Review – Fe

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La última década ha tenido en los juegos independientes uno de sus grandes soportes; la palabra “indie” también ha ido tomando forma y cambiando según el contexto ya que, en sus inicios, era producido por estudios que no contaban con presupuestos de decenas de millones de dólares y, como tal, trabajaban por sí mismos. Ahora el “indie” puede referirse más a los títulos alternativos, los cuales ayudan a limpiar el paladar de tantas producciones AAA. EA comenzó su faceta EA Originals a inicios del 2016 con Unravel, un juego de plataformas que se ganó el corazón de muchos. Ahora llega el turno de Fe, que busca repetir el éxito y aumentar la resonancia de estos juegos por parte de EA. La pregunta es, ¿lo logrará?

La decisión de EA para crear estos juegos de su línea Originals tiene un motivo y, a nuestros ojos, tiene que ver con lo que Ubisoft realizó con UbiArt Framework, su dinámico motor gráfico, que ha tenido representantes más allá de lo digno como Rayman Origins, Child of Light y Valiant Hearts: The Great War. EA se dio cuenta que necesitaba lanzar juegos de menores proporciones y que se ganaran el cariño y apreciación de los que buscan títulos bellos y emotivos. En este caso, Zoink! Games continúa su evolución después de Stick it to The Man! del 2013 con Fe, un juego de mundo abierto, pero que combina exploración con plataformas, mientras no hay ningún diálogo hablado en lenguaje tradicional.

EL BOSQUE MISTERIOSO

Dicho esto, comprenderás que Fe busca el cariño de los jugadores que siempre están buscando títulos de estilos visuales diferentes, artísticos que enriquezcan al medio y deleiten la pupila, algo que creemos que sus desarrolladores sabían de antemano. Fe es tanto el nombre del juego como el de nuestro protagonista, un ser pequeño que simplemente comienza a explorar un bosque, con la peculiaridad de que no existen diálogos de un idioma conocido, pues todas las interacciones se hacen a través del canto.

Así es, el pequeño Fe tiene que cantar (se hace con un solo botón) y así puede despertar a flores que se convierten en catapultas para alcanzar nuevas alturas; también te permite comunicarte con otros animales, que a su vez solo entienden un idioma, por lo que la comunicación es esencial. Creemos que es un aspecto interesante, pero quizás no está tan trabajado como muchos creeríamos; con tan solo seis opciones de comunicación, la cantidad y diversidad de fauna que hay en este mundo abierto nos pareció corta. Lo abierto de su mapa es interesante en lo que respecta a su extensión, aunque la densidad suele limitarse a rocas, árboles, ríos o riachuelos, que cambian según la sección en la que te encuentres. Es decir, hay zonas nevadas, otras que simulan un bosque al atardecer, mientras que otras son difíciles de describir debido a la ambigüedad de su estilo visual.

EN CONTACTO CON TU ANIMAL INTERIOR

La comunicación de Fe con el resto de los animales del bosque también abre las puertas a otras mecánicas de juego y habilidades, pues conocer el lenguaje del borrego de montaña te permite subirte en su lomo para moverte más rápido y alcanzar algunas rocas fácilmente; ciertas plantas pueden florecer y crear plataformas donde rebotes, catapultarte o que sus pétalos formen ventiladores que te eleven a nuevas alturas. Aunque Fe carece de un lenguaje tradicional, Zoink! no se ha olvidado de darte varias ayudas, como lo es un colibrí que te muestra el camino si es que te pierdes o puntos de guardado que se presentan de manera constante. Si a esto le agregamos que su mapa es bastante sencillo y las plataformas no son difíciles de alcanzar, es un juego que apela por su facilidad y estilo, algo que lo separa de Ori and the Blind Forest (que suele ser su referente) que es un metroidvania hecho y derecho.

Por más rosa e idealista que suene, Fe también tiene sus enemigos; éstos se llaman Silentes y de vez en cuando los verás atrapar y hacerles pasar un mal rato a otros animales del bosque, mientras que un giro en su historia te mostrará cómo ven el mundo. Y es que, si lo pensamos con detenimiento, la depredación entre los seres vivos es algo natural, donde no se marca un bando de “buenos” y “malos”, sino que existe el simple instinto de supervivencia, donde la brutalidad es necesaria. Este aspecto nos parece que queda muy bien representado en Fe.

Por más rosa e idealista que suene, Fe también tiene sus enemigos.

El mapa en Fe marca tu ubicación en tiempo real, la localización de los objetivos actuales y la cantidad de coleccionables que has encontrado en tu camino, los cuales suelen ser gemas o cristales, así como algunos puntos importantes en tu viaje. Unos elementos que llamaron nuestra atención y nos gustaron mucho fueron una especie de monolitos con representaciones pictóricas de los Silentes y animales del bosque, que pueden pedirte desde uno o varios para catalizar un pequeño evento. En Fe todo se trata de observar, conectar los puntos y seguir avanzando, lo cual podría no gustarle mucho a los que están acostumbrados a narrativas más tradicionales. Si bien en juegos como Journey esto no es un problema, el cambio en los escenarios, los colores y la interacción con otros viajeros lo compensa de gran forma, mientras que Fe no trata de ir más allá.

Fe es una experiencia para un solo jugador y no cuenta con ningún otro tipo de ayuda e interacción de la comunidad. Técnicamente hablando, es un juego que a veces sufre de problemas de cuadros por segundo, que experimentamos unas tres o cuatro veces en nuestro tiempo de juego (que osciló entre las cuatro y cinco horas) pero que sí fue bastante notorio. En cuanto a otros errores, te contamos que nunca pasamos un mal momento ni se arruinó la partida de ningún modo. La cámara suele funcionar bastante bien y es un juego pulido en su mayoría, salvo algunos momentos en los que el juego se oscurece sin ningún motivo aparente.

A nuestros ojos, Fe es un título que cumple a la hora de darte una aventura que luce bien, tiene mecánicas interesantes de juego, pero que nunca va más allá; a veces, ser bonito y contar con personajes tiernos simplemente no es suficiente para muchos jugadores y los motivos son aceptables. Este proyecto también es algo muy diferente a lo que vimos previamente con Zoink! Games en Stick it To The Man y podría ser el primer paso hacia la dirección correcta en el desarrollo alternativo, especialmente si ya cuentan con el apoyo de Electronic Arts y el programa Europa Creativa de la Unión Europea.

El que Fe sea un mundo abierto sin duda es una es un acierto para su equipo de trabajo, así como la dualidad entre el mundo animal que no tiene a “buenos” y “malos”, sino pura naturaleza. Ojalá que, en entregas futuras, los frutos de Zoink! Games agreguen más capas de complejidad y un reto mayor.