Reseña: The Legend of Zelda: Skyward Sword

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Me despierto de una siesta. La luz de la Luna ilumina Skyloft. La gente del bazar descansa luego de largas horas de jornada laboral. Yo descanso de mi aventura y ellos dejan de ser vendedores por un momento y me cuentan sus problemas. Se quejan de sus vidas. Todos tenemos problemas (sin retos la vida no sería vida).

A la mañana siguiente un goron me platica leyendas de una ciudad en el cielo (decirle que justamente de ahí vengo significaría quitarle lo que más lo motiva a vivir).

Es sorprendente cómo, después de contarnos la misma historia durante 25 años, Nintendo siga teniendo la magia de la primera vez. El jardín en miniatura que perseguía Miyamoto es ahora un mundo vivo y palpable. Me importa la vida de sus habitantes. ¿Eso es raro, no? Una cosa es interesarse en la historia de un juego, pero otra muy distinta es ser partícipe en el desarrollo de un mundo que no existe al punto de sentirlo como una experiencia en carne propia.

Skyward Sword es el mejor Zelda de la historia.

Durante varios años hemos experimentado los controles de movimiento. Aunque los hemos disfrutado en pequeñas porciones, su desempeño era más bien una moda. Es hasta estos días que Fujibayashi y su equipo de genios me han dado un viaje por una dimensión de interacción que ignoraba. Mi fe ha sido reanimada: esto no es una moda. El hardware depende del uso que los desarrolladores le den. Olvídense de todo lo que saben del motion controller gaming, Skyward Sword es el verdadero comienzo. Es el título que debió estrenar el Wii.

Skyward Sword comienza y no se detiene. De principio a fin, es un festín de increíbles y encantadores personajes. Explorarán nuevos lugares y disfrutarán los más hermosos panoramas que hemos visto en un videojuego.

Skyward Sword es la obra maestra de Nintendo.

Hay algo especial en la forma que emplea Skyward Sword para hacerte partícipe de tu avance. En la mayoría de las aventuras que hemos tenido en un videojuego basta con presionar un botón en el momento correcto para obtener un logro. Sin embargo, en Skyward Sword sentirás en carne propia el éxito al vencer cada Bokoblin. No se trata de sacudir el control sin sentido: el verdadero goce de vencer a un enemigo viene de dar una consideración detenida a cada adversario. Estamos ante el replanteamiento de cómo debería funcionar una espada en un videojuego —una fantasía que ha estado con nosotros desde niños.

Las Deku Babas abren su boca de una forma muy particular. El mensaje que nuestro cerebro le envía a nuestra mano para vencerla reescribe la forma en que hemos enfrentado enemigos y marca el nacimiento de una novedosa mecánica en la historia de los videojuegos. Ya no es más una secuencia de botones. No es un headshot. Se trata de observar al enemigo y reaccionar a su ofensiva tal y como lo haríamos en un juego de manos en la vida real. La manera en que este sistema de desarrolla a lo largo del título, hace ver las mecánicas anteriores como insípidas y estériles.


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Así como el desempeño de tus movimientos en la vida real mejorarán con el paso de las horas (y los días), los enemigos también serán más complejos. Tomemos como ejemplo a los Lizalfos y sus escudos: un movimiento errado será severamente castigado. Una simple batalla puede convertirse en algo que tome más tiempo del que los videojuegos nos han acostumbrado. Se necesita detenimiento y estrategia para derrotar a muchos de los enemigos de Skyward Sword.

Básicamente, el Motion Plus es quien se roba el show de Skyward Sword. La manera en que todas las mecánicas e ítems dentro del juego dependen del dispositivo ejemplifican un trabajo de genios. Desde volar con tu Loftwing por el cielo, apuntar tu arco, controlar el vuelo de tu escarabajo, rodar una bomba por el suelo, hasta balancearte en una cuerda, todo es el resultado de años de experimentación con controles de movimiento. Skyward Sword le debe mucho a Wii Sports y sus múltiples secuelas.

La manera de apuntar es mucho más natural gracias al Motion Plus, ya que no deberás apuntar directamente a la Sensor Bar. Incluso podrás caminar y experimentar la perspectiva de primera persona con el suave movimiento de tu muñeca.

Skyward Sword también es el Zelda más libre todos. Es un mundo que querrás explorar en su totalidad. Las opciones son infinitas, aún fuera de la historia principal. Cientos de NPCs tendrán divertidas tareas que te tendrán siempre ocupado.

