Review – Altered Carbon (TV Series)

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A inicios de la década pasada, Richard K. Morgan, decidió dejar de lado su trabajo académico para convertirse en un autor de tiempo completo, pero lo haría con un género que no siempre ha brillado en el mundo del entretenimiento: el cyberpunk. Morgan tenía bien claro lo que quería hacer; un personaje principal furioso y difícil de lidiar, errático y malhablado, pero con un contexto único que lo convertiría en un héroe atípico. Esta historia, llamada Altered Carbon, llegó a Netflix en forma de serie que no te querrás perder.

Los autores de ciencia ficción son cada vez más el combustible que las grandes productoras necesitan; esto no es ningún secreto, pero si notamos que Stephen King ha tenido un gran regreso con varias adaptaciones nuevas o readaptaciones para compañías como Netflix, Hulu y hasta la versión renovada de It (Eso) acompañado de las miniseries inspiradas en Neil Gaiman (American Gods, Good Omens y la película How To talk to Girls at Parties) o Electric Dreams de Philip K. Dick, gracias al mismo equipo que nos trajo Black Mirror, este momentum de creadores literarios es una tendencia clara. Ya que los productos han sido galardonados en entregas como los Nebula o el Philip K. Dick Award, surge una pregunta a la hora de verlos en movimiento en tu pantalla: ¿funcionan estas adaptaciones?

DESPERTANDO EN UN FUTURO QUE QUISISTE EVITAR

Altered Carbon retoma una gran parte de los elementos de las novelas que te comentamos, pero es en la forma que lo hacen y su estructura como serie que tiene todo el sentido del mundo para llevarse a la televisión. La serie nos envuelve en un mundo donde la tecnología ha desplazado a las creencias sobre los dioses de nuestros días, pues los más ricos son capaces de vivir prácticamente una eternidad tras implementarse un sistema donde tu memoria, conciencia y personalidad son almacenados en una serie de discos, los cuales se pueden recolocar en otro cuerpo artificial (o funda, como se les denomina). Nuestro protagonista, Takeshi “Tak” Kovacs, es un soldado que ha despertado 250 años en el futuro para encontrarse con esta realidad y que quiso evitar en su “primera” vida. ¿El motivo? Desvelar el asesinato de un hombre poderoso llamado Laurens Bancroft, multimillonario y que, debido a su largo tiempo de vida, ahora forma parte del grupo de los “Mat” o que hacen referencia a los nuevos dioses; aquellos que “viven para siempre” y “todo lo pueden”.

Por lo tanto, la serie nos muestra a una sociedad dividida entre los ricos eternos y los pobres que no son capaces de costar sus vidas y, al mismo tiempo, las barreras que existen debido a una diferente filosofía de vida. Es decir, existen grupos que todavía anhelan a los dioses que tú y yo conocemos, llámese Cristo, Alá y más, mientras que otros prefieren lo palpable de sus figuras millonarias. También añadimos la polaridad entre equipar la carne humana con partes biomecánicas, algo que nos recuerda a las augmentations en la franquicia Deus Ex, pero que en la serie se quedan más como referencias y no tienen un peso verdadero en la trama.

TU CUERPO NO TE PERTENECE

Volviendo a la aventura de Takeshi Kovacs, es interesante ver a Joel Kinnaman en un papel tan diferente al que hizo en House of Cards como Will Conway, el gobernador de Nueva York, adoptando la piel de un soldado errático haciéndola de detective, mientras intenta lidiar con media ciudad que le quiere cortar la cabeza o, mejor dicho, destruir su disco. Porque esa es una condición para alargar tu tiempo de vida; siempre y cuando no destruyan el disco en el que tu persona ha sido almacenada, podrás seguir adelante. Además de estar un entorno hostil per se, Tak se empieza a dar cuenta que su “funda” es muy conocida en la ciudad e incluso por la policía, de quien capta la atención de la agente Kris Ortega, interpretada por Martha Higareda y quien se convierte en su contraparte femenina.

El motivo de la “especial” atención (rozando en la vigilancia) que Ortega pone en Takeshi tendrá un motivo oscuro, pero que le ayudará a comprender por qué lo trajeron de vuelta en esa funda. Tak es problemático y extremadamente violento, pero Altered Carbon se toma el tiempo suficiente para darnos un contexto profundo de las motivaciones y condiciones de nuestro soldado; con episodios enfocados por completo a momentos importantes de su vida original, sabremos de su familia, su filosofía de vida, sus amores y su pasión por la justicia, aunque ésta no cuadre en los conceptos convencionales del heroísmo.

