Review – Jurassic World: Evolution

TRENDING

Tu propio parque jurásico

En 1993 toda una generación quedó marcada. Al menos en mi caso, ir a ver con mi papá la primera película de Jurassic Park, es el primer recuerdo que tengo de estar sentado en una sala de cine -tenía 5 años-. Debido a lo anterior y al igual que muchos de mis contemporáneos, todo lo relacionado con dinosaurios nos golpeó como un martillo y se clavó en lo más profundo de nuestras mentes. La icónica cinta de Steven Spielberg se convirtió en un clásico de la cultura pop que hasta al momento y luego de haberla visto literalmente decenas de veces, sigue siendo una opción cuando buscas pasar un buen rato. A pesar de toda la magia de dicha obra, una cosa nos faltó y se quedó dando vueltas en nuestras mentes: ¿cómo se habría visto ese maravilloso parque funcionando?. Antes de que Jurassic World hiciera esto realidad en el cine, Jurassic Park: Operation Genesis de 2003, lo logró dentro del mundo de los videojuegos. Ahora, los creadores del espectacular Planet Coaster de 2016, buscan ampliar todo este asunto con Jurassic World: Evolution.

Los juegos Tycoon o de administración de recursos vieron sus momentos más gloriosos a inicios de la década pasada cuando cosas como RollerCoaster Tycoon o Zoo Tycoon. Esta experiencias despertaron al magnate interior de muchos de nosotros y provocaron que pasáramos decenas y hasta centenas de horas pegados a nuestras computadoras creando los más grandes e impresionantes parques temáticos que el mundo jamás haya visto y de paso, nos servía para aprender algo de finanzas y de administración de empresas. Sí, era el sueño de todos los que amamos gastar en lugares como Disneyland, Disney World, Six Flags, Sea World, etc.

Hace dos años, Frontier Developments intentó revivir a este sensacional género con Planet Coaster, juego que llevaba todos los conceptos conocidos  a nuevos niveles, entregando una genial experiencia que hasta la fecha, cuenta con una muy activa comunidad de locos creadores. La idea de que el mismo estudio tomara la franquicia de Jurassic World para crear un título de este tipo, sonaba como la cosa más genial del mundo pero desgraciadamente, elementos externos se ve que terminaron afectando su desarrollo y claro, causando que al final tuviéremos un juego bastante mediando que sin lugar a dudas, nos quedó a deber.

Sin mucho espacio para la creatividad

Una de las cosas más importantes de todo juego Tycoon es lograr que lo que vayamos construyendo, se sienta como algo totalmente nuestro; es decir, que nuestro sello se vea marcado en cada uno de los rincones de aquel lugar que estamos levantando de la nada. Las opciones de personalización y de creación en un título en el que el principal objetivo es construir un parque de diversiones, son cruciales para que toda la experiencia funcione. Creo que aquí es en donde recae el mayor problema de Jurassic World: Evolution. Prácticamente todo lo que construyes y los lugares en los que colocas los elementos de tu parque, se sienten prefabricados.

La posición y locación de los complejos que componen a tu parque, sí son decisiones que nosotros como usuarios debemos tener, además de que la construcción de cosas como las cercas electrificadas, paredes, caminos o postes de luz es manual, o sea que dependen enteramente de nosotros; sin embargo, lo plana que es esta personalización hace que en poco tiempo pierdas interés en ponerle atención a los detalles. Recuerdo que en el primer RollerCoaster Tycoon pasaba horas eligiendo el tipo de flores que adornarían la entrada de mi parque, mientras que en Jurassic World: Evolution, al ver las pocas opciones de decoración que tienes a la mano, así como la pobre forma en la que puedes explotar los espacios que se te presentan, hicieron que este tipo de cosas dejaran de importarme en poco tiempo.

Entiendo que uno de los principales objetivos de Jurassic World: Evolution es apuntar a cierto realismo y a según ellos, hacer que nos preocupemos por cosas más importantes como el humor de nuestros dinosaurios, pero creo que justamente en este proceso, se olvidaron por completo de que estamos hablando de un videojuego que busca emular a un juguete, esto sin mencionar que su principal mercado somos los fans de los parques temáticos en los que la atmósfera y ambiente, lo es casi todo. Esas paredes grises sin vida, tiendas de comida y souvenirs que a nadie se le antojaría entrar, planas rejas y demás elementos sin vida, hacen que los espacios dentro de este título se sientan aburridos y sin nada que aportar a un potencial visitante, esto sin mencionar que cuando me puse a revisar creaciones de terceros, me di cuenta que eran absurdamente parecidas a las mías, es decir, no hay manera de imprimirle tu personalidad ni cuidado al parque estés construyendo.

