REVIEW — Deadpool

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¡Hola, lectores de este glorioso sitio llamado Atomix, Antromix o Pacomix, según quien lo visite! Mi nombre —si me permiten presentarme— es Reseña y, en esta ocasión, vengo a contarles sobre un videojuego dedicado a la persona más infame en la historia de los cómics, un mercenario ultra-violento que se caracteriza por sus naturaleza sexual desenfrenada, y el conocimiento de su propia existencia dentro del noveno arte.

Cuentan por ahí, en las páginas escritas por Rob Liefeld y Fabian Nicieza, que este pequeño bastardo nació en los mismos años que la World Wide Web, sólo que con un nombre un poco  diferente “Wade Winston Wilson”. Este par de nerds vírgenes intentaron crear un personaje que fuera un clon de Deathstroke, de Teen Titans, pero con un toque muy particular. Wade sería hijo de una joven madre que muriera, al poco tiempo, víctima del cáncer, y de un padre alcohólico que fuera asesinado por un amigo en estado de ebriedad. De esta manera, cuando el pequeño WWW buscará un futuro, su elección mas lógica sería enlistarse en las Special Forces de los Estados Unidos PAPANAmericanos, aunque esto no duró mucho tiempo, pues fue expulsado por su desequilibrio mental, depresiones constantes y bipolaridad extrema. Al pasar el tiempo, WWW se unió al proyecto canadiense Weapon X, una rama de desarrollo de armas especiales, patrocinado por la capital mundial del maple y los mapaches. En ese lugar triste e inhóspito, llamado Canadá, nuestro amigo Wade obtiene sus poderes de regeneración, fruto de una fórmula derivada del factor de curación del chaparrito Wolverine (aunque él dice que fue gracias a comer chimichangas). Junto con estos nuevos poderes y la habilidad obtenida en sus anteriores trabajos con el Proyecto X, también les es dado un nuevo nombre: Deadpool, o como le dicen nuestros queridos amigos deformadores del lenguaje, ¡Masacre!.

 

Así pues, Deadpool estuvo activo en una unidad encubierta junto con blah, blah, blah, cyborgs del infierno blah, blah, blah, Vanessa ahora se hace llamar Copycat y blah, blah, blah, Deadpool mata al Universo Marvel, y todo los demás lo podrás encontrar en Wikipedia.

¡Hey, no se enojen! Como reseña, sé cuánto les aburren las introducciones de @Sr_Pixel, y por eso he decidido cortar todo ese choro y decirles que Deadpool es realmente diferente a cualquier otro personaje de cómics, y que ahora tiene un videojuego.

Si un juego no es divertido de jugar, entonces ¿cuál es el punto? En este aspecto, el juego de Deadpool tiene algunos problemas de cámara que pueden ser un poco molestos, sobre todo cuando tienes tantos enemigos que combatir al mismo tiempo; pareciera que High Moon Studios decidió que ésta fuera un enemigo más del juego. Esa tediosa cámara es un aspecto importante dentro de cualquier juego de acción hack & slash, de hecho se nota que podían haber pulido más este detalle, aunque después de un tiempo cualquiera se puede acostumbrar. Después de todo ésa es una cualidad humana.

El combate en general es divertido, pero puede tornarse repetitivo al poco tiempo. Además, el sistema de contraataque es uno de los peores de esta generación. Así que, si no quieres aburrirte enseguida, es bueno gastar algo de los Deadpool Points que ganas fácilmente a lo largo del juego; con ellos puedes comprar armas y movimientos que —a decir verdad— aumentan un poco la diversión, ampliando los combos o el margen de ataque, pero en realidad no te ayudarán a terminar el juego fácilmente, pues éste es de por sí fácil. Otro aspecto donde sufre el juego es su mecánica de platformer, que nunca termina por ser buena y causa frecuentes caídas estúpidas. De hecho, el juego viene con una opción donde, si caes repentinamente, puedes presionar un botón para regresar a la plataforma inicial; ésta es una solución que ya vimos en muchos otros juegos como Prince of Persia o Braid, pero por alguna extraña razón le resultó molesta tanto al barbón Pixel como a mí. Además, el juego brinda la opción de acercarte a los enemigos sigilosamente y matarlos de modo sarcástico, aunque por culpa de la cámara esto funciona pocas veces.

La verdad no quiero echarles a perder los otros momento inteligentes donde el juego cambia de mecánicas, pero Deadpool tiene muchas cosas sorprendentes, muy al estilo de los últimos juegos de Suda51, que seguramente agradará a jugadores optimistas de las cosas extrañas.

