Review – Just Dance 2018

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Es increíble la cantidad de copias que los juegos casuales pueden mover en la industria; mientras entregas como Guitar Hero y Rock Band luchan por mantenerse a flote o regresar de manera triunfal, lo cierto es que Just Dance de Ubisoft lo ha hecho muy bien durante los últimos años, pues la franquicia ya rebasó los 60 millones de unidades vendidas (entre todas sus entregas) desde la edición 2017. Y es que su enfoque en los esports tampoco ha permitido que ciertos momentos opaquen su popularidad, especialmente a la hora de tener problemas con la detección de movimiento en Kinect o dispositivos móviles. En su edición 2018 las cosas parecen haberse pulido de una vez por todas, pero ¿es suficiente para seguir llenando las arcas de la compañía franco-canadiense?

Hablar de los juegos de ritmo va de la mano con Just Dance, pero el sector de baile está prácticamente dominado por Ubisoft, quien dejó de lanzar ediciones enfocadas en los niños y, en Just Dance 2018, simplemente crea un apartado especial para los más pequeños como lo compartimos en su momento. Así, debemos entender desde un inicio que lo principal en cada una de sus entregas es contar con una selección robusta de canciones que no solo abarquen los éxitos más recientes, sino que tengan versatilidad para jugarse en solitario o con amigos. Para esta edición, regresamos a las manos de Nintendo jugando la versión para Switch que se jugó mejor de lo que hubiéramos imaginado.

CONTINUANDO EL CAMINO YA TRAZADO

Hasta Just Dance 4 en el año 2012, la franquicia estaba segmentada; es decir, había un lugar para bailar su repertorio, otro para tus adquisiciones, uno más para las sesiones de fitness y una última para las puntuaciones en línea. Después de esto, Ubisoft cambió el enfoque hacia uno más integrado, diversos modos de juego que estaban enfocados en la fiesta como “Simón dice” y claro, el World Dance Floor, que no es más que la integración del multijugador en un lobby donde varios jugadores participan de manera simultánea, pudiendo votar los temas, retándose a sí mismos y desbloqueando coreografías realizadas por verdaderos profesionales; prácticamente la convivencia desde tu sala tomó una dimensión diferente, así como la inclusión de su propia red social con avatares, fotografías y capturas de momentos emblemáticos (gracias a Kinect y la PlayStation Camera) que llevarían la competencia más allá.

Como ya lo compartíamos, el enfoque de esports ha sido una evolución coherente para Just Dance, ya que Ubisoft Paris (su equipo principal de desarrollo) comenzó a incluir pruebas semanales y tablas de puntuación por país, canción y hasta número de participantes, lo cual tuvo un impacto inmediato en la comunidad y se reflejó en la actividad de usuarios conectados entrega tras entrega.

EL JUEGO DEFINITIVO PARA LA FIESTA

En esta ocasión, todas estas características permanecen, mientras que la estructura de tu avance se modifica de cierta manera. Just Dance 2018 tiene dos secciones principales, el Modo Kids y el estándar; ambos presentan una serie de temas con filtros en modo vertical que van desde las de esta versión, hasta las coreografías de cuatro personas, las que utilizan dos Joy-Con en un solo jugador, duetos, temáticos, por géneros musicales, en fin, nada nuevo para los que llevan jugándolo desde hace un par de años. En el Modo Kids, la única diferencia notable es que son temas “rosas”, sin insinuaciones sexuales o pícaras, así como movimientos y coreografías más sencillas. Éstas también pueden jugarse en el apartado estándar, así que podríamos decir que es más una “medida de seguridad” para los padres que una barrera entre los mismos temas para el usuario promedio.

El juego te ofrece utilizar los Joy-Con como detector de movimiento, mientras que todavía se puede sincronizar un teléfono celular como controlador. Los que estábamos acostumbrados a mandos como el PlayStation Move o Kinect de Xbox One, nos hemos llevado una grata sorpresa, pues la tecnología HD Rumble de Nintendo cambia por completo la percepción del espacio y la profundidad del entorno, llevando cada paso y pirueta a un nivel que ni siquiera nos imaginábamos. En ciertas coreografías quizás se torna demasiado fácil, pues desde el momento en que desapareció el nivel de dificultad y BPM de cada tema hace varias iteraciones, saber cuál es más compleja recae por completo en experimentar con las diferentes canciones.

COREOGRAFÍAS: ¿ALCANZANDO EL LÍMITE?

Ahora, los premios como nuevas versiones de los temas que ya conoces, coreografías, modos de juego y avatares siguen obteniéndose con el Mojo, la moneda que maneja Just Dance, solo que la selección se reduce a una máquina virtual que te los otorga de manera aleatoria. Cada vez que la utilizas, el juego te recuerda qué puedes hacer con el Mojo que te resta, lo cual podría compensar de cierta forma esta mecánica en la que el jugador pierde el control del regalo. En el caso de las coreografías, quizás éstas ya alcanzaron su punto máximo en cuanto a trabajo técnico, pero unas simplemente brillan por su temática; nuestras favoritas han sido la de “In The Hall of the Pixel King”, “Swish Swish”, “Automaton” y “Kissing Strangers”.

En el caso de las coreografías, quizás éstas ya alcanzaron su punto máximo en cuanto a trabajo técnico.

Los 40 temas de su repertorio son prácticamente los mismos que en la edición del año pasado, pero con menos licencias y éxitos; quizás lo podríamos atribuir a la costosa adquisición de “Despacito”, en dado caso de que no te hayas cansado ya de la canción más escuchada del año. Asimismo, el sistema para expandir tu biblioteca de la manera más fácil es adquirir Just Dance Unlimited, su servicio que te permite jugar a través de stream cerca de 200 temas destacados de sus juegos pasados y que también se comparten en el Modo Kids. Si bien en estas entregas solía ofrecerse un período muy limitado de prueba, en esta ocasión se dan 90 días con la versión de Nintendo Switch, lo cual es un gran plus de compra, especialmente cerca de la época navideña.

JUST DANCE EN SWITCH: EL FEEDBACK QUE NECESITÁBAMOS

El pilar sobre el que recae toda la diversión en Just Dance siempre es su repertorio y, en esta ocasión, sí notamos un declive en comparación al de la edición 2017, que ha sido uno de los favoritos de los fans. Somos conscientes de que esto depende totalmente de las tendencias sociales, pero contar con el éxito “Despacito” sin duda suena como todo menos una licencia barata para Ubisoft.

Como producto integral en la familia, la adición de un Modo Kids formal nos agrada bastante, aunque quizás si solo te gusta tenerlo para fiestas o en serio eres un seguidor del baile, no existan muchas personas que hagan uso de ella en tu casa. Hablando de los premios, nos gustaría volver a tener más control sobre la manera que se gasta el Mojo, mientras que la versión para Switch hace un uso excelente y sorprendente de su HD Rumble; ésta es, quizás, la versión que sin duda deberías tomar en cuenta desde un inicio.