Un completo desastre cinematográfico.
El nuevo milenio arrancó de una manera muy importante para el cine popular en general, pues a pesar de que en el pasado ya se habían hecho varios intentos por llevar a los súper héroes más populares del mundo a la pantalla grande, las nuevas técnicas de CGI permitieron que estas producciones se pudieran apegar mucho más a sus obras originales en cómics… o al menos eso se esperaba. Spider-Man de 2002 nos hizo pensar que este tipo de películas tenían un gran futuro, sin embargo, los años siguientes nos demostraron que en realidad, las casas productoras más importantes del mundo no tenían ni la más remota idea de cómo entregar productos de calidad. Luego de que en la nueva década el género se comenzara a recuperar de manera importante, tenemos un nuevo tropiezo que vuelve a poner en entre dicho a las cintas basadas en franquicias de Marvel, DC Comics o cualquier otra marca de novelas gráficas. Fantastic Four no tienes ni pies ni cabeza, fallando rotundamente en cada uno de sus muy pretenciosos objetivos originales.
Cuando se anunció que la 20th Century Fox haría un nuevo intento por conseguir que la primera familia de los cómics funcionara correctamente, muchos de nosotros dudamos de manera casi instantánea que esto pudiera pasar, pues tan solo basta con recordar lo mal que salieron las entregas estrenadas en 2005 y 2007. Conforme se nos iban dando los avances de la nueva Fantastic Four, parecía que la cosa podría salir bien, más si se tomaba en cuenta que muy buenos actores como Miles Teller, Michael B. Jordan, Kate Mara y Jamie Bell, serían los protagonistas. Sumado a lo anterior, teníamos a Josh Trank en la dirección, esto luego de su excelente trabajo en Chronicle de 2012. Por desgracia para todos los que aman esta franquicia, los conflictos internos y malas decisiones, causaron una verdadera catástrofe en todo nivel.
La pretensión a todo lo que da
Como te comentaba hace un par de párrafos, los objetivos originales de Fantastic Four siempre se sintieron un tanto pretensiosos, sin embargo, Trank parecía que era el hombre adecuado para conseguir que la serie pudiera ser bien representada en el cine. Desde que la cinta comienza a rodar frente a nuestros ojos, nos podemos dar cuenta de que se nos está intentando contar una historia muy humana en la que se busca hacer sentir a cada uno de los personajes como seres a los que nos podríamos encontrar caminando en la calle en cualquier momento del día.
Justo ahí es donde reside uno de los mayores problemas de la película. Primero se nos presenta como un drama en el que las relaciones personales serán el punto más importante de la trama, no obstante, la altísima falta de química entre los personajes, hacen que cada una de las líneas y diálogos, sean pretenciosos y hasta ridículos. Lo anterior se acentúa de manera importante cuando uno toma en cuenta lo que representa esta franquicia. Al ser el primer equipo de súper héroes dentro de los cómics, los lazos que se forman entre los elementos que la componen, debería de jugar un papel primordial, asunto que en esta versión de Fantastic Four, nos se da ni remotamente.
Es bien complicado pensar en cómo hubiera sido el resultado si los directivos hubieran dejado trabajar a Josh Trank libremente, pues la vale la pena recordar que éste declaró que hace un año cuando aún tenía el control sobre la obra, el proyecto iba por muy buen camino. Esto es muy importante de anotar, pues en la parte de los cómics, la franquicia tampoco la ha pasado nada bien, siendo una de las series de Marvel con menos aceptación entre el público. Ojalá y todos estos problemas de producción y pretensión que sale hasta por las alcantarillas, hubieran sido puestas de lado, aunque como te decía, parece ser que la franquicia perdió todo su encanto desde hace ya varios años.
Historia plana en la que nada pasa
Fantastic Four es una nueva historia de origen sobre este grupo de súper héroes. Reed Richards, Johnny Storm, Sue Storm, Ben Grimm y Victor Von Doom, trabajan junto con el Dr. Franklin Storm en una nueva máquina de teletransportación que permite viajar entre dimensiones, asunto que de lograrse, representaría un enorme avance para toda la humanidad. Luego de conseguir que la misteriosa máquina funcione, los protagonistas entran a este mundo desconocido en donde algo inesperado sucede, evento que provoca que cada uno de los exploradores obtenga poderes sobrenaturales.
