PokeWeek: A seis meses del fenómeno. Twitch Plays Pokémon

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twitch-plays-pokemonPrimero aclararé la situación para todo aquel que, por alguna extraña razón, no haya estado al pendiente del fenómeno-experimento social-multimedia-geek más importante del presente año. Me refiero a Twitch plays Pokémon. Aclaremos por orden, Twitch es uno de los canales de streaming de videojuegos más populares que existen: campeonatos mundiales de juegos como Starcraft o League of Legends son “televisados” en dicha plataforma que también, aunque usted no lo crea, permite la transferencia de videos de juegos tan diversos como Minecraft o Super Mario RPG (sí, el del SNES). Fue en este popular medio en el que cierto programador australiano, anónimo hasta el día de hoy, puso en línea el miércoles 12 de febrero una copia del ahora legendario Pokémon Red, lanzado en nuestro continente en el bello año de 1998. ¿Qué es lo revolucionario de poner un juego de GameBoy en línea? Sencillo: todo aquel que ingresara al canal de chat del evento podía ingresar comandos de control a través de la susodicha ventana de conversación. Todo aquel que ingresara, todos y cada uno. Si en el canal llegaran a estar miles de personas al mismo tiempo, cada una enviando una orden diferente, se daría un caos total o, tal vez, los jugadores podrían organizarse para ingresar comandos en secuencias bien planeadas o, mejor aún, los trolls del ciberespacio demostrarían de una vez por todas que la red les pertenece y que ya no es posible tener una conversación ordenada, ni mucho menos un ejercicio de organización tan profundo como puede ser entrenar a un pokémon de agua para que aprenda surf o, ya de perdis, pasar los gimnasios de Brock y Misty. Sí, el intento debía realizarse.

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El experimento fue un éxito rotundo. Pocas veces los videojuegos generan noticias que sean cubiertas el tiempo en el que son generadas, como sucedió en este caso. BBC, The Financial Post, The Independent, CNET y otros medios de comunicación no tardaron en presentar artículos del fenómeno que acontecía en tales momentos. Pero ¿por qué se interesarían estos gigantes mediáticos? La respuesta está en las cifras que resultaron de tan sólo 16 días, 7 horas, 45 minutos y 30 segundos que duró la experiencia. Se alcanzó un promedio de 80,000 espectadores, llegando al final a un pasmoso conteo de 36,000,000 de visitas al canal. Más interesante aún resulta el dato de que 1,165,140 usuarios decidieron, al menos por un instante, enviar comandos a través del chat, por lo que Guiness World Records decidió otorgar un reconocimiento por el “Mayor número de jugadores en línea participando en un juego para un solo jugador”.

La elección de Pokémon para un experimento de este tipo no me parece arbitraria en lo más mínimo. Después de más de 15 años de vida, el juego, tanto en su versión roja como azul, permanece, con especial nostalgia, en la mente de millones de jugadores; mejor todavía, la simplicidad de la versión en 2D ha podido mantenerse en pie con gran dignidad pese a los avances tecnológicos; la cadencia entre el ritmo pausado de un RPG y la acción de los combates episódicos era la indicada para este ensayo. Sobra decir que, en poco tiempo, la gran audiencia se dividió entre aquellos que querían terminar el juego y quienes sólo buscaban trolear por diversión.

twitch-plays-pokemon-pokeweekLa experiencia en Twitch se ha comparado en varias ocasiones con “El teorema del mono infinito”, el cual postula que un mono con un tiempo infinito que teclea al azar en una máquina de escribir, eventualmente, escribirá cualquier libro existente; lo que no me parece del todo descabellado pues una vez iniciada la aventura no pocos se preguntaron si el juego podría terminarse (o no) en algún momento y, en específico, qué sucesión de instrucciones sería necesaria para llegar a tan esperado desenlace.

Durante el transcurso de los 16 días sucedieron varias aventuras dignas de recordarse: tardar más o menos seis horas para que un Farfetch’d lograra usar Cut en un árbol; tardar varias más para caminar junto a una cornisa sin caerse (una operación que en circunstancias normales tardaría segundos); el terrible suceso del hoy famoso día en el que murió la inocencia, el Bloody Sunday,en el que 12 pokémones fueron accidentalmente puestos en libertad; el complot de un usuario llamado Destiny por liberar al pokémon más querido por todos… El camino fue difícil pero no sobra decir que la experiencia terminó por la sencilla razón de que los jugadores lograron derrotar al último entrenador (al famoso Blue) y ultimar la angustiosa odisea.