Tedioso sistema de progresión 

Una vez expresado el principal problema que creo, tiene Jurassic World: Evolution como juego Tycoon, me parece prudente pasar a contarte un poco sobre cómo es que funciona en general como videojuego, así como sobre su sistema de progresión, mismo que en mi opinión, es sumamente tedioso, aburrido y poco interesante, esto gracias a que seguramente, la gente de Frontier Developments no tuvo nada de libertad creativa con la franquicia que estaban manejando. Seguramente, Universal puso más de un obstáculo y evitó que la grandes ideas de gameplay que vimos en Planet Coaster, pudieran hacer acto de presencia en este título.

La forma en la que administras un parque dentro de Jurassic World: Evolution es un ciclo que logras detectar en un par de horas de juego. Tu principal objetivo es tener la mayor variedad de dinosaurios posibles dentro de tu complejo para por supuesto, tener más visitantes. Poco más de cuarenta especies diferentes puedes desbloquear dentro de tu aventura, número bastante bueno aunque con algunos “peros” importantes: no hay ni criaturas acuáticas ni voladoras. No, tu sueño de tener una de esas albercas gigantes como la que vimos en Jurassic World para criar a un Mosasaurus no será posible, mientras que un domo con pterodáctilos solo podrá vivir dentro de tu imaginación. Impresionante que este tipo de cosas hayan sido pasadas por alto.

Regresando al tema del ciclo y lo repetitivo que es, te cuento que para desarrollar a cualquier nueva especie de dinosaurio dentro de tu parque, primero debes de contar con la materia prima indicada, es decir, con fósiles de cierta especie que contenga el ADN de esa criatura que quieras como atracción. Para lograr esto, debes de enviar equipos de expedición a diferentes partes del mundo para recolectar los restos de dinosaurios necesarios. Después de unos cuantos minutos, los paleontólogos regresan con distintos materiales que el complejo de investigación y desarrollo usará para incubar a nuestros nuevos dinosaurios. Entre más restos tengas de cierta especie, el producto que tendrás de ella será mucho más fuerte, duradero y claro, impresionante para los visitantes.

Jurassic World: Evolution hace distintos esfuerzos para esconder el hecho de que en realidad, solo estamos siguiendo este tedioso proceso para poder desarrollar nuevos dinosaurios, claro que en medio tenemos otras actividades de las cuales te contaré a continuación, pero lo repetitivo que llega a ser todo después de dos o tres horas de juego, hacen que el título pierda mucha fuerza y valor como Tycoon. 

Una vez que tu parque va tomando forma después de cumplir las misiones de los departamentos de seguridad, ciencia y entretenimiento, puedes ir considerando construir complejos de diversión y comodidad para tus potenciales clientes. Algo que es importante señalar es que el tutorial no es muy claro que digamos, por lo que lo mejor muchas veces, es experimentar por ti mismo. Algo que seguro te pasará es que en tu primer intento, mal gastes recursos y desperdicies espacio, así que te recomiendo que cuando ya entiendas más o menos cómo es que funciona todo, inicies desde cero un segundo parque en el que harás las cosas de mucho mejor forma.

Además de preocuparte por alimentar y ver de qué humor están tus dinosaurios por las condiciones en las que los tengas viviendo, debes de tener en cuenta que una fisura en la seguridad de tu complejo, se puede dar en cualquier momento. Elementos como tormentas tropicales o un T-Rex enojado, pueden dañar cierta cerca de contención que en algún punto se romperá y causará que tu grupo de velociraptors escape y comiencen a hacer estragos dentro del parque. Aquí entra una especie de mini juego de disparos en el que usando a nuestras fuerzas de seguridad, debes de contener a la amenaza que anda suelta. Lo mal logrado de esta mecánica consigue que este tipo de eventos sean un verdadero dolor de cabeza… no sé si esto haya sido intencional en el diseño del juego.

Luego de darme cuenta de que el juego no iba a cambiar, decidí que mi niño rata interno saliera un poco a divertirse. Uno de los enrejados de mi parque fue destinado para la pelea de dinosaurios. Las animaciones están bastantes bien logradas, al punto de que parece que el equipo desarrollador anticipó que algunos haríamos esto, lo malo es que estos enfrentamientos parecen estar totalmente dictados por el azar. ¿Cómo es posible que mi T-Rex con casi 100 por ciento de su genoma desbloqueado, haya muerto luego de haber recibido un par de mordidas de un Ceratosaurus de la mitad de su tamaño? Igualmente, liberar de manera intencional a tus dinosaurios más peligrosos en un parque totalmente lleno de personas, tiene su encanto.

