Reseña: Sonic & All-Stars Racing Transformed

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Hace ya varios años, SEGA ofreció al mundo su propuesta de títulos de karts. El intento por capitalizar el género que Nintendo tiene prácticamente dominado funcionó bien: la propuesta era innovadora y las mecánicas de juego añadidas resonaron en la comunidad de fanáticos de SEGA. Este año, la propuesta es más provocadora. Sumo Digital ha desarrollado un karting diferente, difícil y muy divertido. Los invito a leer la reseña de Sonic & All-Stars Racing Transformed.

No se dejen llevar por el título del juego. Aquí encontrarán tributos y referencias a muchas veneradas franquicias de todo SEGA —no sólo Sonic. Desde Panzer Dragoon hasta Shinobi y Skies of Arcadia, encontraremos pistas y personajes que emulan las glorias de muchos estupendos juegos. Yo, personalmente, recorrí maravillado la pista de Skies of Arcadia (¿qué esperan para una reedición en HD?). En cierto modo, este juego me recuerda a Diddy Kong Racing. La diferencia principal es que los personajes de SEGA son mucho más entrañables que el corto catálogo de animales olvidables que tenía RARE en ese entonces.

Aquí tendremos, como en el título de RARE, tres distintos vehículos: kart, lancha y aeroplano (de acuerdo, en el otro juego se trataba de un deslizador híbrido, pero ustedes síganme la corriente). Lo importante es que en Sonic All-Stars Racing Transformed podremos alternar entre vehículos en la misma pista. Si vamos a entrar en una zona inundada, nuestro carrito se adaptará (de ahí el “Transformed” del título) para las condiciones. A lo anterior, añadan el magnífico diseño de pistas y que en muchas de ellas cada vuelta será realizada en un medio distinto y tendrán una de las experiencias más frenéticas y divertidas de este fin de año.

En términos de mecánicas de juego, tendremos eventos que exigirán distintos tipos de habilidades al conducir y que no únicamente retarán nuestra capacidad de llegar en primer lugar. Por ejemplo, en algunos tendremos que vencer a un jefe. En la mayoría de las ocasiones se trata de un tanque que arrojará distintos obstáculos a medida que lo dañamos con cohetes que podremos encontrar regados en toda la pista. Aquí no voy a exigir que el título sea igual que Diddy Kong Racing, pero sin duda hubiera sido fantástico un poco más variedad en los enfrentamientos de este tipo, pues la única diferencia entre uno y otro será la pista. ¿Se imaginan si en Sonic & All-Stars Racing hubieran incluido jefes de todo el universo de SEGA? RARE tuvo que inventar enemigos desde cero para su juego de karts, mientras que aquí hubiéramos podido disfrutar de un catálogo amplísimo de antagonistas.

Pero no todo serán jefes; también deberán enfrentarse a difíciles cursos en los que tendrán que atravesar aros que delimitan una ruta determinada en la pista. Esto será particularmente retador en escenarios completamente aéreos o acuáticos. En el primero, deberán tomar en cuenta cuatro posibles ejes de desplazamiento; en el segundo, el cambiante oleaje que creará condiciones distintas en cada centímetro del recorrido. Prepárense a sufrir por mejorar su tiempo un segundo en las dificultades más altas.

Uno de las modalidades más retadoras será la competencia de drifting. Aquí tienen un tiempo límite para completar la carrera que a todas luces es insuficiente. Hay un elemento extra: la pista tiene flechas que indican las zonas en las que deberás derraparte. Al final de estas secciones, tendrán que atravesar con precisión un aro. ¿Y qué ganan con esto? Fácil: cada segundo que hagan drifting dentro de esta zona, la cuenta regresiva se detendrá y además comenzarán a acumular segundos. Al atravesar el aro, sumarán el tiempo que hayan acumulado. La traducción de lo anterior es: derrápate en las zonas adecuadas y corre como loco para llegar a la meta.

Y todavía no terminamos con los distintos tipos de eventos. Vamos ahora con uno tipo enfrentamiento que los pondrá a competir uno a uno contra una serie determinada de personajes. Por ejemplo, en varias pistas de Sonic se enfrentarán al erizo azul y a sus amigos mamíferos (creo que hay uno por cada color primario, ¿no?). El objetivo es permanecer frente al otro corredor durante una cantidad total determinada de segundos o de plano alejarse mucho de él como para que te den por ganada la ronda. Una vez que venzas a un personaje, te tocará aventarte contra los siguientes en la lista. Mientras esto ocurre, darás de vueltas en la misma pista. Hay otra modalidad muy semejante a ésta en la que competirán por superar el tiempo de un personaje. Tendrán tres vueltas para conseguirlo y siempre verán el fantasma del otro competidor.

Hay dos distintas versiones de la carrera tradicional: una con ítems y otra, como dicen por ahí, a la macha sin ningún tipo de elemento externo (salvo flechas de boost) que interfiera con el curso de la competencia. Cada uno de los eventos posee tres niveles de dificultad que están representados por estrellas. Lo curioso es que avanzar en el modo de juego principal de Sonic & All-Stars Racing Transformed implica recorrer una especie de mundo organizado en caminos semejante a Super Mario Bros. 3. Hay zonas o eventos que estarán bloqueados y que requerirán que tengas un número de estrellas mínimo para poder accederlos. Mi recomendación es que arranquen en dos estrellas e intenten terminar el juego, pues prácticamente cualquier evento con tres estrellas se vuelve un reto considerable. Buena suerte intentando pasar la dificultad máxima en cada evento.