twitch-plays-pokemon-pokeweek-memeSi la intención de este suceso fue “observar cómo las personas interactúan socialmente entre ellas”, según un post del programador anónimo que inició todo esto, me parece que los resultados son dignos de seguirse analizando. Tomaré dos ejemplos a grandes rasgos: la adopción de ídolos pseudo-religiosos y el aspecto político que se adquirió durante un momento crítico. El primer punto resulta interesante debido a la reciprocidad que surgió entre la experiencia “pokémonesca” en Twitch y el fenómeno de experimentar el Internet como medio social. Existen varias definiciones e imágenes atinadas que resumen a este último como “un gato sobre un tiranosaurio nazi combatiendo a Darth Vader”. La exagerada imagen sirve para denotar el sinnúmero de excesos, parodias y críticas que existen en la red. Ahora, dentro del juego en línea, en poco tiempo se vislumbró que uno de los problemas más fuertes consistiría en no sólo atrapar a un pokémon, sino en el hecho de tener que entrenarlo de forma eficiente. Después de varios y frustrados intentos, sucedió algo extraño: un Pidgey logró ser capturado para luego tener un éxito tajante en sus peleas, a tal grado que sus consecuentes evoluciones, Pidgeotto y Pidgeot, no tardaron en llegar. La multitud aclamó al héroe que logró levantarse sobre la inmensa y caótica ola. Entonces, la comunidad no tardó en proclamarlo el salvador o, mejor dicho, “Bird Jesus”. La red está llena de ejemplos similares como “Nuestro señor Cthulhu”, el pastafarismo (mejor conocido como “El monstruo del espagueti volador”) o “El unicornio rosa invisible”. La experiencia del evento permitió plasmar dentro de la comunidad activa de jugadores una práctica común de la cultura inmediata del internet. Me parece, además, que lo interesante es observar que pocas veces en la historia del videojuego ha sido posible creara las deidades a las cuales la comunidad criticará, alabará o destruirá, independientemente de las imposiciones de los programadores. No es lo mismo elegir una deidad de un panteón, por extenso que éste sea, que ayudar a la concepción de dicha figura (no importando lo satírica y paródica que sea) dentro de una comunidad. En otras palabras, la comunidad empezó a generar una cultura alrededor del juego, al mismo tiempo que se jugaba, hecho que únicamente había sido visto en videojuegos de rol de multijugador masivo en línea (como World of Warcraft o Everquest).

twitch-plays-pokemon-pokeweek-meme-02En segundo lugar está el aspecto político. Este fenómeno tuvo lugar cuando los jugadores se encontraron atascados por más de 24 horas en una parte del juego particularmente difícil (los cuarteles del equipo Rocket), por lo que los programadores decidieron incluir una nueva herramienta: el juego rastrearía el comando con más repeticiones en los últimos 30 segundos y lo aplicaría. Dicha modificación sería conocida como “democracia”, la cual fue rápidamente atacada y criticada por un gran número de jugadores que condenaban a la medida como un acto atentaba contra del espíritu del juego. Así, la “anarquía” entró a escena, una modalidad que permitiría que las cosas siguieran con su caótico curso. Los jugadores se dividieron en aquellos que querían un orden fascista con su llamada democracia y los que disfrutaban la diversión entrópica de la anarquía. Basta decir que hasta el mismo staff de Twitch se pronunció en contra de la medida democrática y pronto la anarquía se impuso como el medio favorito de las masas.

El fenómeno del Internet reaparece pues la cultura generada alrededor del juego rápidamente se polemizó hacia una u otra postura. Lo que el día de ayer estaba relativamente unificado bajo el signo de Bird Jesus, el día de mañana se encontró dividido por una postura que era señalada como la mejor forma de jugar. En un contexto en el que todos tienen voz y voto, la decisión de la anarquía llega, irónicamente, gracias al consenso popular.

twitch-plays-pokemon-pokeweek-meme-01Desde el término del juego, el canal de Twitch ha seguido impulsando la idea de que otros juegos de Pokémon sean terminados con relativo éxito. Sin embargo, ni los números o el entusiasmo general han podido superar a la euforia inicial de Pokémon Red. Al final de esta narrativa, han pasado más de seis meses sin que se diese a conocer la postura oficial de Nintendo acerca de la cuestión (me parecería inaudito pensar que la compañía que más se preocupa por la innovación no haya tomado notas al respecto).

Los puntos a considerar de esta experiencia son diversos. Por ejemplo, ¿qué faceta de caos inexplorada existe dentro del videojuego y se ha negado a salir a la luz hasta el día de hoy? La historia del videojuego está, en lo absoluto, poblada de estructuras y reglas firmes; después de todo, cada videojuego es una especie de Matrix construida bajo estrictas normas que ayudan al jugador a seguir un camino predeterminado. Tal vez de ahí surja el gran auge de los juegos de “mundo abierto”, aquellos que (al menos en apariencia) ofrecen la posibilidad de hacer lo que uno quiera, en lugar de seguir el estricto destino que algún programador nos ha impuesto. Si bien en este experimento el jugador nunca puede ir más allá del camino preconcebido, twitch-plays-pokemon-pokeweek-meme-helix-fossilla inclusión de este sistema social permitió que miles de jugadores tuvieran una experiencia, en esencia, divertida y original, incluso considerando que ya conocían el juego (probablemente lo habían terminado, por lo menos, en un par de ocasiones). La posibilidad de adoptar al caos resultó no sólo divertida sino, asombrosamente, viable para conseguir los mismos objetivos que la forma tradicional hubiera alcanzado.

Si bien los resultados de este ensayo social todavía deben ser pormenorizados por los gigantes de la innovación, Pokémon bien puede convertirse en hito histórico dentro del campo de las interacciones sociales y del internet. ¿Cuál es la verdadera posibilidad de que algún día exista un juego de Pokémon basado totalmente en las interacciones sociales? Las posibilidades afectan no sólo a la franquicia de pequeños monstruos más famosa del mundo, sino a la misma idea-paradigma que tenemos de cómo debe resolverse un problema, en otras palabras, de cómo jugar nuestros videojuegos.

Conoce al colaborador

A.G. Conde (1983-¿2099?), lector monomaniaco y degustador de viandas varias, dedica preciosas horas del día al análisis exhaustivo de las manifestaciones populares más importantes dentro de la cultura geek. Actualmente trabaja en la traducción de un libro de ensayo japonés, la memorización de veinte nuevos caracteres chinos y en la perpetua labor de Editorial LPE.

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