Pokémon Go, cuando la realidad no es suficiente

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Por: Iván Román (@YvannR_olvera)

Por todos es sabido que el lanzamiento de Pokémon Go ha sido un éxito a nivel mundial y supone un cambio, en cierto sentido, en la manera en la que entendemos a un videojuego. Si bien, es cierto, que no es el primer videojuego de realidad aumentada, sí es el que mejor nos puede plantear una pregunta… ¿Nuestra realidad no es suficiente?

Antes de avanzar me gustaría decir que entendemos por realidad lo que nuestra mente percibe a través de nuestros sentidos.

Cualquier videojuego supone una realidad distinta, se juega en un universo distinto al nuestro el cual tiene sus propias reglas y sus propias complicaciones. Pero Pokémon Go no se juega en un universo distinto al nuestro… se juega en nuestra realidad. Y no sólo se juega en ésta sino que la aumenta y nos permite ver cosas que con nuestros sentidos no podemos percibir en un primer momento. En el acercamiento a definición de realidad que dimos renglones arriba  hemos dicho que la realidad está en nuestra mente y se genera por lo que recibimos como impulso exterior. Para que nuestros sentidos jueguen en el caso mencionado necesitamos una mediación; es decir, un artefacto que permita a nuestros sentidos experimentar aquello que por sí mismos no pueden y que resulta ser nuestro smartphone.

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Nuestros teléfonos celulares se convierten en visores de la realidad. Es como ver a través del vidrio de un aparador: si este vidrio no existiera, no existiría lo que hay detrás de él para nosotros. Cuando tenemos un muro frente a nosotros no existe algo detrás de él, lo suponemos por la experiencia, sin embargo no tenemos  certeza de lo que hay. De la misma manera Niantic han creado para nosotros una  ventana para ver lo que con nuestros ojos no podemos.

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El mundo está lleno de cosas increíbles para ver y hacer, sólo usando nuestros sentidos; sin embargo, parece que hoy ya no son suficientes esas cosas. Esto último no lo digo en el afán de ir contra la realidad aumentada, no me mal entiendan, yo estoy a favor y disfruto de ella.

Nuestras mentes necesitan algo más… nuestras vidas en la media general se han vuelto monótonas y parece que todos tenemos asignado nuestro trabajo a hacer: como el “Godínez” que todos llevamos dentro. Es entonces cuando la realidad que conocemos hasta ahora no basta. Necesitamos ser parte de algo más grande y fantástico que el ir a la escuela o a ciertos trabajos.

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Pokémon Go nos ofrece esa oportunidad: hacer de nuestra caminata monótona algo grandioso y memorable. Son muchas las anécdotas alrededor del juego en los últimos días y seguirán creciendo con la llegada de la app a más países. Seguro muchos recordaremos el día que atrapamos a cierto pokémon o la caminata de 5 Kilómetros para que naciera algo inesperado.

En este punto muchos se podrán preguntar si no todos los videojuegos nos permiten ser parte de algo más grandioso que la realidad en la que vivimos. La respuesta es: sí, todos los videojuegos nos suponen el centro del universo y es que en ese universo lo somos; somos el centro y el punto de mayor importancia de esa existencia artificial. Entonces, ¿qué hace especial a un juego de realidad aumentada como Pokémon Go? No sólo pasa por el momento de popularidad que el juego tiene. Esta popularidad nos da la pauta para plantearnos preguntas que otrora resultarían poco fructíferas. La respuesta es que la realidad se ha abierto para un nuevo punto con estos videojuegos.

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Pongamos en nuestra mente un ejemplo muy sencillo: pasaron cientos de años para que un humano fuera capaz de ver una bacteria; ya que éstas son microscópicas y por tanto el ojo humano es incapaz de verlas por sí solo, es entonces cuando aparece la mediación, el artefacto, que nos permite ver algo que está en la realidad pero desconocíamos. La analogía puede sonar demasiado fuerte de golpe al leerlo…–¿Qué está diciendo que los pokémon son reales y no los podíamos ver?– se preguntarán algunos de ustedes y la respuesta a eso es: no necesariamente existían los pokémon y las poképaradas; sin embargo, lo que sí existía era la idea de lo que un pokémon es, y eso por sí mismo la hace real y parte de la realidad.

Sólo los más aventureros: esos que escalan montañas y descubren ríos, podrían tener todo con la realidad conocida hasta ahora, para el resto de nosotros que llevamos una vida menos complicada Pokémon Go le da la magia a nuestra realidad que se ha vuelto insuficiente para la imaginación. El juego excita nuestros sentidos y hace que nuestra imaginación crezca y juegue.

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Acerca del autor…

Iván Román Olvera es pasante de Filosofía, además de ingeniero, y sobre todas las cosas amante de los videojuegos. Le interesa la investigación de los mismos más allá de verlos como entretenimiento, empezarlos a valorar como arte y reflexión de la experiencia humana.

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