El argumento podría hacernos pensar que se está tomando un camino seguro, en donde solo se hicieron un par de ajustes a la historia original para hacernos sentir que estamos frente a algo mucho más épico. En mi opinión, esta idea fue tan mal llevada, que terminó destruyendo por completo cualquier oportunidad para que la película saliera bien. En los siguientes renglones intentaré ilustrar de mejor manera este punto.
Si uno saca a Fantastic Four del género de súper héroes, cuesta mucho trabajo colocarla en otro. Esto podría sonar muy positivo, sin embargo, es algo completamente negativo. Primero se nos hace sentir que estamos frente a un drama personal en donde los conflictos entre personajes será el punto clave de todo. Después de provocarnos pena ajena en varias ocasiones gracias a los ridículos diálogos que nos tocó escuchar, la cosa se comienza a convertir en una especie de historia de ciencia ficción de muy baja calidad, pues a pesar de que se le intenta dar sustento científico al argumento principal, la realidad es que todo se siente como un montón de información que lleva a nada verdaderamente relevante, dejando elementos como el misticismo y lo desconocido de lado, cosas que son esenciales para que cualquier cinta de este tipo salga bien.
Cuando parece que luego de tanta cosa sin sentido, por fin podríamos ver a los Fantastic Four en acción, la cinta da un nuevo giro para convertirse en una especie de thriller con elementos de terror. Sí, leíste bien, hay un momento en la que se nos hace sentir que estamos frente a una película de horror. Dentro de todo lo malo que sucede con esta película, puede ser que en esta sección no estemos hablando de un completo desastre, pues me pareció un tanto valioso este hecho de hacernos sentir que lejos de una bendición, obtener ese tipo de poderes, es una maldición. La realidad es que este intento es de lo poco rescatable de este verdadero desorden.
Justo cuando la película se encuentra superando los tres primeros tercios de duración, se nos muestra una cara mucho más conocida de este tipo de cine, pues se busca presentar el éxtasis de la cinta por medio de una secuencia de acción, la cual, además de ser bastante corta, está terriblemente mal lograda. Después de haber fracasado rotundamente en la parte de los lazos personales entre los personajes, simplemente era imposible que nos creyéramos que luego de ni siquiera poder sostener una conversación decente, pudieran combinar sus fuerzas para acabar con la amenaza. Como te decía, además de durar casi nada, esta secuencia es aburrida, predecible y ridícula. Un verdadero desastre.
La historia de Fantastic Four es plana y sin sentido, además de que en ella, simplemente no pasa nada; no hay un solo plot twist o algo que nos sorprenda. Si quieres saber de qué trata la película, te lo puedo resumir en algo tan simple como: Cuatro tristes científicos sin personalidad entran en una máquina que salió de la nada, la cual los lleva a otra dimensión en donde por arte de magia y sin explicación alguna, obtienen poderes que no les gustan. Después, uno de sus amigos se vuelve malo y quiere acabar con el mundo. Pelean con él un rato y salvan a la humanidad. Eso esto todo; el guión del filme está claramente lleno de parches y escrito como si el único objetivo fuera que las cosas hicieran más o menos sentido, pero que estuviera listo para poder estrenar a tiempo.
Villano que da risa y protagonistas que dan pena
Al tratarse de una historia de origen, esta nueva Fantastic Four tenía la enorme oportunidad de contar su propia versión de estos personajes, pues no contaba con ninguna clase de compromiso con cintas pasadas. A pesar de esto, en todo momento se nos dejó claro que antes de hacer una buena película, la casa productora tenía como prioridad sentar bases para una o más secuelas. El asunto aquí es que las ambiciones comerciales se mezclaron que todos los problemas que se tuvieron en la producción para dar como resultado un auténtico bodrio.