Con un ambiente tan violento, no es de esperarse que Altered Carbon incluya secuencias agresivas de golpizas, sexo explícito, desnudos frontales femeninos y masculinos, que no hacen más que probar la oscuridad y luz de la naturaleza humana. Existe un diálogo muy popular de Rei Ayanami en Neon Genesis Evangelion, donde se cuestiona su propia esencia y existencia con las palabras “yo soy yo, la forma que me forma, pero se siente como si no fuera yo” y que se adapta casi por completo a la manera de sentir de Takeshi a lo largo de sus 10 episodios. También se irá desarrollando el misterio detrás de su funda y la posible manipulación de la información sobre el supuesto asesinato de quien lo ha traído a la vida; ya que Bancroft asegura que alguien debió hacerlo, ¿quién tendría motivos verdaderamente sólidos para asesinar a uno de los hombres más poderosos del planeta? Y de ser así, ¿en qué condiciones? Aunque Takeshi aborrece por completo todo lo que Bancroft simboliza, conoce que puede eliminarlo en un abrir y cerrar de ojos, por supuesto, sin dejar de hacerlo a su manera.

Con un ambiente tan violento, no es de esperarse que Altered Carbon incluya secuencias agresivas de golpizas, sexo explícito, desnudos frontales femeninos y masculinos, que no hacen más que probar la oscuridad y luz de la naturaleza humana.

Tanto Joel Kinnaman como Martha Higareda logran una dupla espectacular en pantalla, que empieza con roces profesionales y se reúnen tras notar sus ideales, pero no termina en la clásica escena donde todos arreglaron sus diferencias y son felices. Quizás esta es una de las virtudes de Altered Carbon; en la gran mayoría de su trama, los personajes tienen una personalidad única y aportan mucho al desarrollo de varias vertientes, hasta el momento en que otros rostros que considerabas menos que secundarios brillan en la pantalla. Pero nada es perfecto y, aunque las locaciones te quitarán el aliento, en la recta final de la serie (cerca del episodio 8) hay varias secuencias de acción que no se ven muy sincronizadas y hasta rozan en la falsedad; otras tampoco lucen muy pulidas en lo que respecta a efectos especiales y hasta una escena en particular por Joel Kinnaman que se ve que salió así porque el presupuesto ya estaba por agotarse.

Laeta Kalogridis, encargada de adaptar la novela original al guion de la serie, realza con éxito varios de los momentos que definieron a Takeshi, aunque la resolución de toda la serie sí nos deja mucho que desear; por ejemplo, personajes que hasta ese momento eran demasiado poderosos “se rinden” ante la justicia que solían chantajear, o que allegados a Bancroft deciden cambiar de corazón sin un motivo aparente. No es que la serie se solucione de manera rápida, sino que los personajes hacen algo totalmente contrario a lo que habían hecho las últimas nueve horas que pasaste viendo Altered Carbon.

BRUTAL, VIOLENTA Y SENSUAL: UNA GOZADA PARA EL CYBERPUNK

El dilema sobre la forma en que la tecnología nos afecta y afectará en un futuro próximo están a flor de piel desde hace unos años; desde partes biónicas, mejoras en nuestro sistema y alargar la vida (como nos lo presenta Altered Carbon) solo podemos imaginarnos qué es lo que sucedería. En esta adaptación llevada a las masas gracias a Netflix, el usuario puede darse una idea de lo que vivirían muchos de los involucrados en una sociedad dividida por la ética de la tecnología; pero la violencia, los crímenes y asesinatos también la convierten en una predicción oscura y tenebrosa, ya que nuestra misma existencia está limitada a la carne y los huesos.

El personaje de Takeshi Kovacs logra combinar una personalidad errática que no es problemática por sí misma, pero no se vuelve amigo de todos de la noche a la mañana; mientras, la policía Kris Ortega ofrece un personaje femenino, con sus propios problemas que atender, aunque no se rinde ante el encanto de Tak; es decir, cada uno tiene su camino y función en Altered Carbon. Asimismo, la justicia no llegará gratis, ya que todos los que osen ayudar a Tak pagarán un precio muy alto. En Altered Carbon, ni siquiera las victorias se pueden saborear con una copa de vino al lado, se sufren y se lidia con todos los que se quedaron en el camino, en busca del anhelo de un mundo donde aceptemos nuestra existencia limitada.

Altered Carbon y los 10 episodios de su primera temporada se encuentran disponibles en Netflix.