mejor controlados (y hasta restrictivos) de toda la librería de Rockstar.

No me queda duda de que el estudio utilizará todo lo aprendido con esta versión para así planificar y aterrizar mejor sus futuros proyectos. Y es que tras probar L.A. Noire en Switch, en definitiva me resulta imposible no imaginarme lo bien que luciría y se ajustaría un GTA a este peculiar sistema híbrido.

L.A. Noire es un port increíble y uno de los mejores que hemos visto hasta la fecha en el Switch. Aunque se trata de un juego de pasada generación que destacó por contar con una enorme cantidad de contenidos, éste se acomodó de manera fabulosa a la consola y sabe sacar provecho de sus capacidades para ofrecer una experiencia que se equipara, sin problema, a la de los juegos originales.

Sí, es cierto que tiene algunos fallos, sobre todo estéticos, gráficos y de ligeras caídas de framerate, pero éstos son mínimos y no alteran en lo absoluto a la jugabilidad. Además, todos solamente salen a relucir cuando lo jugamos en el modo TV y son prácticamente imperceptibles cuando lo jugamos en el formato portátil; en verdad, jugarlo de esta última manera es un gran deleite.

Si nunca jugaron L.A. Noire y tienen un Switch, entonces esta versión es altamente recomendable y un gran juego para añadir a su librería; es más, incluso se lo recomiendo a todos aquellos que amaron el primer juego y tienen la consola dado que la opción para jugarlo en donde sea le da un nuevo brío de frescura por sí solo. Sin embargo y si son de aquellos que ya lo jugaron y sienten que les bastó con lo que vieron, entonces puede que éste ni las remasterizaciones para PS4/Xbox One que lo acompañaron en su salida sean de su agrado; después de todo, sigue siendo el mismo juego del 2011 al que sólo le mejoraron algunos gráficos y le añadieron todos sus DLC. Ni más, ni menos.