Cada uno de los personajes que aparecen en la pantalla se sienten débiles, muy probablemente, el único rescatable es Johnny Storm, pues presenta una actitud bastante desenfada y que en algunos momentos, consigue conectar con la audiencia. No me mal interpretes, el elenco de actores con el que cuenta Fantastic Four es verdaderamente destacable, pues cada uno de ellos tiene dentro su currículum uno o más trabajos que los avalan como artistas dignos. En mi opinión, la culpa de que todo haya salido tan mal, recae casi en un cien por ciento en la producción. Un guión tan pobre con diálogos tan malos, simplemente no le ayudaban a los que vemos en pantalla. Hay escenas en la que incluso, se puede notar en el rostro de Miles Teller o de Kate Mara, lo incómodos que se sentían con la situación en la que se encontraban.
Sumado a lo anterior, la falta de química entre ellos debilitó aún más el resultado final del proyecto. Otro punto que verdaderamente salió mal y que, una vez más, tiene que ver con el pésimo guión, es que muchas veces, algunos personajes se sienten completamente sobrados y sin lugar dentro de la trama; es decir, la primicia general del filme llega a ser tan simple, que bien hubiera podido ser explicada con dos o tres actores.
Como seguramente ya sabes, el villano de Fantastic Four vuelve a ser Victor Von Doom, el cual, es interpretado por Toby Kebbell. El antagonista es de las partes más flojas de toda esta película. Cuando se está dando la secuencia en la que ocurre el accidente en el que cada uno obtiene sus poderes, este personaje se vuelve malvado de la nada. Un segundo es el gran amigo de todos y al otro, detesta al mundo y quiere acabar con él. Simplemente no se explican las motivaciones por la que el Dr. Doom se vuelve el villano que es, simplemente le da por empezar a acabar con todo.
Más o menos lo mismo pasa con la forma en la que los miembros de Fantastic Four obtienen sus poderes. ¿Por qué Johnny Storm se puede convertir en una antorcha humana? porque sí. ¿Por que Ben Grimm se convierte en este monstruo con piel de piedra? porque sí. Incluso la terrible cinta de 2005 hizo un mejor trabajo para semi explicar todo esto.
Efectos visuales muy mal logrados
Si crees que al menos en la parte visual, Fantastic Four es algo por lo que valga la pena pagar un boleto, lamento decirte que no es el caso. Resulta verdaderamente increíble ver en 2015 CGI tan terriblemente mal logrado. Los efectos que vemos en pantalla son poco creíbles en todo sentido. Se me viene a la mente esta secuencia en la que el rostro de Reed Richards está cambiando. Es uno de esos puntos incómodos en los que uno ya no sabe si reír o de plano cerrar los ojos. De igual manera, la forma en la que se dan los hechos de la batalla final es poco emocionante.
Se nota perfectamente que los problemas de producción fueron muy graves, pues incluso impactaron a la parte técnica de la cinta, la cual, normalmente está perfectamente dominada por el departamento encargado, esto sin importar qué tan mal se esté trabajando en la parte artística. Hablando de esto, la dirección artística es plana y mediocre, utilizando una paleta de colores repetitiva y una iluminación bastante genérica, esto sin mencionar que hay escenas en las que Sue Storm aparece con un corte y color de cabello, y un segundo después, esto cambia de la nada, asunto que obviamente nos demostró que se usó material de diferentes directores.
Resulta verdaderamente increíble que una cinta con un presupuesto tan grande, haya fallado de una manera tan importante en la parte técnica. Al igual que como con el guión, se siente como si los efectos especiales hubieran sido terminados contrarreloj y con el único objetivo de tenerlos listos lo antes posible para que poder lanzar el producto.
No pierdas tu tiempo viendo Fantastic Four
En conclusión, podemos decir que Fantastic Four es el perfecto ejemplo de no solo cómo no se deben hacer películas de súper héroes, sino cine en general. Estamos frente a uno de los desastres cinematográficos más importantes del año, esto a pesar de que como comentaba al inicio de esta reseña, parecía que las casas productoras por fin habían encontrado rumbo para entregar productos de mejor calidad.
No encuentro una sola razón para recomendar Fantastic Four, ni siquiera si eres de los pocos que los siguen a través de los cómics. Terrible guión, primicia ridícula, personajes planos, dirección sin sentido y visuales que parecen de hace diez años, hacen de esta película una de las más malas de todo el año en curso. No gastes tu dinero en este tipo de bodrios, no hay que apoyar cine tan malo… mejor ve Mission Impossible: Rogue Nation otra vez.