Éste es un Zelda distinto. Se siente diferente. En entregas anteriores, había sentido la extraña sensación de que sus desarrolladores se limitaban a ellos mismos para mantener la estricta línea que define un juego de Zelda. Ahora se siente libre: puedes actualizar casi todos tus ítems y tus enemigos te tiran ingredientes para hacerlo. El desarrollo del sistema es tan natural como prepararte el desayuno: sabrás exactamente qué ingredientes tienes disponibles. Jamás me había pasado esto. Jamás me había interesado cuántas pociones o Phoneix Downs tengo.

El sentimiento de descubrir una isla nueva en Wind Waker es algo muy presente en Skyward Sword. Volar con tu Loftwing con la vista hacia abajo, dejarte caer desde los cielos y aterrizar en una isla flotante es algo parecido a cuando de niño tus papás abrían la puerta del carro y salías disparado a correr por un parque.

Como es costumbre en los Zeldas contemporáneos, jamás estarás solo. Además de tu Crimson Loftwing, Fi, tu acompañante en Skyward Sword, es encantadora. Imaginen que GlaDOS es amable y que siempre está a tu lado (no en forma de papa) dándote porcentajes sobre el éxito de tus decisiones. Contrario al sentimiento que provocan Navi o Midna, Fi es algo más parecido a una I. A. y no se siente invasiva. Su discreción es tal que, en ocasiones, para consultarla, tendrás que elegir entre dos o más ramificaciones de opciones que te permitirán llegar de forma más directa al tema que quieres tratar con ella. Los personajes en Skyward Sword separan el juego de otros Zeldas. Jamás habías estado involucrado con personajes que le dieran tanto sabor a tu aventura.

He evitado a propósito el tema de la historia. Skyward Sword es algo que ustedes tienen que jugar por ustedes mismos. Si existe algún título de la serie en el que en verdad me importe el personaje de Zelda, ése es Skyward Sword. La manera en que ella ve a Link y lo expresiva que puede llegar a ser (al punto de decir muchas cosas sólo con sus ojos) es algo nuevo en un título de Nintendo. Pocos videojuegos te enamoran del personaje como Skyward Sword con Zelda. Lo demás, de forma general, es un Zelda tradicional. El enfoque en esta ocasión está centrado casi por completo en Link y su crecimiento espiritual mientras salva al mundo. Experimentarán una verdadera leyenda que hemos estado revisitando todos estos años.

Visualmente, Skyward Sword tiene muchísima personalidad. El estilo gráfico es algo muy original: desde la secuencia introductoria hasta los créditos, los gráficos se sienten frescos. Son muy parecidos al magnífico y original estilo de Street Fighter IV.

Los calabozos de Skyward Sword son los mejores que ha visto la serie. Las batallas con los jefes redefinen lo que significa enfrentar a un jefe en un videojuego. El inteligente diseño en todos los acertijos dentro del juego es una característica constante a lo largo de la aventura. Prepárate a encontrar mecánicas parecidas a las que hemos visto en los calabozos del pasado de la serie, pero ahora regadas por el mundo abierto, libres del encierro de un cuarto o pasillo.

Desde el momento en que Skyward Sword arranca hasta el último segundo, es una brutalidad auditiva. La banda sonora orquestada de Hajime Wakai y Koji Kondo es quizás la más impresionante en la historia del medio. No importa si estás en una vil cueva o en un imponente calabozo, Skyward Sword es una obra maestra sonora. No puedo esperar a poner algunas de sus melodías en ScoreVG. La libertad de sonidos e instrumentos presentes en este título es algo que jamás habíamos escuchado en la serie. El disco incluido del aniversario 25 de la franquicia no se queda atrás. Confieso que pocas veces me había conmovido tanto una melodía como el tema de la fuente de la Great Fairy. Preparen a su piel, porque se enchinará.

Skyward Sword tiene una atmósfera increíble. Es un videojuego repleto de sabores, de corazón y de elementos geniales que forman un producto impecable. La aventura es casi infinita; puede durar tanto como quieras. Hay tantas cosas por hacer que me es imposible calcular en horas su duración. Es difícil que una serie como Zelda se supere, pero en Skyward Sword se volaron la barda. Estamos ante una carta de amor a todos los fans de la serie y a los amantes de los videojuegos en general.

Score: 10

Nota adicional: The Legend of Zelda: Skyward Sword viene completamente en español; pero, como recomendación de un servidor (no obligatoria), invito a todos los que están aprendiendo inglés a jugarlo en este idioma. Con un buen diccionario a un lado (y con buen diccionario me refiero a cualquier acceso a Google Translate que tengan a la mano), créanme que los videojuegos son la mejor manera de aprender un idioma. Nunca está de más hablar otro aparte del nuestro. A los que ya dominan el inglés, los invito a jugarlo en español: hay algo mágico el género de fantasía y su traducción al español. Los nombres de los lugares extrañamente se leen mucho más mágicos en nuestro idioma.

Staff Atomix
Equipo de editores de Atomix.vg