Un infierno congelado

Para muchos de nosotros, la simple idea de pensar en Dark Souls es razón para sonreír. Muy probablemente, la franquicia de Hidetaka Miyazaki trabajada por FromSoftware y publicada por Bandai Namco, sea una de las más influyentes de la última década gracias a la manera en la que llegó a cambiar para siempre la forma en la que se diseña un RPG de acción. La tercera entrega de esta serie, misma que estamos seguros estará compitiendo por títulos de Juego del Año en este 2016, ha recibido su primer gran expansión bajo el nombre de Ashes of Ariandel y como era de esperarse, ésta se mantiene en la fina línea del título principal agregándole una buena cantidad de dificultad para verdaderamente hacerte sentir que estás explorando un infierno congelado.

Haber alcanzado el nivel de perfección en cada uno de los apartados que vemos en Dark Souls III, es una tarea por demás complicada que la gran mayoría de los desarrolladores, jamás consigue. Dicho asunto, nos hace preguntarnos cosas como hacia dónde es que la serie se podría expandir si según parece, ha llegado a sus límites. Pedir que algo como Ashes of Ariandel venga a romper con esas barreras es lo más injusto del mundo, pues estamos hablando de tan solamente una expansión que tiene como único objetivo regalarnos entre 10 y 12 horas más con este espectacular videojuego. Si no está roto, no existe razón para arreglarlo.

¿Qué viene de nuevo?

Creo que antes de pasar a contarte cómo ha sido mi experiencia con Ashes of Ariandel, lo mejor es contarte de manera bastante puntual y concreta qué es lo que viene de nuevo en este DLC, contenido que a pesar de ser bastante, no viene a cambiar de ninguna forma la manera en la que vemos a Dark Solus III, asunto que si me lo preguntas, es más que correcto.

Obviamente, Ashes of Ariandel viene con una locación completamente nueva para explorar llamada Painted World of Ariandel, misma que está dividida en diferentes secciones que te detallaré un poco más adelante. La entrada a esta zona se encuentra en el bonfire ubicado en la Cleansing Church de la Cathedral of the Deep. En el altar, puedes ver a un NPC el cual te empieza a contar la historia de una tierra maldita que fue devastada por una enorme calamidad. Nosotros somos los encargados de descubrir qué pasó ahí. Como bien sabes, el lore de Dark Souls es uno de los más ricos y a la vez, más enredados y complicados de entender.

Dentro del Painted World of Ariandel podemos encontrar hasta 16 diferentes piezas de armamento completamente nuevo. Casi la mitad de ellos son escudos que no habíamos visto antes con diferentes propiedades. En mi percepción, casi todas estas piezas están pensadas para favorecer a personajes que sean ligeros y que ocupan mayormente ataques a distancia. Sumado a lo anterior, tenemos cinco armor sets totalmente originales, así como cuatro nuevos spells y un anillo. Hablando de este anillo, el cual lleva por nombre Chillbite Ring, te diré que es una maravilla, pues incrementa tu resistencia en 140 puntos.

Por si todo lo anterior no fuera poco, tenemos un nuevo tipo de ceniza que sirve para que se nos puedan vender otros ítems inéditos como por ejemplo, la Millwood Greatarrow, munición para el arco que también debuta en Ashes of Ariandel. Para cerrar, te comento que este DLC viene con una nueva zona PvP llamada Hollow Arena, así como con dos jefes a los que no enfrentamos en la aventura principal de Dark Solus III.

Básicamente todo esto es lo que Ashes of Ariandel trae como novedad al mundo de Dark Solus III, esto sin mencionar que se espera que comience a atar bastantes de los cabos sueltos de la historia para que varios hechos sean cerrados completamente con lo que será el segundo DLC de este juego.

Más de lo sublime

Me es imposible evitar sentir confusión que muchas veces se convierte en frustración, cuando escucho a alguien quejarse de un DLC o expansión porque es exactamente lo mismo que se nos presentó en el juego principal. No sé en qué momento, a estas personas se les dijo algo distinto a que estos contenidos son justamente para el nicho de fanáticos que más disfrutó del título y que justamente están buscando más de lo mismo, esto sin mencionar que cambiar una fórmula ya funcional, la mayoría de las veces es una terrible idea.

Ashes of Ariandel es exactamente más de Dark Souls III, asunto que en mi opinión, es una maravillosa noticia para todos los fanáticos y que por supuesto, se mantiene en la tradición de expansiones que habíamos visto en las entregas pasadas. A pesar de esto, por supuesto que vemos un par de conceptos dentro del DLC que no apreciamos en el juego completo, sin embargo, éstas no se alcanzan a sentir tan distintas como para cambiar la manera de ver a la experiencia como un todo.

En cuanto entras al Painted World of Ariandel, se siente un ambiente bastante pesado que nos anticipa un muy complicado camino en nuestra búsqueda por encontrar qué fue lo que pasó en esta tierra. Pocos metros adelante, te topas con un pyromancer, el cual, contrasta de una manera muy especial al momento de lanzar su fuego con el ambiente congelado en el que nos encontramos. Posteriormente te das cuenta de que hasta los árboles son una amenaza, esto sin mencionar las jaurías de lobos que buscan el momento perfecto para emboscarte. Sí, al igual que en todos los DLC de Dark Souls, en Ashes of Ariandel se elevó significativamente  la dificultad para de verdad, poner nuestra habilidad en tela de juicio.

Una de las preguntas más frecuentes cuando estos contenidos hacen acto de presencia en Dark Souls, tiene que ver con el nivel o experiencia que se recomienda para entrar a ellos. Lo anterior es un poco complicado de contestar, pues como bien sabes, estos juegos dependen enormemente de tu habilidad. Tan sólo basta recordar que aunque sea difícil de creer, hay quien los completa sin subir de nivel ni una sola vez. Te puedo decir que yo entré en nivel 87 y sí, mi paso ha sido verdaderamente duro y complicado. Toma tus precauciones y procura llevar equipo que resista los ataques con frío.