Como siento un gran aprecio por ustedes, les recomiendo no entrar al modo Survival, pues lo único que hace es empeorar el problema de jugabilidad.

dp3Como buena reseña, nacida en los bajos mundos del papel, tengo que hablarles del apartado gráfico con honestidad. El hecho de que el estudio hiciera un trabajo increíble con sus juegos anteriores ayudó para que la mayoría prestara atención a lo visual, pero a decir verdad, el juego nunca destaca por sus detalles: los modelos de los personajes no están mal hechos, pero se nota la pereza a la hora del diseño. En un juego —ya de por sí repetitivo— es bastante frustrante ver a los mismos dos pelones una y otra vez. Esto no pasa en otras área del juego: por ejemplo, hay momento en que Deadpool te narra una pequeña biografía de los personajes con los que interactúa dentro del marco ficticio de la historia. En estos clips, se agradece la acertada decisión de mostrar pequeños fragmentos de comics clásicos. Una bocanada de aire fresco que los fans agradecerán.

Ahora un chiste sobre música: ¿Cuál es la diferencia entre una voz gutural y una motosierra? …El cansancio, 🙂 ok… El audio y la música del juego no son tan malos como mi chiste, después de todo sólo soy una reseña. Los actores de doblaje hicieron un buen trabajo, tomaron la personalidad de cada personaje y la llevaron a una tercera dimensión de sonoridad. Nolan North hizo un trabajo increíble con Deadpool, y realmente dio vida al personaje; te aseguro que estarás ansioso de escuchar cualquiera de sus voces, desde el chillante niño interior, hasta la voz ronca —y más o menos razonable— del parloteador encapuchado. Un detalle francamente divertido es la inclusión de la voz real de Peter Della Penna, presidente de High Moon Studio.

 

¡Señoras y señores… niños y niñas… pasen y jueguen la extraordinarias aventuras del impresionante Masacre, ahora en videojuego!

 

dp2La trama  comienza con Deadpool en su apartamento jugando un videojuego. Frustrado, entabla negociaciones con un estudio para tener su propio juego, y el elegido es High Moon, que en un principio rechaza la propuesta aunque, poco después, con unas cuantas bombas, terminan aceptando de buena manera el trabajo asignado. Esta historia deriva en una  meta-trama que al final termina siendo el juego que estás jugando. Puede ser un poco confuso, pero la historia es el punto más fuerte del juego.

Esta trama del juego dentro del juego es que el popular mutante llamado Mister Sinister mata a Chance White, que estaba encargado de hacer el juego original. Al final, un viejo amigo mercenario llamado Cable le cuenta que Sinister está haciendo un ejército de clones para dominar la tierra, todo con ayuda de algunos villanos clase B del universo Marvel. Todo lo anterior es sólo una excusa para que Deadpool pueda hacer bromas y matar gente. El humor es uno de los motores que impulsan a cualquier jugador —con un gusto moderadamente bueno— a seguir jugando. Por consiguiente, el humor está lleno de conversaciones de origen homogéneo, hasta que se dirigen al jugador de forma heterogénea, algo tremendamente familiar para los fans del comic.

Nota: Para esta reseña se utilizó la versión de Xbox 360×

Por desgracia, el juego está tan arraigado en sus intentos de ser una comedia, que sufre algunos tropiezos. Hay un buen número de bromas que simplemente no aterrizan, chistes gastados, o arrancados directamente de otra cosa. Francamente, hay momentos en que el juego es simplemente estupidez. Se siente como el trabajo más desganado de Daniel Way, después de escribir joyas como Deadpool Volume 1: Secret Invasion, o Deadpool Volume 3: X Marks the Spot.

Para terminar con mi existencia, les cuento que el juego tiene muchos defectos, aunque seguramente podrías llegar a disfrutarlo con ese amigo fan de los cómics que es malísimo para jugar. Si puedes mirar más allá de sus problemas, en unas ocho horas —dependiendo de tu forma de jugar— lo terminarás sin ningún problema.

Si es que eres un gran fan de Deadpool —o un oficinista con gustos mediocres— te sugiero gastar los casi mil pesos que cuesta en comprar el juego. Si no es tu caso, pídelo prestado o réntalo; hay juegos mucho mejores allá afuera. Deadpool es un juego mediocre cuando le quitas el humor, de hecho se siente como algo hecho por el mismo Deadpool.

*Deadpool recomienda que en lugar de comprar este juego mejor lean Deadpool Kills Deadpool.