No te voy a mentir. Las primeras cinco o seis horas de juego que pasé con Jurassic World: Evolution fueron bastante divertidas, pues se logró llevarme de regreso a ese punto en el que los juegos de Tycoon eran por mucho lo que más consumía. Además, te cuento que la versión de PS4 funciona de manera sensacional. Los controles fueron muy bien colocados, haciendo que navegar entre las no tan bien diseñadas interfaces del juego, sea bastante simple y sencillo. Claro que nada le gana al mouse y teclado en este tipo de experiencias, pero te puedo decir que en consola todo funciona de buena forma. A pesar de todo lo anterior, lo tedioso que es estar desbloqueando nuevas especies, combinado con el bajísimo grado de personalización que se te permite, hacen que en mucho menos tiempo del que debería, el título ya no te dé razones para regresar a él.

No reparé en gastos

Para muchas personas, lo único divertido de los Tycoon es construir sin ningún tipo de restricción, usando passwords para tener recursos ilimitados, pero en realidad, todo el sustento y mecánicas base de este género, tienen que ver con la administración de las finanzas de la empresa que estamos desarrollando. Jurassic World: Evolution no pasa por alto este asunto, sin embargo, me parece que no se detiene el tiempo suficiente para explicarle al usuario cuál es la mejor manera de gastar los recursos que tiene a la mano, sobre todo cuando estás arrancando con tu paso en este juego.

Antes de poder abrir tu parque a los visitantes debes de construir un par de atracciones al menos. Para lograr esto, se te pone una cantidad reducida de dinero que debes de utilizar de la forma más efectiva posible. Mientras no cobres por las entradas, la única manera de hacer algo de dinero extra es vendiendo los fósiles que te sobren. El punto aquí es que es sumamente complicado decidir qué vender y qué usar para la creación de nuevas especies. Mi consejo es que te vayas por lo pequeño y barato primero; es decir, desarrolla un par de especies, asegúrate que las medidas de seguridad cumplan con lo mínimo y abre cuanto antes tus puertas. Si quieres primero tener un gran parque antes de lanzarlo al mercado, te aseguro que te quedarás sin liquidez antes de conseguirlo y por consiguiente, deberás de iniciar desde cero.

Una vez que logras abrir las puertas de tu parque a los visitantes y el dinero empieza a fluir de manera un poco más constante, diferentes retos de administración se empiezan a presentar. Gastos por daños causados en las instalaciones por fenómenos naturales, tener que alimentar a tus hambrientos dinosaurios y demás, son decisiones que debes de tomar con mucho cuidado para mantener las finanzas de tu empresa en un estado sano y funcional. Creo que en este aspecto, Jurassic World: Evolution se comporta de buena forma, entregándonos información útil de en qué parte se está yendo nuestro dinero y en cuáles se está gestando. Claro que muchos, este apartado les parecerá aburrido y nada interesante. No te culpo si eres de ellos, pero es importante que sepas que ésta es una parte muy importante del juego.

Después de considerarlo, he decido no avalar este parque

Escuchar la voz de Jeff Goldblum en su papel del Doctor Ian Malcolm, junto con el icónico tema de John Williams es algo que sin duda alguna, te sacará una enorme sonrisa. Ver a tu parque abriendo sus puertas después de haber pasado algunas horas desarrollándolo es sumamente satisfactorio, además de que apreciar las bellas animaciones de las criaturas que habitan nuestra isla, es algo que seguramente te llenará el ojo. Jurassic World: Evolution es un juego divertido por unas cuantas horas, sin embargo, el desencanto que vives al darte cuenta de sus tediosas mecánicas y más importante, la forma en la que falla por hacernos sentir dentro de nuestro propio parque temático de esta amada franquicia, lo convierten en juego que me ha decepcionado profundamente.

Su sistema de finanzas hace que Jurassic World: Evolution pueda ser atractivo para los pocos que disfrutan jugar a ser los Godínez que manejan el dinero dentro de una empresa, pero la falta de esa magia que debe tener un parque temático, pobres herramientas de personalización, gráficas que quedan a deber y en general, una experiencia que no te absorbe en ningún momento, me hace sumamente complicado recomendar este juego, con todo y lo bien logradas que están sus versiones de consola en términos de control. Mi teoría es que Universal puso más obstáculos que facilidades a Frontier Developments, esto claro, en un intento por cuidar la licencia que tanto dinero les está generando en la pantalla grande actualmente. ¿Cómo es posible que en un juego Tycoon de 2018, no sea posible modificar el terreno de construcción? 

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!