Por parte de los jefes, la verdad es que no me gustaría platicarte demasiado, pues como bien sabes, son las verdaderas estrellas de estos juegos. Te puedo decir que las batallas con los dos que son nuevos son sumamente intensas y hasta épicas, mientras que las que fueron rediseñadas, se sienten correctas y en cierto punto frescas.

Te repito, Ashes of Ariandel no busca el hilo negro de Dark Souls ni cambiar a la serie para siempre, pues aceptémoslo, no lo necesita de ninguna manera. Quienes vayan a consumir este tipo de contenidos, saben perfectamente a lo que se atienen y lo que buscan. Creo que como DLC cumple perfectamente con el concepto de aumentar significativamente la dificultad del juego, pues como es lo normal, esta expansión da por hecho que ya haz pasado muchas horas dentro de Dark Souls III, por lo que debes de tener la habilidad suficiente para abrirte paso en sus traicioneros terrenos.

Diseño más orgánico

El diseño de niveles de cada uno de los Dark Souls siempre ha sido una de las grandes estrellas, pues podríamos hablar de mundos verdaderamente abiertos que podemos explorar a placer y que además, están perfectamente interconectados entre ellos, esto claro, a pesar de su naturaleza que nos hace sentir en pasillos y túneles muy a la Metroidvania. A pesar de lo anterior, hay momentos en esta serie en la que se nos intenta colocar en zonas un poco más abiertas, mismas que Ashes of Ariandel explota constantemente.

Además de la pesadumbre y hasta temor que sentí al llegar al Painted World of Ariandel, percibí que me encontraba en una zona con muchísimas posibilidades, las cuales, eran escondidas misteriosamente por una densa tormenta de nieve que no me dejaba ver muchos metros adelante de donde me encontraba. Dicho asunto te genera un sentimiento de que en esta ocasión, el diseño de los niveles es un poco más orgánico; es decir, el camino que debes seguir no está tan marcado o no es tan evidente como en el juego principal.

No me mal entiendas, la forma de explorar esta nueva zona sigue funcionando como en cualquier Dark Souls, mi punto es que los caminos se encuentran integrados de una manera bastante más sólida y lógica con el ambiente que se nos presenta. Otro punto que me llamó mucho la atención y que me encantó, es lo vertical que puede llegar a ser todo dentro de Ashes of Ariandel. Además de que en la primera parte sientes el miedo de que en cualquier momento te puedes caer por un barranco, existen bajadas congeladas por las que te puedes deslizar y sí, es sumamente divertido.

Al igual que paso con prácticamente todos los elementos de esta expansión, el diseño de los niveles de Ashes of Ariandel no tiene como objetivo venir a cambiar la forma en la que jugamos Dark Souls, sin embargo, hace la loable tarea de buscar que sus pasillos y caminos, se escondan de mejor manera en el escenario que se está intentando representar.

PvP a la orden

A pesar de la enorme cantidad de horas que algo como Dark Souls III tiene que ofrecer, asunto que ha aumentado considerablemente con la llegada de Ashes of Ariandel, hay quien ha encontrado un lugar muy especial en el modo multiplayer que ofrece la franquicia de FromSoftware, el cual, comienza a tomar formas verdaderamente interesantes que podrían desembocar en cosas mucho más importantes a futuro hablando de la famosa escena competitiva dentro de los videojuegos.

Como te comentaba, una de las grandes cosas de Ashes of Ariandel es que viene con la Hollow Arena, nueva zona para jugar PvP que a su vez, nos presenta dos diferentes tipos de juego: Duel y Arena, los cuales, te puedo decir que son sumamente divertidos y que estoy seguro, te harán pasar varios momentos muy gratos.

En Duel, como seguramente ya sabes, tenemos enfrentamientos de uno contra uno a una sola muerte sin la posibilidad de utilizar estus flasks para recuperar salud. Sin lugar a dudas, esta modalidad es la más técnica y competitiva. En caso de que busques un poco más de desorden y diversión, en Brawl te puedes enfrentar en combates de hasta tres contra tres en el que el equipo que más muertes sume, es el que se queda con la victoria.

Vale la pena mencionar que para poder acceder a la Hollow Arena, primero es necesario derrotar al Champion’s Gravetender & Gravetender Greatwolf, un mini jefe verdaderamente complicado que podemos encontrar casi al inicio de Ashes of Ariandel, el cual, nos da los Champion’s Bones que debemos de quemar en el Firelink Shrine Bonfire para poder entrar al modo PvP de esta expansión.

Seguro tendremos un cierre épico

Por más que le he dado vueltas al asunto, simplemente no encuentro razones válidas y concisas para quejarme de lo que Ashes of Ariandel trae a la mesa. Creo que la idea de tener más de 10 horas extra con Dark Souls III es una más que sensacional noticia que debería de alegrar a todos los que decidieron aventurarse en este más que espectacular videojuego. Te repito, este DLC es más de lo mismo y sí, eso es algo que deberíamos de considerar como una más que excelente noticia.

Pensar en que sólo nos queda una expansión más para darle cierre a toda la saga de Dark Souls, es algo que me mortifica enormemente, pues parece ser que la fórmula de Miyazaki fue diseñada para no dejar de funcionar jamás ni que en algún punto se sienta fuera de lugar o antigua. Esperemos que el siguiente año que venga el segundo DLC de esta maravilloso título, se nos dé la conclusión que todos estamos esperando y que por supuesto, FromSoftware nunca deje de hacer lo que mejor hace.