Cada personaje tiene, además, distintos niveles que básicamente sirven para desbloquear modalidades de manejo. Atributos básicos como velocidad, manejo, aceleración, etcétera, podrán ser modificados conforme subas de nivel ganando eventos. Debo destacar que esto es individual. ¿Quieren tener a todos los personajes en el nivel máximo? Van a necesitar muchas horas para lograrlo.

Las pistas, ya lo he mencionado, tienen elementos distintivos de cada franquicia. En general, su diseño es excelente. Poseen algo que he visto en muy pocos otros títulos de karts: recorridos que cambian en cada vuelta. En la de Panzer Dragoon, por ejemplo, comenzarán en su kart y de ahí cambiarán a lancha para terminar en el aeroplano. La pista mutará frente a sus ojos y muchos de los recorridos serán tan extremos que las primeras veces que compitan en ella se asombrarán frente al controlado caos que parece bombardearlos. Hay algunas otras con un diseño más tradicional, pero que presentan a los jugadores distintos caminos a seguir. Por lo general, se trata de uno corto y peligroso o uno más largo, pero más seguro. No puedo ni comenzar a imaginar lo complicado que debió ser balancear todos estos aspectos. Seguramente cada pista requirió cientos de horas de juego de prueba y ajustes.

Ahora bien, hasta el momento he sido mayormente descriptivo respecto a este juego. Sólo he hablado del modo de juego principal, pero aquí también podrán encontrar las tradicionales copas y un modo en el que competirán tiempo a tiempo contra el de sus mejores amigos y algunas marcas que ya vienen por defecto en el título. Bien, hasta aquí con la platicada. Vamos comenzando la crítica.

Hay dos formas de analizar un título: contra su propio potencial y comparándolo con su competencia. Si nos decantamos por la última opción, tendría que hablar forzosamente sobre cómo se compara con Mario Kart, el rey indiscutible del género. Si me forzaran a realizar esta penosa aproximación, tendría que declarar que disfruté más Sonic & All-Stars Racing en el modo de un jugador (comparado, por supuesto, con el mismo modo en Mario Kart). ¿A qué se debe lo anterior? A la inmensa variedad de modalidades extras y elementos que aderezan el sistema de juego principal. Si bien el drifting en All-Stars Racing no es tan preciso como el de Mario Kart, la experiencia de manejo en general se siente pulida y exacta. La velocidad es vertiginosa ya desde la segunda dificultad y el nivel de control es suficiente como para que nuestros errores sean eso: equivocaciones nuestras y no del juego. El diseño de pistas es no sólo más complejo, sino superior al de muchos otros títulos de karts. Muchas rápidamente se volverán entrañables gracias a su caótica naturaleza y a su magnífico diseño plagado de zonas y eventos conocidos.

Pero vamos con la crítica más provechosa: el título contra sí mismo. Pude detectar cierta disparidad en la dificultad, que supuestamente debería ser equivalente entre un modo y otro. Es decir, hay algunos eventos que son mucho más difíciles que otros (o mucho más fáciles) en la misma dificultad. El resultado es que se avienten las tres estrellas en la batalla contra un jefe, pero incluso lleguen a reducirlo a una en una carrera contra el tiempo. En términos de dirección de arte y desempeño visual, cada pista recoge bellamente la esencia de la franquicia que representa y traduce ese “no sé qué” de forma espléndida a una experiencia de carreras. Skies of Arcadia, por ejemplo, está representado por un divertido recorrido aéreo por entre islas y las características naves voladoras del título. La música es tan buena y divertida como la de cada serie individual de SEGA, pues los arreglos conservan los elementos más característicos de cada una.

Quizás el mayor defecto de este título es su complejidad. La experiencia tradicional de un juego de karts es rápida, directa, caótica y divertida. La habilidad de cada jugador es lo que determina mayormente quién será el ganador; sin embargo, en Sonic & All-Stars Racing importa mucho el sistema de niveles, pues habrá eventos (como la carrera de drifting) en los que será necesaria una configuración específica del kart o elegir a un personaje cuyo modo predeterminado se ajuste más. Un diseño más puro no tendría diferencias entre los personajes ni un sistema de niveles; sin embargo, comprendo y agradezco el bien logrado esfuerzo de Sumo Digital por ofrecernos una rica y compleja experiencia de karts que sólo se ve ensombrecida por la disparidad en la calidad del manejo de sus vehículos y algunas capas extras de complejidad que no aportan un valor significativo a la experiencia de juego.

El género de karts se ha diversificado muchísimo este año. Cada una de las propuestas que podemos adquirir poseen elementos únicos y aportan al género su propia visión de lo que debería ser este género. De todos, Sonic & All-Stars Racing me parece el que ostenta el diseño más coherente y profundo de todos. Complejo no siempre quiere decir bueno; sin embargo, tal vez hubiera preferido el mismo nivel de excelencia en cada uno de los tres vehículos que podemos utilizar. La curva de aprendizaje del auto es perfecta; la del avión, aceptable y, por último, la de la lancha deja algo qué desear. Con un diseño de pistas brillante y tributos para los fans de cada franquicia, Sonic & All-Stars Racing es un exponente que está a la altura (si no es que un poco más arriba) de las franquicias más sazonadas de este género. Ocho punto cinco.