Recordando a Gunpei Yokoi

TRENDING

Estamos a tan solo un día de que se cumplan 20 años del fallecimiento de Gunpei Yokoi. Este hombre fue una de las piezas clave en Nintendo para realizar la transición de los juguetes, el principal motivo de fundación de la compañía, hacia su emblema: el entretenimiento electrónico. Y es que detrás de cada gran compañía, siempre estarán los hombres que forjaron el camino hasta la industria que actualmente se mueve, siempre manteniendo su esencia de austeridad y sencillez que apelara a todo el público. Recordamos así al padre del D-Pad, Game Boy y Virtual Boy, así como el mentor de uno de los más grandes creativos de todos los tiempos: Shigeru Miyamoto.

De niño fue un chico siempre inquieto, algo que se conservaría a lo largo de su vida y que, por supuesto, florecería ya en su etapa adulta. Yokoi-san trabajó en una de las fábricas de Nintendo durante la década de los 70, pero no tendría un perfil alto; de hecho, se documenta que trabajaba en el área de mantenimiento, aunque sería a través de sus diversas intromisiones que encontrarían ese talento en él. Su incursión en lo que se convertiría en el entretenimiento electrónico llegaría cuando se convirtió en uno de los primeros elementos en el entonces novedoso departamento de desarrollo de juguetes, de donde se valió para probar otros elementos como los chips electrónicos bajo la tutela de Hiroshi Yamauchi, el ávido y mordaz empresario que forjaría el modelo económico de Nintendo.

En aquel entonces, las calculadoras serían una de sus principales fascinaciones, especialmente el detalle de sus teclas; Yokoi-san se preguntaba si había alguna forma de que esta mecánica y sus futuras ideas pudiesen crear algo único. El resultado fue el Game & Watch, una consola portátil que, si bien no fue la primera, sí lo fue al momento de obtener éxito comercial y, de ahí en adelante, ganaría la aprobación de sus superiores. De hecho, el Game & Watch por poco y no vería la luz del día, ya que los jefes de Yokoi-san lo consideraban sumamente caro de producir, así como un proyecto riesgoso, pues los llevaría a incursionar en un mercado apenas en desarrollo.

Los números demostraron lo contrario; tan solo en Japón, Game & Watch vendería 12 millones de unidades y sus diferentes versiones nos presentarían genialidades como las pantallas duales que, décadas después, el Nintendo DS usaría como mecánica básica. Pero no avancemos tan rápido, ya que todavía faltaba innovar con lo que se llamaría D-Pad, un concepto de control que revolucionó a los videojuegos y que estaba inspirado en la curiosidad de Yokoi-san por las calculadoras. ¿El motivo de crearlo? Nada menos que para la siguiente versión del Game & Watch, la que estaría dedicada a Donkey Kong, y que a su vez daría origen al Game Boy con sus casi 120 millones de consolas vendidas entre su versión a escala de grises y Color. La historia nos recuerda cómo esta portátil de Nintendo se colocaría entre las consolas más queridas y comercialmente exitosas, pero esto no solo quedaría ahí, ya que su carrera también tuvo algunos tropiezos, principalmente el Virtual Boy.

En la cultura japonesa, el sentido de responsabilidad que tienen los ejecutivos y dirigentes en general con sus empresas es realmente interesante, por lo que Yokoi-san lo tomó como el hecho que labraría su salida de Nintendo. Y así lo hizo: a la edad de 54 años, pasaría la estafeta en la dirección de la compañía, no sin antes haber apoyado a figuras como Shigeru Miyamoto; el resto, también lo sabemos, pero se han creado una serie de teorías escabrosas y nunca comprobadas sobre su muerte. Gunpei Yokoi moriría en un accidente automovilístico el 4 de octubre de 1997, en lo que muchos consideraban un asesinato por parte de la mafia japonesa, los Yakuza, pero insistimos: hasta ahora, no son más que teorías.

Es por ello que preferimos el lado noble de Yokoi-san, aquel de creativo que impuso un negocio completamente diferente para Nintendo y que abandonaría por completo sus juguetes tradicionales; muy atrás quedaron las cartas de hanafuda. Y es que, así es como uno celebra a estas figuras, a través de su legado.